Bibliotecario
Todos los Caballeros Grises tienen algún talento psíquico latente pero pocos de ellos lo ejercitan libremente. La mayoría se entrenan bajo supervisión constante para aprender sólo aquellas habilidades que estén en sintonía con las de sus Hermanos de Batalla, e incluso de manera aún más específica: centrándose en apender a usar las armas Némesis y los poderes psíquicos que utiliza la escuadra en la que sirven. No obstante, los Caballeros Grises que demuestren tener una fortaleza mental mayor que la del resto podrán ser llamados a las filas de los Bibliotecarios del Capítulo.
Bibliotecario Caballero Gris en armadura de exterminador
Una voluntad de Hierro
Los Bibliotecarios Caballeros Grises tienen una voluntad de hierro, como debe ser, pues los poderes que manejan son mucho mayores que los de sus Hermanos de Batalla, y por lo tanto destellan de una forma mucho mas llamativa en la Disformidad. Mostrar aunque sea la más minima flaqueza, la más temporal de las debilidades, es ponerse a merced de los depredadores ultramundanos, y de la eterna condenación que traen consigo.
En el campo de batalla, los Bibliotecarios utilizan sus poderes psíquicos para apoyar a sus Hermanos de Batalla. A menudo esto se manifiesta como algún tipo de descarga de energía psíquica pura, tal como una cataclísmica en el velo de laDisformidad o un rayo de electricidad supranatural. Sin embargo, posiblemente sean los poderes más sutiles de los Bibliotecarios los que tienen más efecto. Con algo de esfuerzo, un bibliotecario puede convocar a otros Hermanos de Batalla a su lado, protegerlos con una capa de sombras o imbuirlos de una fuerza descomunal.
Pocas cosas están fuera del alcanze de los poderes de un Bibliotecario, pues en el Sancta Sanctorum de los Caballeros Grises se encuentran registradas todas las técnicas y procedimientos para cada habilidad psíquica, sello de protección y encantamiento mágico concebible. Esta capacidad de poder elegir siempre armas psíquicas más adecuadas para cada batalla que tenga que librar, convierte a los Bibliotecarios en los más versátiles guerreros del Capítulo.
Custodios del saber
Aún así, pese a la enorme ventaja que supone para cualquier fuerza de ataque de Caballeros Grises el poder contar con un Bibliotecario en sus filas, la función más vital que llevan a cabo estos guerreros psíquicos tiene lugar tras los muros de la Fortaleza-Monasterio. Es allí donde el Bibliotecario aleccionará a los nuevos reclutas en los misterios que todo Caballeros Gris debe conocer: los seis cánticos de negación, las siete palabras de vida y muerte, las ocho letanías de batalla, y los nueve terribles hechizos que forman la base de toda magia (entre otras muchas lecciones).
La tutela de un Bibliotecario es un proceso de lo más riguroso, al que muchos aspirantes ni siquiera logran sobrevivir. Los Caballeros Grises opinan que es mucho mejor que los reclutas demasiado débiles perezcan a manos de un Bibliotecario durante este periodo de entrenamiento, antes de que tengan tiempo de poner en peligro al Capitulo con su ineptitud. No obstante en el rudo comportamiento que los Bibliotecarios tienen con los nuevos reclutas no hay un ápice de crueldad ni malicia. Se trata simplemente de un proceso de selección imprescindible para filtrar a los que no son aptos para convertirse en Hermanos de Batalla. Si los Caballeros Grises quieren seguir siendo un Capitulo de guerreros incorruptibles, sus mente y sus almas deben llegar a ser tan duras y resistentes como lo son sus cuerpos.
Pocos Bibliotecarios serán lo bastante afortunados como para vivir hasta esa edad en la que sus cuerpos ya no pueden soportar los rigores de una campaña militar. Dichos guerreros son retirados por completo del servicio activo, y se les destina a los laberínticos corredores del Sancta Sanctorum, con la tarea de vigilar y guardar sus húmedas criptas. Estos ancianos Caballeros Grises son los únicos que llegarán a estar al corriente de todo el catálogo de secretos del Capitulo, pues las criptas del Sancta Sanctorum guardan misterios que ni siquiera los Grandes Maestres conocen. Dichos misterios no pueden escapar de los confines del Sancta Sanctorum bajo ningún concepto, pues las tentaciones que conllevan son tan fuertes que incluso podrían llegar a corromper a algunos Hermanos de Batalla.