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Logan Grimnar-2

Logan Grimnar es el Gran Lobo del Capítulo de Marines Espaciales de los Lobos Espaciales. Es uno de los Señores de Capítulo más beligerantes y testarudos del Imperio de la Humanidad, así como quizás el Señor Lobo más grande de todos los tiempos. Es totalmente leal al Emperador y a Leman Russ, el gran Primarca de los Lobos Espaciales.

Historia[]

Grimnar ha sido Gran Lobo durante más de 700 años estándar, y es uno de los Señores de Capítulo Leales más ancianos. Como el resto de Marines Espaciales, Logan Grimnar (o el "Viejo Lobo", como lo conocen sus Hermanos de Batalla) es un guerrero temible con un gran orgullo marcial, que siempre luchará hasta el fin por aquello en lo que cree, en nombre tanto del Señor de la Humanidad como del Rey Lobo.

Ha dirigido a su Gran Compañía contra muchos enemigos del Imperio y ha mostrado una renombrada sed de batalla, que algunos dicen que hasta rivaliza con la de su legendario Primarca Leman Russ. Algunos creen que Grimnar es uno de los guerreros más poderosos del Imperio, por encima incluso de otros afamados Señores de Capítulo como el Lord Comandante Luis Dante de los Ángeles Sangrientos, el Supremo Gran Maestre Azrael de los Ángeles Oscuros, y hasta Lord Marneus Calgar de los temidos Ultramarines.


No tolera ninguna interferencia externa en el gobierno de su Capítulo. Esto ha hecho que los Lobos Espaciales hayan tenido numerosos encontronazos con la Eclesiarquía y la Inquisición, lo cual ha llevado a acusaciones de herejía y traición contra el Capítulo. No obstante, las muchas victorias que ha cosechado al mando de los Lobos Espaciales han hecho que muchos comandantes imperiales agradezcan ser dirigidos por el Viejo Lobo. Es, por tanto, una rareza entre los Señores de Capítulo del Adeptus Astartes, pues es más respetado y querido por la gente común que temido, ya que posee una inflexible compasión hacia los débiles que solo es superada por el mismo Emperador.

La rabia de Logan

Grimnar fue el único líder Marine Espacial, salvo los Salamandras, que protestó abiertamente por el diezmado de los civiles supervivientes a la Primera Guerra de Armageddon, a quienes la Inquisición consideró demasiado corruptos para vivir por haber visto a las fuerzas del Caos y descubierto la existencia tanto de los Poderes Ruinosos como de la hechicería demoníaca. El odio de Grimnar hacia la Inquisición quedó consolidado para siempre, pues aquellos civiles inocentes del Imperio fueron esterilizados y dispersados sin ceremonia alguna por campos de trabajos forzados para reconstruir Armageddon y preparar la venida de un nuevo grupo de colonos traídos por la Inquisición para repoblar el Mundo Colmena. Desde este conflicto, los Lobos Espaciales han librado muchas guerras sangrientas para proteger a las víctimas inocentes del Caos.

Como guerrero nato, Logan se abrió camino entre las filas de los Lobos Espaciales bajo la atenta mirada de Ulrik el Matador. A pesar de que Logan sea uno de los Señores del Capítulo que llevan sirviendo durante más tiempo en el Imperio, a día de hoy Ulrik aún le llama "el joven Grimnar", y es un signo de su conducta amigable y respeto por su mentor el que Logan se lo permita sin replicarle. A diferencia de los estoicos y formales señores de otros Capítulos, es extremadamente carismático y agradable, pudiendo recompensar a sus hombres tanto con una enérgica palmada en la espalda y una jarra de hidromiel Fenrisiana como con un elogio oficial. El Rey de Fenris respeta a aquellos que luchan, beben y comen con él, y a pocos más.

El liderazgo de Logan en los Lobos Espaciales ha perdurado durante más de quinientos años. Durante ese tiempo, el Viejo Lobo ha comandado a su Capítulo en incontables victorias tanto contra tiranos como contra horrores, humillando a los señores de la guerra del Caos y haciendo retroceder a la omnipresente amenaza alienígena que roe los bordes del dominio de la Humanidad. Al escribirse entera, la saga de Logan se extiende desde un extremo de la Gran Muralla hasta el otro, pues el Viejo Lobo da caza al mal allí donde lo encuentra y sin vacilar.

Aunque algunos cínicos duden de la veracidad de muchas de las sagas Fenrisianas, considerándolas repletas de exageraciones, nadie puede negar que durante su reinado como Gran Lobo, Logan Grimnar ha sido fundamental en algunas de las más grandes victorias del Imperio en el Milenio 41. La Primera Guerra de Armageddon probablemente habría acabado en tragedia si Logan no hubiera liderado a sus hombres en la defensa del planeta. A pesar de haber sido ascendido a líder del Capítulo recientemente, Logan dirigió una campaña que acabaría con la derrota definitiva de la Legión de los Devoradores de Mundos y de su Primarca Demonio, Angron. En el punto álgido del combate, Grimnar asesinó a un poderoso Señor del Caos de los Devoradores de Mundos en combate personal, reclamando el hacha siniestra del campeón caído como trofeo. La legendaria hacha Morkai fue forjada de esta misma arma.

Revestido con su ornamentada armadura de Exterminador, Grimnar se eleva más alto que todos salvo su campeón, Arjac. Su barba es larga y sus colmillos están completamente desarrollados, sin embargo la edad no ha hecho mella en él. La armadura de Logan está envuelta con la piel del infame Lobo de Trueno Fellclaw, con su dorado cráneo haciendo las veces de corona. Fellclaw atemorizaba las llanuras del norte de Asaheim, a la sombra de la Montaña Fangard. Logan asumió la tarea de rastrear a la mortal criatura hasta su guarida. Solo, desnudo y desarmado, Logan asumió la contienda en igualdad de condiciones, mordiendo la garganta del Lobo de Trueno con sus colmillos tras una dura lucha. Mientras buscaba cobijo para resguardarse de una tormenta de hielo, Logan entró en la guarida de la bestia, encontrando dos cachorros abandonados. Esto dejó claro que la ferocidad de Fellclaw se debía, en parte, al instinto paternal de proteger a sus crías. No dispuesto a dejarlos a su suerte, Logan recogió a los cachorros en la piel de Fellclaw y regresó a el Colmillo. La pareja terminó por convertirse en poderosos Lobos de Trueno, y han permanecido ferozmente leales a su amo por cientos de años. Cuando Grimnar monta en su carro Jinete de Tormentas hacia la batalla, estas bestias tiran de la reliquia Fenrisiana.

Aunque Logan ha vencido en incontables batallas, no solo ha sostenido sus guerras contra los enemigos del Imperio. También ha liderado sus fuerzas contra instituciones imperiales que ha considerado una amenaza para los Lobos Espaciales o civiles de mundos que ha salvado. Esto ha llevado a muchas acusaciones de rebelión, herejía y traición contra Logan y su Capítulo, acompañadas de los habituales rumores de desviación genética. Sin embargo, el hecho de que el Viejo Lobo esté tan dispuesto a encontrarse con sus detractores en el campo de batalla es una de las razones por las que dichas alegaciones no van más allá; los adeptos más veteranos del Administratum saben por experiencia que es mejor tener a los Lobos Espaciales como aliados que como enemigos. Sin embargo, por poco ortodoxos que sean sus métodos, Grimnar es uno de los más grandes entre los comandantes de la Humanidad y un verdadero héroe del Imperio.

Tras la apertura de la Gran Fisura[]

En todos sus años Logan Grimnar nunca ha sido puesto tan a prueba como lo ha hecho la apertura de la Gran Fisura. Las tormentas disformes convierten en pesadilla los viajes y comunicaciones, con más solicitudes de ayuda cada día de las que pueden atenderse. Adicionalmente, se han requerido todos los esfuerzos de liderazgo de Logan para lograr que los Marines Primaris se integren en las estrechas hermandades. Es un alivio para el Gran Lobo cuando puede partir hacia el campo de batalla él mismo, descargando sus frustraciones sobre los adversarios que acosan al Imperio.

Sin embargo, al principio Logan Grimnar se mostró profundamente escéptico de las intenciones de Roboute Guilliman y del obsequio de las legiones de Marines Primaris. Cuando la Flota Primus llegó a la órbita de Fenris, tras varios años de aislamiento, Grimnar ordenó que todas las naves se detuviesen en el acto; declarando que si una sola nave descendía sobre la superficie sin haber sido invitada, o incluso daba media vuelta, serían considerados una amenaza y les darían caza.

Poco más tarde, gracias a la invitación que Ullr hizo al Teniente Castallor, emisario de los Ultramarines y de la Flota Primus, pudo tener una audiencia con Grimnar y su corte. Pese al gran regalo que suponían los nuevos refuerzos Primaris, entre 4.000 y 3.000 nuevas unidades listas, Grimnar, haciendo alarde de la tozudez que caracteriza a los Lobos de Fenris, rechazó el obsequio en primera instancia. La corte, entre los que se incluían Ulrik el Matador, el Sacerdote Rúnico Njal, Arjac Puñoroca y Leifar Dos Veces Muerto, trataron de hacer comprender al Gran Lobo que apenas contaban con 700 unidades, si acaso. Además de la acuciante necesidad de aceptar el obsequio. Sin embargo, no pudieron razonar con él, pues el Rey de Fenris acusó al Rompedor de Legiones, Guilliman, ahora Lord Comandante del Imperio, de querer someter a Fenris a su voluntad, inmiscuirse en sus asuntos y procurar romper la independencia con la que habían contado desde hacía 10.000 años. A pesar de que Castallor desmintió estas acusaciones, afirmando que la única razón para que actuasen bajo las órdenes de Guilliman, incluso contando con independencia a todos los efectos, era una respuesta a la desesperada situación del Imperio. Un Imperio que se encontraba al borde del abismo tras la apertura de la Gran Fisura. Señalando que únicamente este mando centralizado sería una herramienta para poder coordinar ataques y evitar la anarquía, haciendo especial hincapié en la apremiante necesidad de una respuesta concisa contra los enemigos de la humanidad.

La crisis de los misiles[]

Las tensiones entre el poder independiente de Fenris y la Flota Primus llegaron a un punto crítico cuando un silo de misiles fue tomado por la fuerza en Fenris y dirigido hacia el Odio Eterno. Esta estructura fue capturada por un grupo rebelde perteneciente a la secta de los Mil Hijos, los Prosperines, quienes fijaron las masivas armas de destrucción masiva hacia la nave insignia de la flota.

El Odio Eterno, por órdenes de Grimnar, tenía los escudos de vacío desactivados, como muestra de buena fe hacia Fenris. Sin embargo, en cuanto la amenaza fue detectada desde la superficie, Castallor contactó con el Rey Lobo para que interviniese. Logan pedía paciencia pues los Primeros Lobos y los Pieles Grises estaban combatiendo en el terreno. Sin embargo, la flota no podía permitirse el más mínimo error, si los misiles eran lanzados, la probabilidad de que la nave, cargada de nuevos refuerzos Primaris, evitase el impacto era muy baja. Esto fue asumido como una amenaza por parte de Fenris hacia la flota, fruto de la desconfianza. Castallor por su parte declaró que en el momento en que los misiles estuviesen activos, abrirían fuego contra la instalación. Acto que para Grimnar hubiera supuesto una declaración de guerra.

Un rey se arrodilla ante otro[]

Tras mucha reflexión, rifirrafes y disputas entre Fenris y la Flota Primus, llegó un mensaje urgente de manos de Castallor afirmando que el Primarca Roboute Guilliman se dirigía hacia el planeta fruto de la acuciante necesidad de establecer una estrategia definitiva para enfrentar a los orkos. Quienes estaban atacando en los sectores próximos.

Esta noticia se percibió con muchísima tensión. Algunos de sus consejeros exigían que Guilliman no pusiese ni un solo pie en el planeta, otros la completa colaboración y algunos pocos mantenían silencio bien por precaución, o bien por no gastar más energías en tratar de convencer al Gran Lobo de la necesidad de refuerzos. Aunque a regañadientes, Grimnar terminó aceptando. Reunió a todas las escuadras y líderes de los Lobos Espaciales y durante largas semanas organizó la recepción del Lord Comandante. Para Grimnar era una demostración de fuerza, un pulso de egos para demostrar que Logan jamás se acobardaría y no estaba dispuesto sucumbir al carisma del Primarca.

Finalmente, el banquete tiene lugar. Todos toman asiento, Guilliman en el extremo opuesto de un trono vacío, portando su enorme armadura de combate. Pero el Gran Lobo no se encontraba en el salón. Es más, para todos, incluidos los Lobos Espaciales que festejaban y brindaban en honor al Primarca, era más que evidente la enorme cantidad de sitios vacíos que había. Muestra de las dolorosísimas bajas que había sufrido el capítulo.

Se realizó un brindis común en honor al Lord Comandante, concluido este, los Lobos Espaciales brindaron con aún más clamor y ahínco por el Gran Lobo. Y cuando el sonido de los aullidos y los vítores se hubo extinguido, Logan Grimnar entró por la puerta armado con su hacha y enfundado en su armadura. Las miradas desafiantes entre ambos líderes continuaron durante largo rato hasta que ocurrió lo impensable.

Guilliman propuso un brindis en nombre del rey de Fernis y cuando hubo terminado: se arrodilló ante él para mostrar su respeto.

En la actualidad[]

Poco más se sabe de cómo prosiguieron las negociaciones. Pero finalmente Grimnar aceptó el regalo de los Primaris, tanto el Rubicon como los más de 3.000 efectivos listos para combatir. Esto lo hizo sin haber jurado lealtad al Primarca y bajo la promesa de que tendrían total libertad para operar mientras guardasen sus fronteras imperiales. De una forma u otra, Grimnar se salió con la suya.

Acciones Notables[]

Primera Guerra de Armageddon[]

Artículo principal: Primera Guerra de Armageddon.

Logan Grimnar atacando

Gran Lobo Logan Grimnar

En la Primera Guerra por Armageddon, el Pecio Espacial Devorador de Estrellas tomó a las fuerzas imperiales del Sistema Armageddon por sorpresa. Peor aún, las fuerzas del Caos estaban dirigidas por el Primarca Demonio de la Legión Traidora de los Devoradores de Mundos, Angron. Los ejércitos del Caos derrotaron rápidamente a los imperiales que defendían el continente de Armageddon Prime. Sin que Angron lo supiera, los Lobos Espaciales habían sido asignados recientemente a la defensa del Sector y respondieron a la llamada de socorro de los defensores imperiales. Cuando las fuerzas del Caos lanzaron su asalto definitivo sobre Armageddon, se encontraron una defensa bien organizada, compuesta por Fuerzas de Defensa Planetaria, Guardia Imperial y los Lobos Espaciales.

Logan sabía que él y los Lobos Espaciales no podrían vencer por sí solos al ejército de Angron. Cuando el Primarca Demonio lanzó el ataque contra la línea imperial, Logan reveló el as escondido bajo su manga: una Hermandad completa de Caballeros Grises que habían acompañado a los Lobos Espaciales. A costa de las vidas de muchos Caballeros Grises, los Lobos Espaciales y el pueblo de Armageddon lograron expulsar a Angron y a sus devotos seguidores del Dios de la Sangre de vuelta a la Disformidad. Con la derrota de su líder, las fuerzas enemigas restantes fueron rápidamente aplastadas por los imperiales.

Siguiendo la práctica habitual de la Inquisición, todos y cada uno de los ciudadanos de a pie e incluso aquellos que habían luchado con tanto valor fueron encerrados en campos de trabajo y esterilizados por haber descubierto la existencia del Caos. Mientras la población original iba muriendo en los campos de trabajo, Armageddon fue repoblado con nuevos colonos traídos de todo el Imperio. Desde entonces, Logan nunca ha perdonado ni al Adeptus Administratum ni a la Inquisición por este acto.

La Herejía de Palacia[]

La Herejía de Palacia tuvo lugar en el 499.M41.

Palacia era un mundo imperial que se rebeló contra el gobierno de los Altos Señores de Terra. Estos encomendaron al Capítulo de los Lobos Espaciales que se dirigieran al planeta y acabaran con la rebelión. Logan Grimnar demostró su reputación como implacable Señor de la Guerra y líder respetado durante el incidente. Tomando el mando de los enemistados regimientos de la Guardia Imperial del planeta, el Señor del Capítulo de los Lobos Espaciales puso punto y final a la sistemática ejecución de la población planetaria. Uniendo bajo el estandarte de su Gran Compañía a todas las fuerzas lealistas, muchas ciudades que se creía que se habían perdido debido a la herejía, probaron su valor y se volvieron contra los traidores.

La noticia de la victoria del Gran Lobo se extendió rápidamente, al igual que la forma justa y equitativa con la que trató a la gente de Palacia.

Anexo: Asedio al Sistema Fenris (999.M41)[]

Artículo principal: Asedio del Sistema Fenris.

Tras reunirse con los demás Señores Lobo tras lo acontecido en Nurades, Logan Grimnar parte de Fenris con su Gran Compañía rumbo al planeta Vikurus, en donde limpian la capital, la ciudad santuario de Absolom, de los Demonios, con la ayuda de los Caballeros Grises, y rescatan a los Wulfen que habían aparecido en ese planeta; pero tras recibir el aviso urgente de Krom Ojodragón, vuelven a Fenris con urgencia. Al regresar, el Gran Lobo y su Gran Compañía, unen sus fuerzas a las de los Lobos de Hierro para limpiar la infestación demoníaca del mundo de Midgardia. Tras entrar en las Cavernas de Midgardia para limpiarla de los demonios, Logan Grimnar y su Guardia del Rey fueron víctimas de una trampa preparada por latétrada infernal , quedando sepultados por toneladas de rocas. Tras ser rescatado por Egil Lobo de Hierro , fue teletransportado al strategium de su buque insignia y desde allí, tras conocer el destino de Midgardia y la situación actual de Sistema Fenris, decidió volver a Midgardia para rescatar a los supervivientes del Exterminatus. Una vez de vuelta, las grandes compañías restantes fueron desembarcadas en cápsulas de desembarco en Fenris para expulsar a los invasores. Tras tener una visión de Leman Russ y con renovadas fuerzas, continuó luchando y liderando a su Capítulo hasta que, gracias a la muerte de Egil Lobo de Hierro, pudo asestar un golpe con su Hacha de Morkai a Magnus y destrozarle sus protecciones arcanas y perforando su coraza. Con la ayuda de una escuadra de Purificadores de los Caballeros Grises, Magnus fue expulsado y el Sistema de Fenris fue recuperado por los Lobos Espaciales. Tras la recuperación, recibieron un mensaje de suma urgencia desde el mundo fortaleza de Cadia. Reuniendo a sus Grandes Compañías, Logan Grimnar se lanzó una vez más al Mar de Estrellas rumbo a la Puerta de Cadia.

Decimotercera Cruzada Negra[]

Artículo principal: 13ª Cruzada Negra.

Durante la 13ª Cruzada Negra de Abaddon, Logan Grimnar fue elegido comandante supremo de las fuerzas imperiales que defendían la Puerta de Cadia. Bajo su mando, el Imperio obtuvo numerosas victorias clave. Si no hubiera sido por su liderazgo, el Caos habría llegado a dominar aún más territorio cadiano. En la Batalla de Kasr Sonnen en Cadia, Logan y su Gran Compañía lucharon junto al Señor del Capítulo de los Ángeles Oscuros, Azrael, y derrotaron a un ejército del Caos muy superior en número dejando a un lado su resentimiento mutuo.

Armamento[]

Lobos espaciales logan grimnar hacha morkai

Armadura artesanal de Exterminador y el Hacha de Morkai

Logan viste una ornamentada armadura de Exterminador con un bólter tormenta integrado, y porta la poderosa Hacha Morkai en combate. El hacha la tomó de un Campeón del Caos derrotado, e hizo que los Sacerdotes de Hierro de su Capítulo la reforjaran para eliminar su corrupción y darle la imagen de Morkai, el lobo bicéfalo que guarda las puertas del inframundo en los mitos del pueblo de Fenris. Sobre su Armadura de Exterminador muestra con orgullo el pelaje de un gran Lobo de Fenris al que mató. Jinete de Tormentas es un carro de guerra ornamentado y sostenido por giroestabilizadores antigravedad. No tiene métodos de autopropulsión y por eso va tirado por un par de Lobos de Trueno gigantes desde la época de Leman Russ. En el casco del carro hay runas de encantamiento y campos de energía que protegen tanto al conductor como a las bestias del fuego enemigo y permiten que el Jinete de Tormentas lleve al Viejo Lobo hasta el corazón de las líneas enemigas. Grimnar es uno de los guerreros más letales del Imperio, pero cuando va acompañado por sus Lobos de Trueno, Tyrnak y Fenrir, es imparable.

El Cráneo de Garra Implacable, una calavera bañada en oro del monstruoso lobo Garra Implacable ha sido el totem de Logan Grimnar durante mucho tiempo. Simplemente un atisbo de éste salvaje trofeo llena a los seguidores de Grimnar de renovada resolución, y abundan los rumores que afirman que trae la buena fortuna a quien fija sus ojos sobre él. El Cinto de Russ es un artefacto que cada Señor Lobo porta; oculto entre sus intrincados enlaces hay un potente campo de fuerza que protege a su portador del daño. Su Bólter Tormenta modelo Avalancha desata un fuego letal, el cual ha llevado la muerte a alienígenas, mutantes y herejes. Mantenido expertamente y calibrado a la perfección, el bólter tormenta de Grimnar es un asombroso ejemplo del buen hacer de los Sacerdotes de Hierro.

Miniaturas[]

Guardia del Lobo[]

Como Gran Lobo, Grimnar ha escogido a los mejores guerreros del Capítulo para que formen la Guardia del Lobo, sus protectores y la vanguardia de sus fuerzas. Los guerreros escogidos son los que se muestran a continuación.

Pictografías[]

Fuentes[]

  • Codex: Lobos Espaciales (2.ª Edición). Página 66.
  • Codex: Lobos Espaciales (3.ª Edición). Páginas 18 y 27.
  • Codex: Lobos Espaciales (5.ª Edición). Páginas 20-2, 56-8, 72 y 82.
  • Codex: Lobos Espaciales (7.ª Edición).
  • Codex: Lobos Espaciales (8.ª Edición). Páginas 24, 76 y 97.
  • Codex: Lobos Espaciales (9.ª Edición). Páginas 19 y 62.
  • Suplemento Champions of Fenris (7.ª Edición).
  • War Zone Fenris 1: The Curse of the Wulfen (7.ª Edición).
  • War Zone Fenris 2: Wrath of Magnus (7.ª Edición).
  • Codex: Ojo del Terror (3ª Edición). Página 20.
  • Reglamento Warhammer 40.000 (6.ª Edición). Página 335.
  • The Battle for Armageddon (Libro de trasfondo). Páginas 94-112.
  • Index Astartes II. Página 11.
  • Imperial Armour 2. Página 43.
  • Companies of Fenris - Space Wolves Painting Guide. Páginas 50-1.
  • White Dwarf Monthly N.º 280 (abril de 2003). Páginas 38-41.
  • White Dwarf Weekly N.º 28 (9 de agosto de 2014).
  • The Hunt for Logan Grimnar (Antología)
  • Arjac Rockfist: Anvil of Fenris (Novella), por Ben Counter.
  • Logan Grimnar: Defender of Honour (Relato corto), por Cavan Scott.
  • Ragnar Blackmane (Novela), por Aaron Dembski-Bowden.
  • Curse of the Wulfen (Novella), por David Annandale.
  • Legacy of Russ 5: Infurnace (Relato corto), por Robbie Macniven.
  • Legacy of Russ 6: Wolf Trap (Relato corto), por Robbie Macniven.
  • Legacy of Russ 8: Fate Unbound (Relato corto), por Robbie Macniven.
  • The Emperor's Gift (Novela), por Aaron Dembski-Bowden. Capítulos 12-4, 20-22, 26 y epílogo.
  • Fist of Demetrius (Novela), por William King. Capítulos 14 en adelante.
  • Cazador Gris, por William King.
  • La Hora del Lobo, por Gav Thorpe.
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