![]() | El Sargento Guillermito, mascota de los Marines Espaciales, tiene el honor de patrocinar este espacio por orden del Capellán Cassius de los Ultramarines. ¡Pulsa sobre él y te acompañará a una Cruzada épica! ¡Lee más! ¡Sin piedad, sin remordimientos, sin miedo! |

Heráldica de la Guardia Celestial
La Guardia Celestial es un Capítulo sobre el cual se sabe poco y es posible que el Hermano de Batalla Borro represente el único caso de un integrante que jamás haya realizado una Larga Vigilia en la Cuenca de Jericho o en cualquier otro lugar.
Los anales de los Vigías de la Muerte registran que Borro estaba sirviendo en su primera vigilia cuando emergieron los acontecimientos de la defensa de la Estación de la Guardia Midael y era considerado como un guerrero competente y un Apotecario profesional. La red de espionaje de la Fortaleza de la Guardia Erioch tiene grabada la imagen de Borro recuperando las glándulas progenoides de un hermano caído mientras se defendía de los ataques de no menos de tres Marines Espaciales del Caos, escena que se reproduce en numerosas obras litúrgicas. La más grande cuelga en la torre de la propia Estación de la Guardia Midael, cuya forma es la de un tapiz de diez metros de ancho y cuarenta de largo, situado en el espacio central del interior de la torre. Borro se ha convertido en algo así como un tótem para los Apotecarios que sirven a los Vigías de la Muerte en la Cuenca de Jericho, y muchos invocan su nombre y su memoria mientras se preparan para una misión.
Equipo[]
- El sacrificio final de Borro: Los hechos desinteresados del Apotecario Borro son bien conocidos, pero existe un recordatorio físico de su sacrificio final por el bien de sus Hermanos de Batalla. En algún momento, en los últimos momentos antes de que él y el Señor del Vacío Cuiris quedasen atrapados en la bóveda/sala con la progenie de Daemons, Borro se aseguró de que las glándulas progenoides que había reunido de sus compañeros caídos fuesen salvadas de los estragos de los Marines Espaciales del Caos. Sin vacilación, y sabiendo que sólo tenía un instante para actuar, el apotecario volvió su Espada Sierra contra su propia carne, seccionando su guantelete, avambrazo y el Narthecium que portaba. Después lo depositó en una cripta de estasis que yacía fuera del santuario. A pesar de que se enfrentaba a la fatalidad, la semilla genética de sus hermanos podría ser recuperada y devuelta a sus respectivos Capítulos. Esta reliquia sobrevivió a los estragos de los marines traidores y a la destrucción hecha en la Estación de la Guardia por los Daemons, siendo recuperada más adelante. Ahora el depósito de glándulas progenoides es una reliquia potente y un recordatorio constante a todos los que la vean del sacrificio que hará un hermano por sus compañeros. Para los apotecarios de los Vigías de la Muerte en la Cuenca de Jericho tiene un significado especial, mas el frasco es mucho más que un símbolo, pues muchos apotecarios sostienen que los primitivos espíritus máquina de sus equipos de medicina parecen reforzarse por la presencia de esta reliquia. Sólo los apotecarios con mayor experiencia y honores tienen permiso para transportar dicho frasco a la batalla, y dado que ninguno puede estar seguro de cuánto tiempo durarán sus propiedades aparentemente milagrosas sólo se utiliza en raras ocasiones.
Fuente[]
- Deathwatch: The Emperor's Chosen (Juego de Rol).