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"En este día, como castigo por sus pecados contra el todopoderoso Dios-Emperador de la Humanidad, los ignorantes mundos de Argoth, Kaggeran y Rheelas serán aislados de su glorioso dominio. Ninguna nave podrá acercarse a estos planetas, ningún sirviente de Terra deberá pisarlos y no habrá misericordia que pueda librarlos de las justas consecuencias de sus fechorías. Así será hasta que las eras hayan borrado la mancha de sus gentes."

Lord Comandante Sebiascor Ebongrave, emisión de la Orden General 169

Argoth es un mundo en cuarentena por la Orden General 169. Situado en el Saliente Canis de la Franja Este, viajar a Argoth está estrictamente prohibido bajo cualquier circunstancia.

Datos Planetarios[]

Imperio mundo en cuarentena argoth

Superficie de Argoth

  • Grado de diezmo: Aptus non (después de la cuarentena).
  • Geografía / Demografía: Clima templado / seco. No hay vida indígena, la atmósfera es incapaz de mantener vida humana. La población habita dentro de los ambientes sellados de tres ciudades colmena construidas durante los primeros milenios del Imperio.
  • Tipo de gobierno: Ninguno. El gobierno organizado preexistente de Argoth fue reemplazado por el Adeptus Terra, posteriormente eliminado por la Orden General 169. Todo el personal imperial fue evacuado de Argoth tras la emisión de la orden de cuarentena.
  • Fuerza militar: inexistente. El colapso social en Argoth es un 98'114% probable en de los primeros dos años de aislamiento, eliminando toda capacidad de poseer un ejército organizado.
  • Comercio / Economía: Argoth está bajo cuarentena estricta, lo que impide todo comercio o distribución interplanetaria de recursos. Se cree que la economía local es inexistente, debido a la falta de recursos naturales. Las proyecciones indican que una sociedad de cazadores-recolectores a nivel de subsistencia es inevitable, algo incapaz de mantener a la población de un mundo colmena por un período de tiempo prolongado.

Descripción[]

El mundo colmena de Argoth, al igual que otros populosos planetas de la Brecha Jericho, sufrió mucho a través de los siglos, pero pocos mundos recuperados por el Imperio padecen tanto como Argoth. Este mundo colmena, con una historia que se remontaba miles de años y que había soportado la larga pesadilla de la Era de las Sombras aguantando en gran parte intacto, se enfrenta ahora a una lenta y cruel decrepitud a manos del Imperio.

Argoth se muere de hambre debido a la cuarentena a la que está sometido, aislado de los desesperadamente necesarios suministros de alimentos, agua y recursos minerales que anteriormente le aportaban los cercanos planetas Rheelas y Kaggeran.

En unos pocos años, la población mundial se ha reducido a itinerantes bandas de carroñeros y asaltantes desesperados, que se hunden en la locura, el canibalismo y la blasfemia a medida que los suministros disminuyen hasta la nada. En cuestión de generaciones, Argoth será un páramo, un reino salvaje de cuevas de acero y antiguos manufactorums embrujados, poblado por los degenerados descendientes, apenas ya humanos, de aquellos lo suficientemente resistentes como para soportar el aislamiento de su planeta. Poco después, el mundo habrá muerto y estará cubierto por los huesos de los condenados por el Imperio.

El Lord Comandante Ebongrave parece no preocuparse por la brutalidad del destino al que ha condenado a los mundos en cuarentena ya que considera el castigo tan cruel como apropiado por el delito de asociación con los xenos. Prefiere dejar que los mundos mueran de este modo que arriesgarse a la propagación de su mancha para poder repoblarlos luego con verdaderos y leales ciudadanos del Imperio. A pesar de ello, se rumorea que ha aprobado un puñado de misiones en los mundos en cuarentena, tal vez buscando algún método para deshacerse más rápidamente de la insidiosa mancha de los T'au.

Historia[]

Argoth, como los cercanos mundos de Rheelas y Kaggeran, fue colonizado por el Imperio a principios de M32 bajo el expansionista mandato de una sucesión de Lores del Sector. Queda poco de los fragmentados registros de aquella época pero no hay pruebas que sugieran que cualquiera de aquellos planetas, conocidos entonces por el nombre grupal de los Arkalas, fueran nada más que una serie de insulsas colonias cercanas a una transitada ruta disforme.

La incierta historia de la Era de las Sombras no define a Argoth con ningún significado particular más allá del mero hecho de haber sobrevivido a aquella era ignorante y considerando el planeta como poco más que una nota a pie de página. Las incursiones de piratas, traidores y herejes azotaron los Arkalas, algo común en la Brecha Jericho durante la Era de las Sombras, y se sabe que en aquellos tiempos los planetas estaban unidos como una única entidad política conocida como La Unidad.

Esto cambió a finales del 8º siglo del M41, menos de una década después del conflicto conocida como la Cruzada de Damocles. Expandiéndose desde su mundo de origen, y habiendo llegado al borde central del Sector Jericho, los alienígenas T'au comenzaron a establecer una fuerte presencia en la región, conquistando, tratando o simplemente colonizando los mundos que encontraban. Argoth era un objetivo distante en aquel momento ya que hallaba a muchos meses de viaje incluso para sus naves más rápidas, pero estaba más poblado que ningún otro planeta encontrado por el naciente Sector Velk’Han y, al estar aliado con otros planetas con recursos, era un premio muy codiciado. Veloces naves transportaron hasta allí a los dignatarios de la Casta del Agua, los cuales transmitieron los saludos en nombre del Imperio T'au y expresaron su deseo de establecer una cooperación pacífica, apelando a La Unidad como un ente de ideas afines al Imperio T'au en la hostil galaxia.

Los T'au poco podían intentar más allá de este contacto inicial antes de que llegara el Imperio para reclamar sus planetas. Al hallarse poco preparados e incapaces de reunir una defensa completa contra los cruzados, los T'au abandonaron Argoth, Rheelas y Kaggeran y se retiraron para reunir sus fuerzas y luchar contra el Imperio en Wrath, más cerca de otros mundos ya reclamados. Sin embargo, el breve periodo en que estuvieron en contacto con La Unidad fue suficiente para conformar al destino de Argoth y sus mundos hermanos en los años venideros.

Con el Capítulo de Marines Espaciales de los Alcaides de la Tormenta a la vanguardia, los cruzados asignados a la Operación Hammerfall descendieron rápida y decisivamente sobre el Racimo Arkalas. En Argoth, el Señor del Capítulo Lorgath Maclir, lideró la carga personalmente, descendiendo desde la órbita en una Thunderhawk para asaltar el palacio de la mayoría de líderes de La Unidad. En cuestión de horas se logró el acatamiento de los tres mundos y, estimulada por el éxito, la Cruzada de Achilus avanzó rápidamente, dejando atrás una fuerza básica de guarnición.

A los pocos meses de la supuesta conquista de Argoth, La Unidad e innumerables grupos secesionistas en los planetas considerados como pacificados, se alzaron contra el Imperio, todos ellos apoyados o alentados por los T'au. La Operación Hammerfall se detuvo negando los refuerzos que Maclir necesitaba para presionar en su ataque y invadir el mundo T'au de Ravacene. El avance de la Cruzada Achilus se estancó a causa de una tormenta de traiciones tan rápidas y repentinas cuidadosamente orquestadas.

Aunque la Guardia Imperial y las fuerzas del Adeptus Arbites aplastaron las rebeliones, se produjo otro desastre. El Lord Militante Achilus se perdió en plena cruzada y el avance se detuvo en todos los frentes por la repentina pérdida de su líder y fundador. Mientras la cruzada estaba de luto, los secesionistas en Argoth contraatacaron recrudeciendo las hostilidades entre el Imperio y las fuerzas de La Unidad. La llegada de dos equipos de eliminación de los Vigías de la Muerte, dirigidos por el inquisidor Lor Tremayle y sus decenas de Acólitos, neutralizaron de manera rápida y brutal a todos los elementos rebeldes que encontraron, proporcionando al Adeptus Arbites y a la Guardia Imperial la oportunidad para reagruparse y renovar sus esfuerzos.

En 786.M41, con la ascensión del Lord Militante Tetrarchus como líder de la Cruzada, el Lord General Ebongrave recibió el mando sobre el recién formado Saliente Canis. Con el orgullo herido por la pérdida de mundos que ya habían sido conquistados por sus ejércitos y un enfervorizado odio por el alienígena, Ebongrave dio su primera orden tras su ascenso: la cuarentena de Argoth, Rheelas y Kaggeran. Al ser el lugar donde los levantamientos habían sido más virulentos, debían servir como ejemplo ante otros de que la traición y la sedición serían castigadas sin piedad.

Desde que comenzó la cuarentena, Argoth ha sufrido mucho más que sus vecinos al ser mucho más dependiente de suministros externos que los otros dos mundos. En las decadas que han pasado, se estima que más del 90% de la población de Argoth ha muerto en la violencia desesperada que caracteriza ahora sus colmenas, una situación registrada por los augures orbitales de las naves del Grupo de Batalla Atlas de la Armada Imperial que bloquean el planeta.

Lugares clave[]

Colmena Korianthus[]

Durante los largos años de la Era de las Sombras, Colmena Korianthus fue el hogar del consejo gobernante de La Unidad. Desde la fortaleza conocida como el Pináculo, en la cima de la colmena, La Unidad gobernó los mundos del Racimo Arkalas. Durante los milenios anteriores a la Era de las Sombras, Colmena Korianthus era la capital planetaria de Argoth, un honor y una responsabilidad ganada simplemente por ser la mayor y más antigua de las tres colmenas del planeta. Cuando el Sector Jericho se derrumbó, parecía que Argoth caería como tantos otros mundos, incapaz de sostenerse al carecer de la infraestructura imperial. La nobleza gobernante no estaba dispuesta a ver su mundo azotado por la hambruna por lo que comenzó a fortalecer los lazos con los otros mundos del Racimo Arkalas, restaurando algunas naves espaciales para defender los sistemas y transportar bienes entre ellos y agradecidos de que las distancias fueran lo suficientemente pequeñas para ser atravesadas mediante un calculado y corto salto a través de la disformidad.

A medida que la situación de Argoth se estabilizó y comenzó a mejorar, las necesidades de la población también crecieron por lo que la congregación del Adeptus Mechanicus del planeta se encontró probando los límites y tolerancia de cada máquina que podía producir y mantener y empujándolas más allá de lo que su doctrina permitiría, triunfando a pesar de ello. Al ir acumulando éxitos a lo largo de los milenios, poco a poco, la congregación dejó de rendir culto al Omnissiah, viéndose a sí mismos como los verdaderos señores de la máquina. Cuando el Imperio regresó a Argoth, fue un tecnomarine del Capítulo de los Alcaides de la Tormenta el que descubrió la ciudadela forja de estos presuntuosos tecnoherejes. El Adeptus Mechanicus no desperdició tiempo en el contaminado templo y en sus impuros mecanismos y ordenó a sus falanges Skitarii que aniquilaran a los apóstatas que controlaban la tecnología de Argoth.

En la actualidad, Colmena Korianthus es una ruina. Gran parte de la ciudad quedó dañada durante los asaltos iniciales de la Operación Hammerfall, y hubo pocas oportunidades para reparar y rehacer la colmena antes de que las fuerzas de La Unidad iniciara su levantamiento. Los niveles superiores son totalmente inaccesibles sin un buen equipo de respiración mientras que los niveles más bajos y las profundidades de la colmena son un páramo que se desmorona y cuyos antiguos procesadores de atmósfera funcionan de forma intermitente debido a la falta de mantenimiento. Existen bolsas aisladas de supervivientes, pero son muy pocas y cada día van a menos a medida que el aire se vuelve cada vez más tóxico y los suministros alimenticios se vuelven cada vez más escasos.

Colmena Tiestomadan[]

Durante la época del Sector Jericho, la Colmena Tiestomadan fue un centro industrial en masa dentro de la región y contenía la mayor concentración de fábricas de todo el Subsector. Sin embargo, aunque podía producir grandes cantidades de equipamiento, poco de lo que producía era considerado en el sector como algo más que baratos productos a granel.

La situación cambió con la caída del Sector Jericho. Cuando nació La Unidad, las fábricas de Colmena Tiestomadan eran los únicos lugares capaces de fabricar variedad de artículos en cantidad suficiente para abastecer tres mundos por lo que el prestigio de la ciudad creció. El número de ingenieros y técnicos de la ciudad creció con cada año que pasaba y la necesidad obligó a las fábricas a producir artículos cada vez más complejos.

A diferencia de Colmena Korianthus, Tiestomadan aguantó el regreso del Imperio quedando relativamente indemne debido a su estatus de centro de fabricación importante para la floreciente Cruzada de Achilus y su relativa falta de estatus político. Como resultado, cuando los ingenieros de Korianthus se vieron obligados a huir de las purgas del Adeptus Mechanicus, se refugiaron en Tiestomadan, escondiéndose entre los manufactorums y esperando su momento. De forma similar, cuando La Unidad se levantó contra el Imperio, Tiestomadan fue la que proporcionó armas y armaduras con diseños proporcionados por los T'au a los rebeldes.

La ciudad cayó tras dieciocho semanas de conflicto en una guerra que vio morir a millones de habitantes y quedando en ruinas como secuela de las rebeliones. Sin embargo, la naturaleza de la colmena permitió que durara más que las demás, aprovechando restos de tecnología para la búsqueda de alimentos y el mantenimiento de maquinaria de soporte vital. Aunque su población está casi agotada tras décadas de aislamiento, permanecen mucho más cerca de la civilización de lo que alguna vez fueron las poblaciones de Korianthus o Akirrorhineus.

Colmena Akirrorhineus[]

Casi demasiada pequeña para ser digna de ser llamada colmena, Akirrorhineus todavía era una masiva ciudad en apogeo formada originalmente como un conglomerado de dispersos asentamientos mineros. No fue hasta el establecimiento de La Unidad que Akirrorhineus ganó notoriedad como fuente de trabajo suplementario para las otras dos ciudades.

Aislados del Imperio, los mundos bajo el control de La Unidad carecían de contacto con las Naves Negras del Adeptus Astra Telepathica, y por lo tanto no tenían forma de lidiar con las nuevas generaciones de psíquicos que nacían. Los pocos astrópatas y psíquicos sancionados que quedaban en Argoth, Rheelas y Kaggeran fueron puestos en servicio para transmitir su conocimiento a aquellos que compartían su don, otorgándoles la responsabilidad de monitorear a la población en busca de psíquicos emergentes, eliminar a aquellos demasiado peligrosos para vivir y entrenar a aquellos otros que pudieran servir a La Unidad. El Collegium Psykana emergió en la relativamente pequeña y aislada ciudad de Akirrorhineus para actuar como centro de su solemne deber, supervisando durante milenios, la capacitación de generaciones de brujas y videntes, lejos de la luz del Astronomicón y la mirada del Emperador.

Cuando el Imperio regresó a Argoth, Akirrorhineus era una despoblada y embrujada carcasa de colmena, ya que gran parte de su población se trasladó a las otras ciudades para escapar de las consecuencias psíquicas del Collegium Psykana. Si bien había producido numerosos psíquicos hábiles y estables para servir a La Unidad, las técnicas de los maestros del Collegium estaban muy lejos de los minuciosos y meticulosos métodos del Adeptus Astra Telepathica por lo que la ciudad fue destruida sin piedad al descubrirse estos hechos. Los rumores hablan de guerreros vestidos de plata que podían manejar el sagrado fuego del Emperador y el colérico rayo tan fácilmente como un hombre empuña una pistola láser y que convirtieron la ciudad en una pira en apenas una semana.

Fuentes[]

  • Deathwatch: The Jericho Reach (Juego de Rol).