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"Aquí sigue un examen del muy lamentable Asedio de Vraks, bastión y mundo arsenal de Su Muy Divina Majestad el Emperador, de los planes de aquellos traicioneros y heréticos rebeldes que llevaron a su caída y del glorioso sacrificio de la Guardia Imperial del Emperador entre los serios y duros regimientos de Krieg, y aquellos equivocados mortales que han venerado estúpidamente a los Poderes del Caos, a cambio de un terrible precio en sangre, y aún peor, de la condenación eterna de sus propias almas."
- —Informe de la Inquisición sobre el Asedio de Vraks
El Asedio de Vraks fue una campaña militar imperial que se luchó a lo largo de 17 años estándar con el fin de recuperar el Mundo Arsenal de Vraks Prime de manos de las heréticas Fuerzas del Caos dirigidas por el Cardenal Apóstata Xaphan. Vraks fue sitiado por las fuerzas del Imperio de la Humanidad en el 813.M41, después de que un intento de asesinato realizado por un agente del Oficio Asesinorum contra el traidor Cardenal Astral del sector Scarus, Xaphan, fallara.
El 88º Ejército de Asedio de la Guardia Imperial fue formado por regimientos de línea de los Korps de la Muerte de Krieg, con la misión de asediar Vraks y derribar al Cardenal renegado en una campaña de desgaste que el Adeptus Administratum calculó que tardaría 12 años estándar en concluir exitosamente.
El mando supremo del ejército y de la Campaña de Vraks fue entregado por el Mando de la Guardia Imperial del Segmentum Obscurus al Lord General Zuehlke, hijo de una familia noble con muchos contactos procedente del Segmentum Solar, quien estableció su cuartel general de campaña en Thracian Primaris. La influencia de la familia Zuehlke se extendía por los escalafones superiores de la Armada Imperial y la Guardia Imperial. Su bisabuelo había sido un ayudante del Lord Comandante Solar en Terra. La cualificación de Lord Zuehlke para liderar la campaña, aparte de su rango social, era bastante pobre más allá de su crianza militar y un estudio detallado del Tactica Imperialis, pero la presión política y el buen nombre de su familia dieron sus frutos.
Al concluir lo que acabó siendo una campaña de desgaste de 17 años, que requirió hasta 34 regimientos de la Guardia para recuperar el planeta en el 830.M41, 14 millones de Guardias Imperiales habían muerto, y toda la población original de Vraks Prime, unos 8 millones de almas, había sido consumida en la violencia o había sido exterminada al caer en la corrupción del Caos. El mundo fue declarado muerto por el Imperio, y se prohibió acercarse a él por orden del Lord Inquisidor del Ordo Hereticus Hector Rex.
Preludio[]
Artículo principal: Campos de la Muerte
Los problemas en Vraks comenzaron cuando el rebelde Cardenal Xaphan estableció un poderoso movimiento en el mundo arsenal de Vraks, del Departamento Munitorum, proclamando que estaba actuando en contra de los escépticos y herejes que amenazaban el sagrado dominio del Emperador. Xaphan intentó organizar una Guerra de Fe a la vez que establecía un dominio absoluto sobre Vraks, purgando a todo aquel que hablase en contra de su fanatismo. No obstante, sus sermones se centraron en los trabajadores oprimidos y los más desfavorecidos de la sociedad imperial, y pronto Xaphan se convirtió en un hombre del pueblo. Esto provocó la ira del Ordo Hereticus, el cual se sintió preocupado de que el Cardenal estuviera acumulando demasiado poder personal y que sus predicaciones de esperanza a las clases más bajas pudiesen resultar en una guerra abierta de clases en Vraks. Por ello, el Ordo decidió asesinar al Cardenal, desplegando a un solo asesino Vindicare para el trabajo. Sin embargo, el intento de asesinato fracasó y cuando la noticia de la amenaza a su "salvador" por parte del gobierno imperial llegó a las masas, los ciudadanos de Vraks se alzaron en una rebelión abierta.
Las Fratrías Militantes y los obreros-soldados del Cardenal desbordaron rápidamente a las pequeñas guarniciones del Adeptus Arbites y el Adepta Sororitas en el planeta, desmantelaron los edificios del Administratum en la Ciudadela central del planeta y asesinaron al Maestro-Prefecto. Pasó tiempo hasta que las noticias del alzamiento atravesaron los niveles de mando del Departamento Munitorum, el Segmentum y el Estado Mayor, pero al final se aprobó el envío de una fuerza de ataque para retomar el planeta y purgar al Cardenal apóstata. La fuerza fue bautizada como el 88º Ejército de Asedio de la Guardia Imperial y consistía en 31 regimientos de los Korps de la Muerte de Krieg. El mando supremo de la operación fue dado al Lord Comandante Zuehlke. Los planificadores del Departamento Munitorum sabían que las fuerzas rebeldes de Xaphan estaban bien armadas gracias a los almacenes del planeta y se habían atrincherado en las formidables defensas de Vraks, por lo que su elección, dado que los regimientos de Krieg eran especialistas en los asedios y la guerra de trincheras, parecía la opción más natural.
Mientras tanto, la mano derecha de Xaphan, el Diácono Mamon, organizó las defensas de Vraks para resistir el asalto imperial. Los soldados más fieles y profesionales, procedentes del propio séquito del Cardenal, fueron llamados los Discípulos de Xaphan, mientras que las guarniciones de la Guardia Imperial y las FDP fueron también movilizadas y equipadas con el contenido de los vastos depósitos del mundo arsenal. Por último, un gran número de fanáticos de las Fratrías Militantes y el Cuerpo de Trabajo, hombres muy motivados aunque mal entrenados, conformaban una gran parte del ejército de Xaphan, y eran considerados prescindibles.
En el 965812.M41, el Asedio de Vraks dio comienzo cuando naves de transporte del 88º Ejército de Asedio comenzaron sus aterrizajes en el planeta.
Los Campos de la Muerte de Vraks[]
El primer disparo de la guerra fue hecho por los regimientos de Krieg, los cuales comenzaron un bombardeo de la artillería pesada sobre las posiciones rebeldes en las avanzadillas de la línea defensiva exterior de Vraks, conocida como los Yermos de Van Meersland. Después de días de bombardeo de artillería sobre las posiciones exteriores de los traidores, el primer asalto por las fuerzas de Krieg comenzó el 212813.M41 con 500.000 hombres lanzándose a las defensas durante dos días. Los Korps de la Muerte de Krieg sufrieron enormes bajas, con pelotones enteros simplemente borrados del orden de batalla imperial en cuestión de horas. Sin embargo, los hombres de Krieg continuaron su avance a través de la tierra de nadie, desafiando no sólo al fuego enemigo, sino también vastos campos de minas. Después de varias semanas de duros combates las fuerzas de Krieg habían logrado capturar unas cuantas líneas de trincheras externas, pero éstas eran ganancias insignificantes comparadas con el coste en vidas.
En el 897814.M41 comenzó la primera gran batalla campal de la campaña, la Batalla del Fuerte A-453. Después de un bombardeo nocturno masivo de artillería que apenas tuvo resultados, los cuerpos de Granaderos de Krieg y fuerzas blindadas consistentes en tanques Leman Russ y Baneblades avanzaron sobre la estratégica fortaleza. La infantería fue capaz de romper la línea defensiva enemiga, forzando la retirada del enemigo. La primera brecha general en las defensas enemigas fue lograda gracias al 30º Korps de Línea, y fue aprovechado por todas las fuerzas imperiales en el sector. Los Jinetes de la Muerte persiguieron a las fuerzas enemigas en retirada, acelerando lo que se convirtió en una desbandada general cuando las fuerzas Traidoras se retiraron a su siguiente línea de fortificaciones. El Fuerte A-453 fue capturado a un coste de vidas significativo, pero se había conseguido el primer objetivo del Asedio de Vraks.
Después de dos años de guerra, el 88º Ejército de Asedio experimentó el primer contraataque concentrado, cuyo objetivo era recuperar el terreno perdido en el sector norte después de la caída del Fuerte A-453. Las desprevenidas fuerzas de Krieg del sector norte fueron objeto de una furiosa ofensiva nocturna de las antiguas FDP y guarniciones de Vraks, y aunque los soldados de Krieg lograron detener sus ataques iniciales no disponían de refuerzos para mantener su impulso. Las fuerzas traidoras atacaron de nuevo al amanecer, logrando esta vez abrir una brecha después de dos días de lucha agotadora. Las fuerzas de Krieg lucharon con valentía pero en vano, y gran parte del sector norte cayó de nuevo en manos de las fuerzas enemigas, lideradas por columnas de blindados. Este revés hizo retroceder significativamente el calendario de Lord Zuehlke para la realización de la campaña y le obligó a cancelar muchas ofensivas ya planeadas.
Sobrevinieron días de intensos y sangrientos combates para ambos bandos cuando las fuerzas imperiales lanzaron un asalto encabezado por tanques Leman Russ y Macharius para tratar de atenuar el impulso traidor. Con el tiempo, las fuerzas de Krieg lograron detener la contraofensiva enemiga. Después ambas partes se atrincheraron en sus posiciones, y tras varias semanas el 88º Ejército de Asedio lanzó su propia ofensiva para tratar de recuperar el terreno perdido con anterioridad. Las fuerzas traidoras perdieron algo de terreno, para a continuación embotar el ataque imperial con el lanzamiento de su propia contraofensiva. Durante siete años estos ciclos implacables de ofensivas, contraofensivas y guerra de trincheras se sucedieron, matando a millones en ambos lados. Sin embargo, en el 820.M41, un nuevo actor llegó para complicar las cosas a Lord Zuehkle. Comenzaron a llegar informes de que los Marines Espaciales del Caos de la Legión Alfa se habían unido a los renegados de Vraks, por lo que el Lord Comandante Zuehkle reenvió este informe al Lord Comandante Militar del Segmentum Obscurus. Sin que lo supieran las fuerzas del Imperio, Vraks había atraído la atención del caudillo Arkos el Desleal, cuya Barcaza de Batalla se infiltró en el sistema Vraks y desembarcó a sus hermanos de batalla en el otro lado del planeta. Arkos era un aliado potente y útil para Xaphan, que con mucho gusto aceptó su ayuda por el momento.
El informe de la presencia de la Legión Alfa en Vraks despertó la atención de los Ángeles Oscuros, los cuales respondieron a la llamada de ayuda de Lord Zuehkle. Los Ángeles Oscuros, normalmente reacios a entrometerse en operaciones de importancia que no les concernían, parecieron excesivamente comprometidos con la campaña de Vraks. El Supremo Gran Maestre Azrael movilizó a la mitad de todo el Capítulo. Era evidente que los Ángeles Oscuros iban tras algo en Vraks que no compartían con el Departamento Munitorum.
Usando Thunderhawks y precedidos por un feroz bombardeo orbital, los Ángeles Oscuros desplegaron tanto infantería como blindados pesados en las afueras del espaciopuerto de Vraks en el 844821.M41. Los objetivos iniciales de los Ángeles Oscuros fueron conseguidos en cuestión de minutos, destruyendo docenas de vehículos y cientos de soldados Traidores. A continuación los Astartes avanzaron sobre el propio espaciopuerto, usando la potencia de fuego indiscriminada de sus Thunderhawks para devastar la ciudad. Después de más de 8 días de cautos combates urbanos, Azrael ordenó al fin el asalto final a la ciudad y los Land Raiders encabezaron la carga. Los Traidores se vieron desbordados y superados por los Ángeles Oscuros, hasta que estos cayeron directos en una emboscada de la Legión Alfa que provocó que Arkos y Azrael se batieran en combate singular. Inicialmente vapuleado por el Señor del Caos, el Supremo Gran Maestre fue rescatado por los Exterminadores del Ala de Muerte y Arkos se vio obligado a retirarse con sus hombres. Nada más retirarse la Legión Alfa el Imperio reclamó el espaciopuerto, pero los Ángeles Oscuros había perdido 200 hermanos de batalla.
Rotura del frente[]
Buscando mantener la iniciativa, Lord Zuehlke organizó una ofensiva masiva para terminar la guerra de una vez por todas. Las fuerzas de los Korps de la Muerte cargaron hacia las líneas enemigas a través de la tierra de nadie, acompañados por un bombardeo de artillería masivo. El resultado fue la típica masacre mutua para ambas partes y las fuerzas imperiales avanzaron poco después de tres días de lucha sangrienta. Sin embargo, la batalla de desgaste comenzó a hacer mella en las fuerzas rebeldes y hacia el cuarto día el 468º Regimiento de Krieg logró un gran avance sobre las exhaustas y maltratadas líneas vraksianas. Esta vez las fuerzas rebeldes no pudieron organizar una contraofensiva importante y su segunda línea de defensa se colapsó. Los Guardias Imperiales habían logrado al fin un avance importante, después de nueve años de constantes ataques. Ahora se hacía evidente que las fuerzas de Xaphan en Vraks se enfrentaban a una derrota segura. Sin embargo, la verdadera batalla estaba aún por llegar.
Tras su derrota en el espaciopuerto, Arkos hizo que sus Hechiceros enviaran una señal psíquica a través de la Disformidad. Era una llamada de ayuda a viejos aliados para que vinieran a Vraks, y partidas de guerra del Ojo del Terror, unidas por su odio por el Imperio, respondieron a la llamada. Pronto, una flota de más de treinta naves del Caos fue localizada en dirección al sector. El comandante de las naves imperiales en la región, el Contralmirante Rasiak, organizó sus escasos recursos para resistirles en torno a su nave insignia, el Crucero clase Lunar Lord Bellerophon. Después de que sus escuadrones de fragatas en misión de reconocimiento contactasen con las naves Traidoras, la Primera Batalla del Sistema Vraks comenzó cuando las fuerzas del Caos pusieron a prueba las defensas del planeta. Seis días más tarde, la flota Traidora hizo su avance hacia el planeta y la Lord Bellerophon, respaldada por Cruceros y Grandes Cruceros, luchó contra el Acorazado clase Saqueador Corazón de la Anarquía, así como sus cruceros de escolta y naves de piratería. Al final, la flota del Caos abrumó a los defensores planetarios imperiales y la Lord Bellerophon se vio obligada a retirarse. Ahora las fuerzas del Caos tenían el control total de los cielos de Vraks y desencadenarían una venganza sangrienta sobre las fuerzas imperiales en el planeta.
Contraofensiva del Caos[]
Artículo principal: Victoria o Muerte
La contraofensiva de los Marines Espaciales del Caos en Vraks comenzó cuando la partida de guerra de los Devoradores de Mundos conocida como los Berserkers de Skallathrax lanzó un asalto en Cápsulas de Desembarco Dreadclaw sobre el planeta desde el acorazado Amanecer Sangriento. Los ataques fueron dirigidos a la parte trasera de los regimientos de Krieg, que ahora estaban rodeando la fortaleza principal de Vraks. Los Korps de la Muerte ya estaban ocupados en el Asalto al Risco Mortuorio, una elevación estratégica con vistas a la Fortaleza. El ataque era típicamente sangriento para ambos bandos, pero la situación se volvió catastrófica para las fuerzas imperiales cuando la flota del Caos sobre ellos inició un feroz bombardeo orbital con sus macrocañones. Luego cayeron las Dreadclaws, todas llenas de aullantes Bersérkeres de Khorne. Estos asesinos siempre sedientos de sangre y el bombardeo orbital previo sumieron a los regimientos de Krieg en la mayor de las confusiones y después en una desbandada completa. Las demás naves del Caos empezaron a aterrizar en el planeta, desembarcando no sólo Marines Espaciales del Caos, sino partidas de guerra completas de la Guardia de la Muerte, Devoradores de Mundos, Guerreros de Hierro y la Legión Negra, amén de cientos de miles de cultistas, mutantes, Hombres Bestia, y otros combatientes del Caos. Peor aún, Titanes de la Legio Vulcanum aterrizaron en el planeta, descargando sus complementos de Warhounds y Reavers. Viendo una oportunidad para un cambio de tornas radical, los renegados de Vraks lanzaron un gran ataque desde sus propias posiciones, provocando que las tropas de Krieg fuesen atacadas por todas partes. Se estaba produciendo una contraofensiva de las fuerzas del Caos a gran escala, y la Guardia Imperial se enfrentaba a una derrota total.
Lo que antes fue una guerra con frentes claramente definidos ahora se convirtió en un maremágnum, en el que los regimientos de Krieg eran atacados por todos los flancos por una amplia variedad de enemigos. Las fuerzas imperiales se retiraron en un orden precario y el Mando del Segmentum no tardó en cobrarse la cabeza del Lord Comandante Zuehlke, nombrando en su lugar al Mariscal Amim Kargori para salvar la campaña. Kargori reunió una fuerza de rescate para salvar a los sitiados regimientos de Krieg, la cual constaba de Titanes de la Legio Astorum así como regimientos frescos del propio Krieg. Mientras esta fuerza de socorro era movilizada, los Korps de Krieg en Vraks lucharon por sus vidas.
Para entonces, Xaphan había perdido casi cualquier control sobre sus fuerzas. Arkos y los señores de la guerra de las distintas partidas de guerra de Marines Espaciales del Caos que operaban en el planeta habían asumido el mando directo y Xaphan se vio convertido en una simple figura decorativa que hizo cada vez menos apariciones públicas. Varias partidas de guerra afines a Nurgle, tales como Los Purgadores, los Apóstoles del Contagio y los Señores de la Decadencia saquearon los almacenes de Vraks, desatando una terrible arma química conocida como TP-III, la cual incluso podía aravesar las máscaras de gas de los soldados de Krieg. Las fuerzas de la Guardia de la Muerte, consistentes en muchos Marines de Plaga, masacraron al 19º de Krieg con su nueva arma en una alegre cosecha para Nurgle.
Entretanto, tras varias semanas llegaron fuerzas de la Flota de Batalla Scarus al sistema Vraks para evaluar la situación de la flota enemiga. Para su sorpresa, no quedaban naves enemigas en órbita. Los capitanes Traidores consideraban que ya habían ganado la guerra sobre el planeta, y se habían marchado para obtener nuevas victorias y botines. No obstante, quedaba una nave: el Acorazado Corazón de la Anarquía de la Legión Alfa y sus naves de escolta, que intentaron emboscar al Acorazado imperial Duque De Walle en la Segunda Batalla del Sistema Vraks. Esta vez, el Corazón de la Anarquía fue gravemente dañado y se retiró del sistema, permitiendo al Imperio desembarcar refuerzos en el planeta. Los nuevos regimientos de Krieg y Titanes establecieron rápidamente una cabeza de playa en Vraks, y lanzaron la Ofensiva de Kargori, que logró quebrar el impulso de los Traidores a base de pura fuerza de desgaste y de la potencia de fuego de los Titanes. Durante la batalla, los Titanes Leales y Traidores se enfrentaron en combate, y los Leales obtuvieron la victoria, obligando a los Traidores a retirarse tras perder casi doce máquinas.
Con ambos bandos atrincherándose para una nueva guerra de desgaste, el Mariscal Kargori buscó aplicar una nueva y dramática táctica, empleando equipos de ingenieros del Korps de la Muerte para tratar de excavar bajo las posiciones enemigas y colocar minas y túneles para atacar la retaguardia Traidora. Esta "Guerra bajo Vraks" se convirtió en uno de los principales teatros de operaciones, y los dos bandos sufrieron graves pérdidas en la oscuridad de las crueles luchas subterráneas. En el aire, ambos bandos trataron de establecer su superioridad sobre el campo de batalla en una nueva fase de la guerra. Los Hell Blades y Hell Talons del Caos intercambiaron golpes con los Thunderbolts y Lightnings imperiales mientras los Marauders hacían llover muerte sobre las líneas vraksianas. A medida que avanzaba la guerra, las alas de cazas de la Armada Imperial lograron establecer una superioridad aérea local, pero solo a un alto coste.
El Mariscal Kargori, tratando de devolver al Imperio la iniciativa en la campaña, organizó una nueva ofensiva en masa. Después de que los ingenieros subterráneos de Krieg minasen las defensas enemigas en el Sector 54-44, se lanzó un enorme bombardeo de artillería y un asalto en masa con transportes Gorgon. Los primeros dos asaltos fracasaron ante la feroz resistencia Traidora, y aunque un tercer empuje logró ocupar sectores locales a costa de un millón de hombres, la situación general en el planeta era sombría. Los Marines Espaciales del Caos lanzaron devastadores ataques relámpago, y las tropas de Krieg se vieron atacadas desde el frente y la retaguardia por este nuevo y móvil enemigo. La larga guerra de desgaste continuó para ambos bandos, y se impuso un punto muerto de nuevo. El Administratum empezó a perder la fe en el esfuerzo bélico, al no ver cercano ningún final decisivo, y empezó a retirar regimientos vitales para desplegarlos en otras zonas de guerra, condenando a la campaña a prolongarse aún más. Desesperado, Kargori intentó reclutar Marines Espaciales Leales del Capítulo de los Escorpiones Rojos para tratar de ganar ventaja por fin en el conflicto.
Tras largas negociaciones, los Escorpiones Rojos aceptaron contribuir a la maquinaria bélica y escogieron aterrizar en la brecha creada en el Sector 57-44 para crear una brecha decisiva. Los Escorpiones Rojos enviaron a sus Veteranos y Exterminadores desde su Crucero de Asalto en un ataque codificado como la Operación Punto de Ejecución. Aterrizando mediante Thunderhawks y teleportación, los Escorpiones Rojos pillaron al enemigo con la guardia baja y desbarataron sus filas. Fueron respondidos con una brutal carga de Ogretes del Caos, que fue rechazada en un sangriento combate cuerpo a cuerpo por los Exterminadores de Asalto. Los Escorpiones lograron tomar la brecha, que pronto fue reforzada por Guardias Imperiales de Krieg. A su vez, los Traidores organizaron un gran contraataque, esta vez encabezado por Titanes del Caos. De nuevo, recayó en los Titanes Leales de los Corredores de la Disformidad la tarea de rechazar a sus parientes Traidores, y consiguieron hacer que la Legio Vulcanum se retirase. Con la ofensiva enemiga derrotada, los Escorpiones Rojos dieron su misión por cumplida y se retiraron tan rápido como habían llegado. Con la brecha del Sector 57-44 en sus manos, ahora las fuerzas del Imperio solo tenían que tomar la Fortaleza central de Vraks. Entretanto, los Marines Espaciales del Caos hicieron poco por impedir la captura de la brecha, ya que estaban ocupados tratando de invocar nuevos aliados al campo de batalla.
El Asalto Final[]
Artículo principal: El Asalto Final
Los informes de malos augurios y portentos empezaron a brotar por todo el sistema Vraks, señales típicamente asociadas a una inminente incursión de Demonios. Como resultado, el Ordo Malleus empezó a investigar la situación. En un Cónclave Inquisitorial celebrado en la Fortaleza Inquisitorial de Scarus, se determinó que una incursión daemónica en Vraks era inminente, y que el Ordo Malleus recibiría la jurisdicción para tomar el mando de la operación de manos del Ordo Hereticus. El Lord Inquisidor Hector Rex obtuvo el mando de la expedición, y de inmediato empezó a negociar con el 88º Ejército de Asedio para que él y sus Inquisidores tomasen el mando directo del esfuerzo bélico. Las fuerzas del Ordo Malleus fueron reforzadas por los Capítulos Astartes de los Caballeros Grises y los Cazadores Rojos. Como era de esperar, el agobiado cuartel general del 88º Ejército en Thracian Primaris aceptó ceder el mando de la operación de Vraks a Lord Rex. Así, el Asedio de Vraks se convirtió en un gran frente para el Ordo Malleus, con Rex convertido en el nuevo Comandante Supremo y los Inquisidores desplegados en el campo de batalla como sus lugartenientes.
Cuando los Cruceros de Asalto de los Caballeros Grises y los Cazadores Rojos entraron en la órbita de Vraks, ya se estaba planeando el asalto final del 88º Ejército de Asedio a la fortaleza central de Vraks. Tomar la ciudadela era por fin posible desde la captura del Sector 57-44. Se esperaba una fuerte resistencia, y casi todas las fuerzas de Krieg desplegadas en el planeta serían involucradas en la operación junto a las de la Inquisición. Lord Rex planeaba cerrar un anillo de tropas en torno a la Ciudadela, y atrapar progresivamente a los Traidores en un círculo cada vez más pequeño. La primera acción de la ofensiva fue llevada a cabo por el 30º Korps de Línea, que avanzó a través de un "Infierno Verde" de partidas de guerra de la Guardia de la Muerte. Tras ocho días de feroces combates en los que los Guardias Imperiales se enfrentaron a Ingenios Daemónicos, guerra química y retorcidos Engendros del Caos de Nurgle, las fuerzas de Krieg acabaron por detenerse. Para romper el punto muerto, los Inquisidores autorizaron el uso de armas químicas, que apenas afectaron a los Marines de Plaga y solo empeoraron las condiciones del Infierno Verde. Entretanto, las demás ofensivas de las tropas de Krieg avanzaban despacio y cobrándose el habitual coste altísimo en vidas. No obstante, el avance sobre la Ciudadela de Vraks no se detenía.
A medida que la lucha continuaba y las fuerzas imperiales seguían avanzando, las partidas de guerra de Marines Espaciales del Caos empezaron a enzarzarse en disputas por los suministros y la moral de los renegados empezó a flaquear. Lord Zhufor de los Cosechadores de Cráneos, que deseaba prolongar la guerra simplemente para ofrecer más cráneos a Khorne, planeó tomar el mando del esfuerzo bélico renegado. Se produjo un golpe contra las demás partidas de guerra, y Zhufor logró someter a los Berserkers de Skallathrax, los Hermanos Negros de Ayreas y Los Santificados mediante combates o negociaciones. Arkos y sus Legionarios Alfa se mantuvieron aliados a Zhufor, permitiendo que los crueles Cosechadores de Cráneos entrasen en el palacio de Xaphan, masacrasen a los seguidores del Cardenal y encerrasen a este en una mazmorra. Las noticias de este giro de los acontecimientos no se divulgaron entre los renegados de Vraks, y Xaphan siguió siendo el líder nominal de la resistencia Traidora, aunque Zhufor fuese ahora el señor supremo de Vraks.
Entretanto, Lord Rex lanzó un asalto sobre la Colina del Ahorcado, con la intención de inutilizar las baterías de láseres de defensa que rodeaban la Ciudadela de Vraks, y estas cayeron en sangrientas batallas campales. La cima principal fue tomada tras tres ataques fallidos, pero por fin se pudo ver directamente la Ciudadela de Vraks. A pesar de esta victoria, las injerencias de los rivales de Rex en la Inquisición provocaron que el tamaño total del 88º Ejército de Asedio se redujera cuando los propios Altos Señores de Terra emitieron un decreto directo para retirar a una docena de regimientos.
Este terrible suceso no detuvo el avance de Rex, no obstante, y atacó una ruta clave hacia la Ciudadela en la Batalla por la Puerta 579-459. La batalla fue sangrienta, y en ella murió el Comisario-General Maugh y la ofensiva casi se vino abajo por la intervención de Bersérkeres de Khorne y Exterminadores del Caos. No obstante, la enorme superioridad numérica de los Guardias Imperiales y un avance blindado lograron rechazar esta contraofensiva.
Con la Puerta 579-459 en sus manos, el 88º Ejército se preparó para el avance final sobre la propia Ciudadela de Vraks. La ciudadela era un objetivo imponente, el bastión defensivo más formidable de todo el planeta. Los Guardias tendrían que afrontar las "Laderas de Muerte" excavadas en torno a la fortaleza, y también a los Daemons que los Marines Espaciales del Caos podrían invocar. No obstante, Rex sabía que este sangriento asalto era necesario, y planeó realizar tres ataques principales desde distintas direcciones.
El ataque comenzó con un avance con Gorgons, que desembarcaron Guardias de Krieg ante las Laderas de Muerte. Respaldados por tanques, artillería y aviación, se emplearon todos los recursos a disposición del 88º Ejército de Asedio. Sin embargo, como era de prever los tres ataques se encontraron con una feroz resistencia y las tropas de Krieg sufrieron enormes pérdidas. No obstante, los continuos bombardeos de la artillería y la aviación lograron sobrecargar por fin los escudos de vacío de la Ciudadela, permitiendo dañar directamente a la propia fortaleza. Cuando los Guardias alcanzaron por fin las Laderas de Muerte, la resistencia inicial fue débil, pero esto fue solo una estratagema del enemigo, atrincherado tras los muros de la Ciudadela, que abrió fuego con una tremenda cantidad de armas cuando las fuerzas de Krieg se aproximaron. Estalló una batalla de siete días por la garganta central que rodeaba la Ciudadela, que ni siquiera la intervención de los Titanes Imperiales logró inclinar a favor de los Leales. Al final, Rex se dio cuenta de que solo los Astartes podían tomar la garganta, y los Cazadores Rojos, que aguardaban en la órbita alta, se desplegaron a bordo de Cápsulas de Desembarco. Sin embargo, el enemigo había esperado esta maniobra, y los 150 Marines Espaciales de los Cazadores Rojos cayeron directamente en una trampa. Fueron rodeados y aniquilados por completo, ya que las fuerzas de Krieg no pudieron apoyarlos por la escasa visibilidad. Las tropas de Krieg lanzaron varios ataques más a pesar de todo, lo que provocó la masacre de dos regimientos enteros. Finalmente, la ofensiva sobre la garganta fue abandonada un día después.
Rex esperó a haber organizado una fuerza de 68 bombarderos Marauder antes de lanzar un nuevo asalto sobre la garganta. Esta vez, la potencia del ataque aéreo combinada con las clásicas tácticas de desgaste de Krieg y una gran ofensiva de Titanes hicieron que la garganta cayese por fin en manos imperiales. Al mismo tiempo, los Guardias de Krieg avanzaron por todo el frente, y en algunos puntos casi alcanzaron las murallas. Fue entonces cuando se produjo el pesado contraataque de los Hermanos Negros de Ayreas, que rechazaron a las tropas imperiales de los muros. El ataque a las murallas fue reforzado con más y más hombres, y en un día estas posiciones cambiaron de manos seis veces. Mientras tanto, Los Santificados desataban Ingenios Daemónicos sacrificando las almas de los prisioneros a sus Dioses Oscuros. Al segundo día, la infantería de Krieg lanzó una nueva ofensiva encabezada por los Caballeros Grises y el propio Lord Rex para enfrentarse a las nuevas fuerzas Daemónicas de que disponían los renegados. Avasallando a las fuerzas Traidoras, las fuerzas imperiales lograron tomar la Estribación de la Puerta Inferior y derrotaron a varios contraataques enemigos. Fue la primera victoria de la última batalla de Vraks.
Asalto demoníaco[]
Al mismo tiempo, los Escorpiones Rojos se desplegaron una vez más en Vraks para aprovechar los avances logrados en la Puerta Inferior, ahora en ruinas por los combates. Se enfrentaron a los Traidores en la Batalla por la Puerta de San Leonis, una de las entradas principales a la Ciudadela de Vraks. Con sus Land Raiders al frente, los Escorpiones Rojos lograron rechazar al enemigo. No obstante, los Traidores estaban lejos de haber sido derrotados: Los Santificados completaron por fin su ritual y abrieron una fisura Disforme en la Ciudadela, y de ella se derramaron los Demonios. Desangradores de Khorne, Mastines de Khorne y Juggernauts atravesaron inicialmente las líneas imperiales, pero los Escorpiones Rojos se mantuvieron firmes y no cedieron terreno. Entretanto, en la Batalla por la Puerta del Cardenal, la fuerza de asalto de los Caballeros Grises de Lord Hector Rex se encontró con resistencia daemónica similar, pero fue más capaz de hacerle frente. Todo iba según lo planeado en este frente hasta que el Devorador de Almas An'ggrath el Desatado se alzó entre las filas daemónicas . El poderoso Gran Demonio de Khorne partió un Land Raider en dos y mató al Hermano-Capitán Arturus. Enfrentándose en solitario a la bestia, Rex logró hundir su espada en su corazón y expulsarla de vuelta a la Disformidad tras un feroz duelo.
En este punto, cuando parecía que el asedio casi había terminado, los Ángeles de Absolución hicieron acto de presencia repentinamente para apoyar a las fuerzas imperiales. Los recién llegados, siguiendo instrucciones del Supremo Gran Maestre de los Ángeles Oscuros, habían esperado hasta el final del asedio para penetrar en la fortaleza y completar su misión secreta. Los Ángeles de Absolución asaltaron las posiciones de la Legión Alfa, capturando a Arkos después de que este matara al Señor de la Compañía Yafrir para llevarlo a La Roca por razones misteriosas. La partida de guerra de Arkos fue derrotada poco después, y la flota de los Ángeles logró encontrar y destruir la nave insignia de Arkos, la Corazón de la Anarquía.
Mientras tanto, tenía lugar el ataque final a la Ciudadela. El complejo fue objeto de un despiadado bombardeo de artillería y aviación, mientras los ingenieros subterráneos de Krieg creaban brechas adicionales por las que arrojar tropas. Un exhausto Lord Rex dirigió los últimos barridos de la Ciudadela junto a los Escorpiones Rojos y los Caballeros Grises, matando a todos los Daemons y herejes que encontraron. En las mazmorras encontraron los despojos del Cardenal Xaphan, convertido en un patético Engendro del Caos. También se descubrió a las Hermanas de Batalla de la guarnición original de la Ciudadela, torturadas y mudas tras dieciocho años de sufrimiento. Con la guerra prácticamente perdida, los Cosechadores de Cráneos de Zhufor, los Berserkers de Skallathrax y Los Santificados huyeron a través de las fisuras Disformes creadas por sus aliados. No obstante, antes de partir Los Santificados invocaron al Príncipe Demonio Uraka Az'baramael y a su partida de Daemons de Khorne. El señor daemónico fue atacado a su vez por una nueva oleada de Caballeros Grises que se teleportaron desde la órbita, esta vez dirigidos por el Hermano-Capitán Arvann Stern. Tras un feroz combate, Uraka fue expulsado de vuelta a la Disformidad por Stern, y los Caballeros Grises combinaron sus poderes psíquicos para sellar la fisura Disforme de la Ciudadela. La Batalla Final, y el Asedio de Vraks, habían terminado.
Epílogo[]
El Asedio de Vraks terminó oficialmente en el 414830.M41. Catorce millones de Guardias Imperiales de Krieg y centenares de Marines Espaciales, Princeps de Titanes Imperiales e Inquisidores habían perdido sus vidas. El objetivo original de la misión (recuperar el planeta de manos del Cardenal rebelde Xaphan y retomar los arsenales) se había completado, en teoría. Sin embargo, la corrupción del Caos seguía presente, y el planeta fue puesto en cuarentena por la Inquisición. De todas formas, el planeta estaba demasiado arrasado para ser útil, y sus arsenales habían sido agotados en la guerra. Por este motivo, Vraks es aún hoy día un desierto yermo, pero el Ordo Malleus ha realizado largas revisiones de los sucesos de esta guerra.
Fuentes[]
Extraído y traducido de Lexicanum Inglés.
- Imperial Armour V-VII.