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Veredicto del Certamen de Relatos Wikihammer + Voz de Horus ¡Léelos aquí!

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Plantilla:MascotaMechPatrocina

Armandus

Cardenal Armandus

El Cardenal Armandus preside la Diócesis de Avignor. Avignor está situado cerca del Ojo del Terror, por lo que las fuerzas del Adeptus Ministorum deben mantenerse en constante alerta ante un posible ataque del Caos. El propio Armandus ha dirigido muchas Guerras de Fe contra estos invasores y aún no ha sido derrotado en ninguna. Armandus es un hombre gigantesco con un cuerpo musculoso, de voz profunda y poderosa. En el Santo Sínodo se le conoce por su firme conservadurismo y por oponerse incluso a los más leves cambios en la Eclesiarquía. Él es un hombre duro pero justo, que se ve a sí mismo como un ejemplo del seguidor perfecto, un molde en el que cualquier otro hombre debería encajar. Aunque muchos critican sus puntos de vista (normalmente en privado), nadie duda de su fe, valor y honor.

De origen humilde, Armandus es visto como un hombre trabajador con una nueva obligación. Sus mandos son conocidos por su alta moral y a menudo es el origen de una gran camaradería entre sus tropas. Sus hombres le apodan cariñosamente "La Vieja Roca" y no solo por su fortaleza y resistencia. Con su increíble ingenio y risa fácil, puede transformar un puñado de desharrapados en una unidad de combate equivalente al mejor de los regimientos de la Guardia Imperial.

Equipo

  • Cetro de Avignor - Como símbolo de ser el pastor de su rebaño porta el Cetro de Avignor, que es el símbolo del Cardenal de Avignor. Ha sido trasmitido de Cardenal a Cardenal durante más de 4.000 años. Durante de la Era de la Apostasía, Avignor conservó gran parte de su poder y nivel y quedó al margen de las peores consecuencias del Reinado del Terror de Goge Vandire. Este cetro es un símbolo de esperanza para las gentes humildes de Avignor.

Citas

"Esos malvados Orkos infieles se están reagrupando para otro ataque. ¡Valor soldados, pues la protección divina del Emperador esta con nosotros! Deteneos un momento, mis valientes soldados, a pensar sobre nuestro destino y pedid al Emperador que guíe vuestra mano y fortalezca vuestros corazones. Los Orkos son muchos y nosotros muy pocos, pero ¿no somos hombres de gran fuerza y coraje? ¿No gobierna la Humanidad todas las estrellas del éter? ¡Estos salvajes no nos desviarán de nuestro santo propósito y nuestro sagrado derecho a controlar este planeta para mayor gloria del Emperador!"

Un atronador rugido surgió de las apretadas filas de la unidad de la fratría cuando el Cardenal terminó su discurso. Levantando las manos para pedir silencio, Armandus ordenó al ejército que se arrodillara para orar. Estaba en mitad del canto del tercer verso del Exorcismo Expurgador cuando los primeros proyectiles del ataque Orko rugieron entre las montañas. Muchos miembros de la congregación lanzaron miradas nerviosas a su alrededor, pero el Cardenal permaneció impasible, con sus ojos levantados hacia el cielo. Cuando terminó el noveno y último verso, alzó el Cetro de Avignor sobre su cabeza y se dirigió a la congregación:

"¡Hermanos en la fe, ha llegado el momento! ¡No mostréis piedad, no déis cuartel y manteneos firmes en la fe! ¡Por la Humanidad y por el Emperador, avanzad y aniquilad a los infieles!
"
Cardenal Armadus


Fuentes

  • Codex: Hermanas de Batalla (2ª Edición).
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