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La Canis Helix, también conocida como el Espíritu del Lobo, es el nombre recibido por la particular secuencia genética de la semilla genética del Capítulo de Marines Espaciales de los Lobos Espaciales. Dicha secuencia concede a los Lobos Espaciales sus inusuales rasgos salvajes, lo que en algunos aspectos los hace superiores, incluso, a otros miembros del Adeptus Astartes: un sentido del olfato hipersensible, grandes colmillos capaces de dañar el plastiacero y una piel resistente y correosa, además de enardecer la ferocidad típica de los Lobos en combate.
La Canis Helix deriva de un segmento único del genoma del Primarca del Capítulo, Leman Russ. Dicho segmento, en realidad, es un catalizador genético ingerido por los Aspirantes del Capítulo para iniciar su transformación física en Astartes sobrehumanos. Sin embargo, la Canis Helix es inestable, pudiendo convertir a un Astartes de los Lobos Espaciales en un salvaje mutante lupino, conocido como Wulfen, el cualquier momento de su servicio al Emperador de la Humanidad. Es necesario mantener el control sobre sí mismo y rehuir las salvajes demandas de lo que las gentes de Fenris han dado el nombre de la Maldición del Wulfen. El vencer día a día a dicha maldición y mantener el control define lo que es un Astartes de los Lobos Espaciales.
Historia[]
El masivo esfuerzo científico necesario para la creación de los Primarcas al final de las Guerras de Unificación del M30 recibió el nombre de Proyecto Primarca. La ciencia imperial de hoy en día no se explica cuales fueron los métodos empleados por el Emperador para conseguir crear 20 genomas superhumanos diferentes, empleando su propio código genético arcano como base, sin recurrir al uso de técnicas de clonación. Por lo que se sabe, había dos fases implicadas en dicho proceso.
- En la primera de ellas, el Emperador extrajo una sección de su propio ADN para que sirviera como base para la creación de una reserva genética pura, neutra e indiferenciada de genoma Primarca.
- Dicha reserva Primarca pura se empleó y modificó posteriormente, en la segunda fase, para crear las 20 cepas individuales que darían origen a cada uno de los Primarcas.
Los datos relativos a las modificaciones individuales en cada una de las cepas Primarca fueron analizados, posteriormente, por un Apotecario de la Guardia del Cuervo y un Magos Genetor del Adeptus Mechanicus durante la Herejía de Horus. Descubrieron que, en algunas muestras, varias secuencias genéticas habían sido borradas deliberadamente del genoma base de los Primarcas, mientras que en otras muestra aparecía hibridación con secuencias de ADN claramente no humano. Misteriosamente, el ADN del genoma perteneciente al Primarca denominado "Sujeto VI" tenía rasgos de ADN canino. Aunque no está claro si los números de las muestras corresponden a cada uno de los Primarcas de las Legiones conocidas de Marines Espaciales, dicha correlación podría explicar la afinidad lobuna de Leman Russ y las inesperadas mutaciones salvajes de muchos Astartes de los Lobos Espaciales que los convirtieron en Wulfen.
Cuando un Aspirante de los Lobos Espaciales es considerado digno de unirse a las filas del Capítulo, participa en una sagrada ceremonia en la que ingiere la Canis Helix, el Espíritu del Lobo. En realidad, lo que ingiere es un coctel genético, extraído del genoma de Leman Russ y empleado como catalizador para activar la maquinaria viral diseñada genéticamente de la semilla genética del Aspirante, de forma parecida a como hacen los Aspirantes de los Ángeles Sangrientos, quienes beben del Grial Rojola sagrada sangre de su Primarca Sanguinius para comenzar su transformación en Marines Espaciales. La mezcla es bebida de una antigua reliquia de los Lobos Espaciales conocida como el Cáliz de Wulfen.
Las antiguas leyendas hablan de la llegada del Emperador de la Humanidad al planeta Fenris durante la Gran Cruzada, buscando a su progenie genética perdida largo tiempo atrás. Muchos de los que se habían convertido en los primeros Lobos Espaciales eran ya ancianos según los estándares de los Astartes, habiendo sido durante muchos años saqueadores o hermanos de espada de Leman, Rey de los Rus, antes de la llegada del Padre de Todos a Fenris. Cuando finalmente se reveló la verdad acerca de la herencia de Leman, todos y cada uno de los guerreros del salón de banquetes del rey desenvainaron sus espadas y pidieron luchar a su lado, como deberían hacerlo los hermanos de espada. Pero ni uno solo de ellos tenía menos de 20 años terranos, por lo que el Padre de Todos les dijo que ya eran demasiado viejos. Las pruebas que deberían haber superado les matarían sun ninguna duda, y sin importar lo valerosos o voluntariosos que fueran. Aún así, cada uno de los hombres que se encontraban de pie en el salón de Leman eran poderosos guerreros, héroes por derecho propio, por lo que no se arredrarían por la posibilidad de sufrir o morir. Leman, su rey, se vio conmovido por su devoción, y no tuvo fuerzas para decirles que no.
Se cuenta que Leman Russ tenía en su posesión el Cáliz de Wulfen, que entregó a sus seguidores, los primeros hombres de Fenris en unirse a las filas de la VI Legión, y les dijo que bebieran de él. Entre los elegidos había un jarl llamado Wulfen. Era un hombre poderoso, fiero y fuerte, orgulloso de su poder, y dotado como ningún otro en las artes de la guerra. Se decía que solo había sido derrotado una vez en toda su vida, y que quien le derrotó fue el mismo Russ, quien le humilló ante los suyos, pero que perdonó su vida al considerarlo un valioso guerrero, ofreciéndole un puesto entre sus guerreros. Russ habló a los hombres de Fenris reunidos ante él y les contó sus planes. Les ofreció poder y una larguísima vida si le seguían para luchar entre las estrellas. Los guerreros rugieron de acuerdo, y corearon el nombre de Russ. El Primarca Russ les contó que tendrían que ingerir un poderoso brebaje de la gran copa para que comenzara su transformación. Wulfen fue el primero en dar un paso adelante y en engullir de un trago el glorioso licor de Russ que había en el cáliz.
Sin embargo, aún quedaba algo maligno en Wulfen. Estaba consumido por un odio secreto y doloroso hacia Russ, y planeaba vengarse traicioneramente del hombre hecho dios. El espíritu guardián del cáliz advirtió el secreto en el momento en el que Wulfen posaba sus labios sobre la copa, y lanzó un hechizo sobre él, haciendo que su aspecto exterior reflejara el mal en su interior. Para horror de aquellos que presenciaban el acto, el gran jefe guerrero cambió ante sus ojos, convirtiéndose en una terrible cosa, medio lobo y medio hombre, que se abalanzó sobre Russ con un aullido de odio. Sin embargo, no pilló por sorpresa a Russ. Con un solo golpe, aplastó el cráneo de Wulfen y mató a la bestia en la que se había convertido. Después miro a sus seguidores y les dijo que Wulfen no había sido digno del don que le había concedido, y que aquel sería el destino de todos aquellos que bebieran del cáliz con el mal en sus corazones. También les dijo que todos aquellos que lo desearan podrían irse sin beber. Como corresponde a los 'ancestros' de los Lobos Espaciales, ninguno de ellos se fue, y todos bebieron y obtuvieron el poder que Russ había convertido en su legado. Aquella fue la verdadera Fundación de la VI Legión. Aquellos hombres dieron un paso adelante para inscribir sus nombres en la historia de todos los mundos de la Humanidad, convirtiéndose en los primeros Lobos Espaciales reclutados en Fenris. De los centenares que bebieron del Cáliz de Wulfen, casi doscientos sobrevivieron, una cantidad que sorprendió incluso al Padre de Todos en persona. En honor a su coraje Leman, que ya no era un rey, sino el Primarca de la VI Legión, formó una nueva Compañía con los supervivientes. Desde entonces, los demás guerreros de la Legión se refirieron a la 13ª Compañía de los Lobos Espaciales como los Barbagrises. Los miembros de dicha Compañía, sin embargo, se daban a sí mismos el nombre de Hermanos de Manada.
Efectos[]
En realidad, los Aspirantes que se convierten en Wulfen, presa de la mutación inherente en la semilla genética de Leman Russ no cambian nada más beber la mezcla de la Canis Helix, sino que el cambio se produce en las semanas y meses de entrenamiento que vienen después. Antes de someterlos a tal proceso, son llevados a través de las Puertas de Morkai, un portal místico situado en las profundidades del Aett (El Colmillo), la masiva Fortaleza-Monasterio de los Lobos Espaciales, en donde la mentes de los Aspirantes son sondeadas por los psíquicos Sacerdotes Rúnicos (los Bibliotecarios) del Capítulo en busca de signos de corrupción o debilidad mental que pudieran hacerles presas fáciles de los halagos del Caos. Tras beber del Cáliz de Wulfen, los Aspirantes sufren una violenta transformación inicial en la que sus huesos se quiebran y retuercen, surgen ásperos mechones de cabello y sus mentes revierten a un estado bestial en el que ansían carne cruda y sangre. Uno de los aspectos más importantes de esta prueba es que el Aspirante ha de ser capaz de mantener a raya su lado bestial, incluso mientras se abre camino por los salvajes páramos y las duras condiciones ambientales de Fenris. Aquellos que fracasan se acabarán transformando en Wulfen. Si un Aspirante regresa al Colmillo tras superar la Prueba de Morkai, se le implantan los demás componentes de la semilla genética de los Lobos Espaciales, lo que estabiliza los efectos mutagénicos de la Helix. Aunque el procedimiento es extremadamente peligroso, los demás componentes de la semilla genética de los Lobos Espaciales no serán capaces de iniciar la metamorfosis del Aspirante en Astartes a menos que la Canis Helix sea implantada en primer lugar para actuar como catalizador para la transformación.
La siguiente fase de la transformación de un Neófito en un Astartes de los Lobos de pleno derecho es un periodo de prueba en el que las transformaciones físicas iniciadas por el catalizador genético de la Canis Helix comienzan a manifestarse. Entre los cambios más comunes se encuentra el aguzamiento de los sentidos del Neófito más allá de lo normal en otros Marines Espaciales, el alargamiento de sus colmillos hasta hacerlos capaces de rasgar el plastiacero, y el endurecimiento de su piel hasta adquirir la resistencia del cuero. Su masa corporal se incrementará en más de un ochenta por ciento y muchos de sus huesos se soldarán. Muchos de los Aspirantes continuarán desarrollando y adaptándose a sus nuevas capacidades e implantes genéticos, pero otros sucumbirán a la Maldición del Lobo e involucionarán para convertirse en uno de los gigantescos y salvajes mutantes sanguinarios conocidos como los Wulfen. Convertirse en una de dichas criaturas implica quedar alejado de la gracia del Emperador, y vagar por los bosques y montañas para siempre como una criatura surgida de la más oscura noche.
El duro régimen de adiestramiento de los Lobos Espaciales asegura, por lo general, que dichos individuos perezcan en las primeras fases del proceso. Sin embargo, en la época de la Gran Cruzada, mientras el Emperador y sus Legiones Astartes conquistaban amplias áreas de la galaxia en nombre de la Humanidad, aquellos hermanos tocados por la Maldición se agruparon para formar la 13ª Gran Compañía, en donde su salvaje ferocidad podía ser empleada en masa, manteniéndose contenida para la seguridad de la Legión en su conjunto. Sin embargo, la 13ª Gran Compañía acabó desapareciendo, lo que desencadenó la creación de innumerables mitos.
Incluso cuando la secuencia de la Canis Helix se estabiliza dentro del cuerpo de un Neófito, esta aún tiene la capacidad de afectar al guerrero a lo largo de su vida, particularmente cuando la ferocidad propia de los Lobos Espaciales, que apenas puede contenerse en tiempos más pacíficos, es desencadenada en combate. Siempre existe la posibilidad de que, en dicho momento, el guerrero pueda sucumbir a la Maldición del Wulfen, convirtiéndose en la bestia que ha luchado por dominar durante tantos siglos. La tarea de evitar que la Maldición del Wulfen domine a los Lobos Espaciales recae sobre los Sacerdotes Lobo, los líderes de culto y guías espirituales del Capítulo, quienes toman total responsabilidad del desarrollo de aquellos que son puestos bajo su cargo, ya sea marcial, espiritual o mentalmente. Los que han sido "mordidos por el Lobo", o sea, aquellos que han comenzado a sufrir la Maldición del Wulfen, son puestos bajo el cuidado de los Sacerdotes Lobo.
A medida que un Lobo Espacial envejece y gana experiencia en combate, la Canis Helix causa algunos cambios adicionales, como son que su cabello se vuelva gris, que sus colmillos crezcan aún más, que su piel se vuelva aún más correosa y, en algunos casos, que sus ojos se vuelvan amarillos. Un Astartes de los Lobos Espaciales que alcanza este nivel de desarrollo suele ser considerado para su ascenso a las filas de los Cazadores Grises. En algunos Lobos Espaciales, la Canis Helix provoca la aparición de un comportamiento melancólico y maligno, lo que los aleja de la camaradería habitual en una Manada (escuadra) de Lobos Espaciales. Dichos Astartes, tradicionalmente, acaban convirtiéndose en Exploradores Lobo.
Para cuando un Astartes de los Lobos Espaciales alcanza lo que podría considerarse como su total desarrollo, la Canis Helix habrá hecho que sus caninos crezcan hasta convertirse en verdaderos colmillos y que su cabello haya crecido de forma desgreñada y se haya vuelto gris. En dicho punto suelen unirse a las filas de los Colmillos Largos, los especialistas veteranos en armas pesadas del Capítulo.
Se especula, aunque no hay seguridad de ellos, que alguna irregularidad latente en la Canis Helix sea la responsable de las inusuales habilidades psíquicas, capaces de afectar a los elementos, de los Lobos Espaciales que acaban por convertirse en los Sacerdotes Rúnicos del Capítulo.
La Templanza[]
La Canis Helix es, a la vez, la mayor fuerza y el defecto fatal de los Lobos Espaciales. Debido a que la semilla genética de los Lobos es inherentemente inestable, el primer (y seguramente el último) intento de los Lobos de crear Capítulos Sucesores fue un rotundo fracaso. Cuando la Legión fue dividida tras la Herejía de Horus, fue creado un nuevo Capítulo, el de los Hermanos de Manada. Se suponía que los Hermanos de Manada serían el primero de muchos Capítulos Sucesores de los Lobos, pero pronto sucumbieron a la Maldición del Wulfen y se dispersaron, motivo por el que los Lobos desistieron de intentar copiarse a sí mismos.
En el M32, Thrar Ariak Hraldir, el Alto Sacerdote Lobo de los Lobos Espaciales, estaba llevando a cabo experimentos, a los que llamaba "La Templanza", cuyo objetivo era controlar la inestabilidad de la Canis Helix, y se cree que llegó a encontrarse cerca de lograr tal objetivo. Sin embargo, su laboratorio fue destruido por Magnus el Rojo durante la Batalla del Colmillo. Magnus, preocupado por el hecho de que los Lobos lograran proliferar y extenderse, se concentró en destruir el laboratorio y matar a Hraldir antes de iniciarse el asalto principal contra el corazón de la fortaleza.
La Templanza era un proyecto bastante controvertido, siendo por tanto un secreto celosamente guardado dentro del Capítulo. Dicho proyecto tenía la aprobación del Señor Lobo Vaer Greyloc y del Gran Lobo Harek Ironhelm, aunque el venerable Bjorn se enfureció cuando supo del proyecto, proclamando que era una traición a su Primarca, Leman Russ. Según Bjorn, si Magnus no lo hubiera destruido, lo habría hecho él mismo. Incluso un kaerl mortal de los Lobos, Morek Karekborn, consideró que el Marine Espacial prototipo que vio en el laboratorio de Hraldir tenía un aspecto antinatural, careciendo del salvaje poder que podía percibir en los demás Lobos. Hraldir también admitió que aún no había logrado estabilizar a sus sujetos de pruebas hasta el punto en el que pudieran sobrevivir por sí mismos, aunque pensaba que estaba acercándose a dicho punto. No se sabe si la Templanza habría tenido éxito incluso si Hraldir hubiera completado su labor.
Fuentes[]
- Codex: Lobos Espaciales (2ª, y 5ª Edición).
- Deathwatch: Libro de Reglas (Juego de Rol).
- Deathwatch: Primera Fundación (Juego de Rol).
- Index Astartes II, "Lobos de Fenris - El Capítulo de Marines Espaciales de los Lobos Espaciales".
- White Dwarf 54 (Revista, edición Alemana).
- White Dwarf 283 (Revista, edición Australiana), "Index Astartes – 13th Company".
- White Dwarf 259 (Revista, edición Australiana), "Index Astartes – The Space Wolves".
- White Dwarf 258 (Revista, Edición Norteamericana), "Index Astartes First Founding: Wolves of Fenris".
- "Lobo Espacial" (Novela), por William King.
- "Honor de Lobo" (Novela), por Geoff Taylor.
- "El Asedio de Deliverance" (Novela), por Gav Thorpe.
- "La Batalla del Colmillo" (Novela), por Chris Wraight.