Lucius (Mundo Forja)

Lucius, conocido como "La Forja Hueca", es un mundo forja del Adeptus Mechanicus localizado en el Segmentum Obscurus de nuestra galaxia. El planeta es el hogar de la Legio Astorum, una Legión Titánica leal al Imperio, también conocida como los "Corredores de Disformidad". Lucius es un gran mundo forja que produce de todo, desde armas de infantería para la Guardia Imperial, pasando por carros de combate de los Marines Espaciales y culminando con poderosos titanes de la Collegia Titanica. Se sabe que el grado de producción de Lucius es Prima-III, con un grado de tributo de Aptus Non, lo que significa que no paga diezmo al Administratum, ya que su producción industrial se considera de por sí un valor estratégico para el Imperio.

Historia[]

Lucius es uno de los Supernatura Majoris del Imperio, una joya única de la corona del Adeptus Mechanicus. Como mundo hueco, Lucius ha sido parte de un gran experimento que debería haberlo destruido una docena de veces. En el centro del una vez estéril núcleo del planeta yace un sol artificial, un reactor de fusión titánico que alimenta la vastedad industrial que cubre el interior del planeta. Nadie sabe en realidad cómo se creó esta fuente de energía, a pesar de que los Tecnosacerdotes sean prestos en reclamar su mérito si se investiga en el asunto. La ilimitada fuente de energía ha mantenido a Lucius en la vanguardia de la innovación militar. Muchos de los vehículos y armas de fuego más actuales provienen de este mundo forja, y sus numerosos Dragones Sidonianos y Trepadunas Onagros son los más belicosos de todas las legiones Skitarii.

Una vez en su historia ha padecido el mundo forja de Lucius los peligros de la disensión doctrinal. Hace mucho tiempo, la estrella forja del planeta estuvo a punto de sufrir una sobrecarga crítica durante el infame cisma de Inculcata. Pero Lucius sobrevivió a este asomo de catástrofe, y desde entonces ha sido un faro ardiente de ortodoxia y cumplimiento de los dictados de Marte. Su tecnosacerdocio es feroz en la fe y dinámico en la acción, todos servidores devotos del Omnissiah. Además, el incalculable rendimiento energético de su estrella artificial asegura que los magos lucianos se sitúen a la vanguardia de la producción marcial. Su mundo tiene la capacidad de crear muchas tecnologías increíbles, una de las cuales es la aleación patentada del luciun. Esta sustancia notable se incorpora en las armas artesanales y biónicas, las cuales se les otorga a los Skitarii más dignos y los Mariscales que los dirigen en batalla.

La invasión de una flota escindida de la Flota Enjambre Leviatán hizo patente de nuevo el genio y la innovación de Lucius. Tras destacar a su Legio Cybernetica y una gran cantidad de servidores de batalla a la superficie exterior del planeta, los Tecnosacerdotes Dominus libraron sus batallas desde debajo de la corteza planetaria. Con el seguimiento de las actividades de sus clados de servidores, libraron una guerra sin riesgo de sufrir daños. Cuando los enjambres de Tiránidos superaban a sus ejércitos de servidores, los tecnosacerdotes aguardaban a que los depredadores xenos devorasen los magros componentes biológicos antes de enviar enjambres de servocráneos para transportar bajo tierra las partes más vitales de las máquinas restantes. Allí los instalaban a nuevos reclutas y enviaban a la siguiente oleada de vuelta a la superficie. Tardaron meses en lograrlo, pero la guerra de desgaste culminó en victoria. Privada de biomateria, la flota escindida se vio obligada a alimentarse de sí misma para generar crías de reemplazo, y los xenos no pudieron seguir el ritmo de las piezas de maquinaria recicladas y los robots reacondicionados.

Los titanes de la Legio Astorum, conocidos como los Corredores de Disformidad, son los únicos dioses-máquinas lo suficientemente sofisticados como para teletransportarse directamente a la batalla. Este es un motivo de orgullo entre los habitantes de Lucius y de no poca envidia entre sus pares. Estas emociones "demasiado humanas" han derivado a veces en un conflicto abierto. El desastroso Cisma Inculcata, el cual casi vio implosionar al mundo forja con una fuerza suficiente como para rasgar un agujero en la realidad, es recordado entre susurros en nuestros días.

Las forjas de Lucius se cuentan entre las más poderosas del Imperio, y las armas y vehículos modelo Lucius pueden encontrarse en muchos mundos y ejércitos. El mayor honor y logro de Lucius es tener sus propios modelos de Warhound, Reaver y Warlord, siendo los únicos modelos conocidos de titanes que no proceden de la propia Marte. Lucius es conocido también por ser el mundo forja responsable del redescubrimiento de las PCE con los diseños del tanque Macharius y del vehículo de demolición Cíclope.

Lucius también suministra el armamento, vehículos y otros materiales de guerra necesarios para los grandes regimientos de la Guardia Imperial de los Korps de la Muerte de Krieg, suministrándoles muchos de sus cañones de asedio Medusa, morteros pesados y Armas Thudd. Las fraguas de Lucius son más que capaces de construir los vehículos más raros y más poderosos del Imperio, como los tanques superpesados Baneblade, Shadowsword, Stormblade y Stormlord, y muchos otros vehículos más comunes, como el Mantícora, el Trojan, el Cazatanque Destructor, el Salamander y las Cañoneras Vulture o las Valkirias. El planeta también produce Vindicators y Cápsulas de Desembarco para el Adeptus Astartes.

El armamento y los ingenios de guerra diseñados en Lucius se han granjeado una merecida reputación de excelencia en todo el Imperium. Desde las carabinas radium y los fusiles galvánicos de los propios Skitarii de Lucius hasta las matrices de lanzas de media milla de longitud de las naves de vacío, el denso blindaje de los tanques, las pistolas láser y la peculiar tecnoesoterica, la marca de este mundo forja equivale a calidad y eficiencia.

Sucesos notables[]

El Destino Siniestro de Vheinos (221.M32) - Cuando el coro astropático sobre el mundo civilizado de Vheinos cayó en el silencio, el mundo forja de Lucius envió a sus Skitarii para investigar mediante la fuerza de las armas. La rebelión resultante vio a la herejía extenderse como la pólvora, tal y como habían calculado los Tecnosacerdotes. En cuestión de días los Skitarii se encontraron superados en una proporción de 80 a 1; una relación lo suficientemente alta como para activar los protocolos de guerra nuclear. Un mes más tarde, los Skitarii abandonaron el planeta, convertido ahora en un páramo sin vida y cuyo conducto astropático fue cortado y trasladado permanentemente a una de las lunas de Lucius.

Apariencia[]

Iconografía[]

Las cohortes Skitarii de Lucius llevan el icono del mundo forja. La iluminada letra que forma el icono de Lucius está grabado en la propia superficie del planeta, cuyos detalles miden más de doce kilómetros de longitud.

Colores[]

Como otros mundos forja, Lucius mantiene sus propias fuerzas de Skitarii para proteger sus intereses, aniquilando a los enemigos de los Tecnosacerdotes y luchando en la vanguardia de la Búsqueda del Conocimiento. El blindaje de las cohortes Skitarii de Lucius es oscuro, casi negro. Al igual que el blindaje de sus vehículos, las placas están hechas de una aleación rara, oscurecidas por el sol artificial dentro del planeta en un ritual conocido como la Bendición Solar. Desde el Cisma Inculcata, la legión de Skitarii de Lucius ha utilizado el mismo sistema de marcas de Marte. Incluso adoptaron el rojo oscuro del primer mundo forja, aunque el cremoso y oscuro metal de la heráldica original de su planeta yace debajo.