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Veredicto del Certamen de Relatos Wikihammer + Voz de Horus ¡Léelos aquí!

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La Campaña de Tartarus fue un conflicto librado en el M41 en el planeta Tartarus, en el que participaron el 37º Regimiento de las Fuerzas de Defensa Planetaria, al mando del Coronel Carus Brom, los Orkos del Kaudillo Orkamungus, los Marines Espaciales del Capítulo de los Cuervos Sangrientos, dirigidos por el entonces Capitán Gabriel Angelos, los Marines Espaciales del Caos de la Legión Alfa, liderados por Lord Bale y Sindri Myr, y los Eldars de Biel-Tan, guiados por la Vidente Macha.

Historia[]

La campaña tuvo lugar en el M41 en Tartarus, un mundo civilizado imperial que estaba bajo asedio de un enorme ¡Waaagh! Orko, defendido por el Coronel Carus Brom y su 37º Regimiento de Defensa Planetaria. La 3ª Compañía de los Cuervos Sangrientos, liderada por el Capitán Gabriel Angelos, llegó al planeta a tiempo de salvar a Brom y a sus restantes hombres y procedieron a eliminar a los Orkos en la vecindad. Tras la batalla, se unió a Gabriel el Bibliotecario Isador Akios. Brom preguntó a Isador sobre el reciente Exterminatus del vecino planeta Cyrene, el mundo natal de Gabriel Angelos, pero Isador le dejó claro que no debía volver a mencionarlo. Acto seguido, los Cuervos Sangrientos se prepararon para una misión de erradicación de los Orkos del espaciopuerto con el fin de proteger las naves de evacuación de la gente del planeta.

Isador, percibiendo que la mente de Gabriel estaba atribulada, se dio cuenta de la razón, y le dijo que no había nada que él pudiera haber hecho para salvar a Cyrene. Aun así, Gabriel le dijo que no lo volviera a mencionar, que su mundo natal era su responsabilidad. Después del exterminio de los Orkos, los Exploradores le revelaron a Gabriel que las Fuerzas del Caos también estaban operando en el planeta. Poco después de esta revelación, se les unió un Inquisidor, Mordecai Toth, que ordenó a los Cuervos Sangrientos que abandonasen el planeta, advirtiéndoles de que una tormenta Disforme se estaba acercando al planeta y que lo consumiría en tres días. Toth ordenó también una completa evacuación de la población imperial del planeta. Al seguir investigando, se descubrió que los Eldars del Mundo Astronave de Biel-Tan también estaban implicados en Tartarus. Los Cuervos Sangrientos encontraron un altar dedicado al Caos Absoluto, confirmando las suposiciones de Gabriel, que se decidió a destruir a los Traidores, desconociendo que Isador ya estaba bajo la influencia de Sindri Myr, el Hechicero del Caos de la partida de guerra de la Legión Alfa que se encontraba en el planeta.

Tras la destrucción de la mayoría de Eldars por las fuerzas de Gabriel Angelos, su Vidente Macha le suplicó a Gabriel que escuchase sus palabras. Durante ese momento de distracción, Sindri robó un artefacto, el cual Macha reveló que era una llave para "la erradicación de este mundo". La Vidente se sorprendió ante la ignorancia de los Astartes, comentando que el Inquisidor les mantenía "atados con una correa"; y sugiriendo que aquel sabía más de lo que les contaba, les advirtió que le preguntasen, tras contar a los Cuervos Sangrientos dónde encontrar a las atrincheradas fuerzas del Caos. Tras una dura lucha contra la Legión Alfa, Gabriel e Isador discutieron con el Inquisidor Toth en las ruinas de un templo del Culto Imperial, y Toth reveló que el planeta estaba maldito, y era el escondite de un artefacto del Caos: el Maledictum, una piedra que contenía la esencia de un Devorador de Almas un Gran Demonio de Khorne. Las fuerzas del Caos ya tenían todo lo necesario para invocarlo. Toth también explicó que los Eldars luchaban para proteger la piedra, ya que fueron ellos los que encerraron originalmente al Demonio en la piedra, al considerarse la única fuerza capaz de detener su influencia. Toth les contó también que el poder del Maledictum era suficiente "para corromper a los fieles y enloquecer a los hombres", habiendo corrompido ya a gran parte de la población de Tartarus y la Guardia Imperial, afectando incluso a los Cuervos Sangrientos de alguna forma con su influencia caótica. Gabriel y Toth formaron una alianza para encontrar y destruir el Maledictum, pero Isador fue corrompido por las tentaciones de Sindri y el Caos, y decidió robar el Maledictum para sí mismo.

Los Cuervos Sangrientos destruyeron el ejército de la Legión Alfa y al Señor del Caos Lord Bale, quien había sido traicionado por Sindri, y entretanto Isador encontró su oportunidad para robar el Maledictum. Ante la traición de Isador, Gabriel le persiguió para llevarle ante la justicia. Los Cuervos Sangrientos consiguieron eliminar las tropas renegadas de la Guardia Imperial de Isador, y Gabriel venció a Isador en combate singular. Isador suplicó piedad a Gabriel, a lo que este respondió: "Si redención es lo que buscas, entonces es lo que te daré". Acto seguido, le disparó en la cabeza con su pistola bólter, utilizando a su antiguo amigo como ejemplo para sus compañeros Astartes de los insidiosos poderes del Caos. El Inquisidor Toth reveló entonces que él sabía que los Poderes del Caos habían corrompido a un oficial de los Marines Espaciales en Tartarus pero que sospechaba que era Gabriel, no su Bibliotecario, y que habían pagado el precio de su error.

Mientras tanto, Sindri utilizó el poder del Maledictum para transformarse en un Príncipe Demonio. El Inquisidor Toth le cedió el martillo demonio Rompedioses a Gabriel. Entonces ellos, con los Cuervos Sangrientos y la ayuda de los restantes Eldars de Macha, atacaron a las fuerzas del Caos, matando incluso al Príncipe Demonio Sindri. Al final, los Eldars y a los Cuervos Sangrientos se reunieron alrededor del Maledictum. A pesar de las advertencias de la Vidente Macha, que les suplicó que no destruyeran la piedra, Gabriel obedeció al Inquisidor Toth y a su propio juicio y destruyó el Maledictum con Rompedioses. Los Eldars se retiraron, y Macha advirtió de forma profética que les había condenado a todos mientras los Cuervos Sangrientos se marchaban para ser evacuados. De todas formas, Gabriel se quedó atrás y se encontró con el Gran Demonio de Khorne que había sido liberado del Maledictum al romperlo Gabriel. El Demonio afirmó que les dejaba irse sin peligro del planeta como signo de gratitud por haberle liberado, pero le dijo a Gabriel que volvería pronto para reclamar las almas de él y sus hombres. Gabriel juró destruir al Demonio, y después se marchó junto con sus camaradas Astartes.

Aunque los Cuervos Sangrientos podían proclamar que la Campaña de Tartarus había sido una victoria completa, la sensación de triunfo estaba teñida de un profundo sentimiento de pérdida. Habían muerto granes Marines Espaciales, incluido el mejor amigo de Gabriel, el Bibliotecario Akios Isador.

Después de los hechos de la Campaña de Tartarus la 3ª Compañía de los Cuervos Sangrientos se encontraba peligrosamente cerca de desaparecer del todo.

Fuentes[]

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