Batalla de Lohiac

El mundo astronave de Lohiac, asolado por la guerra, es un testamento de una gran alianza de demonios en una batalla que duró decenios. Cuatro mundos astronave lucharon y cayeron tratando de evitar que los demonios accedieran a un portal olvidado a la telaraña, el reino misterioso de los Eldars. Los demonios, al servicio de cada uno de los dioses del Caos decidieron unirse bajo el mando del príncipe demonio Sssair, el Destelleante.

De todos los dioses oscuros, Slaanesh es el que más codicia el alma de los Eldar, así que el Príncipe oscuro adquirió poder, ofreció palabras melosas a los otros dioses y regalos para asegurar su cooperación. Cuando el Guardián de los Secretos dirigió el asalto a las puertas relucientes situadas en el núcleo del mundo, tres avatares de los Eldars le hicieron frente. No había honor en este duelo, sobre todo cuando las bestias de Nurgle se trabaron en combate con los Avatares mientras Sssair y sus demonios acababan con ellos.

Fuera cual fuera la recompensa ofrecida por Slaanesh para asegurarse la victoria, hizo intervenir a aliados demoníacos de todos los panteones. Los aulladores de Tzeentch se enfrentaron a las motocicletas a reacción eldar, mientras las Rastreadoras y los Príncipes Demonio alados presionaban los flancos de la fuertemente presionada hueste Eldar.

Una alianza tan poderosa habría triunfado si no hubieran aparecido los Eldar Oscuros. Liderados por los peligrosos servidores del Dios que Ríe, atacaron a los demonios sin previo aviso. El salvajismo de su ataque hizo ganar tiempo al concilio de videntes Eldar para sellar el Portal, dejando al Príncipe Oscuro sin recompensa y en deuda con el resto de los Dioses.