Wikihammer 40k

Veredicto del Certamen de Relatos Wikihammer + Voz de Horus ¡Léelos aquí!

LEE MÁS

Wikihammer 40k
Advertisement
Wikihammer 40k
12 085
páginas
Impriwars banner

Todoestrategia banner

Icono de esbozo Por orden de su Santísima Majestad, el Dios-Emperador de Terra. La Sagrada Inquisición declara este artículo En Construcción por LadyCypher. Si encuentra algún problema o falta de devoción por su parte, notifíquelo, un acólito del Ordo Hereticus estará encantado de investigarlo.
Ezekiel Ángeles Oscuros

Ezekiel, Gran Maestre Bibliotecario de los Ángeles Oscuros, Guardián de las Llaves.

Ezekiel, Gran Maestre Bibliotecario, es el actual Bibliotecario Jefe del Capítulo de los Ángeles Oscuros.

Historia[]

Ezekiel puede ser encontrado siempre en el campo de batalla. Como maestro de la Interromancia, sus sibilantes susurros-disformes arañan la cordura de los enemigos en el frente. Su aspecto físico no es menos aterrador, ya que enarbola el bólter Liberadora y la espada conocida como Azote de Traidores; forjada para matar a los que se atrevieron a darle la espalda al Emperador, un arma de fuerza formidable que lleva dentro la furia del traicionado.

Orígenes[]

Ezekiel fue encontrado en Delphyna III, donde una fuerza de Ángeles Oscuros purgaban a la población hereje, por Meroth. El bibliotecario (codiciario) que pudo sentir el inmenso poder del joven psíquico desde muchos kilómetros de distancia. Lo encontró en una mazmorra oscura, lleno de cicatrices y marcas. Se lo llevaron con ellos, pues ya mostraba un gran potencial y aseguraba haberlos estado esperando. Meroth fue su primer mentor de camino a La Roca. Ezekiel ascendió rápido entre las filas del librarius y en diez años superó a Meroth. Más tarde fue Danatheum, el anterior Guardián de las Llaves, quien le enseñó cuanto sabía preparándolo para que lo sucediera. Pues Ezekiel, según su predecesor, era el psíquico más poderoso que habían tenido desde los tiempos de Lion y por ello le legó su puesto cuando todavía vivía.

Honoria y batallas previas[]

Ezekiel ha luchado en miles de campañas, desde el derrocamiento del tirano Uldak el Inquebrantable hasta la Guerra de los Cien Días contra las hordas del Gran Demonio Khar'krah, sin embargo, ninguna historia de las hazañas del Gran Maestre es más famosa dentro del Capítulo que la Batalla de la Puerta de Sularia donde su hermano y pupilo Turmiel auguró que moriría. Sabiendo esto, Ezekiel fue al planeta asumiendo ese posible futuro sin temor.

Fue en el cuarto día del conflicto contra el ¡Waaagh! de Groblonik que Ezekiel fue derribado por un proyectil orko mientras desplegaba a la 5ª Compañía, apoyando a los regimientos de Primeros Nacidos Vostroyanos, la Guardia de Hierro de Mordia y las legiones de Skitarii del Adeptus Mechanicus. La tosca bala destrozó sus receptores de auto-sentidos y se incrustó en la cuenca de su ojo izquierdo mientras caía derribado a causa de la fuerza del disparo. Al ver que Ezekiel se desplomaba, sus hermanos lo creyeron muerto y lucharon por recuperar su cuerpo contra la creciente marea de pieles verdes. Cuando se descubrió que el bibliotecario aún vivía, fue evacuado de la línea del frente para recibir tratamiento por parte de Rephial.

En realidad estuvo muerto y en ese tiempo tuvo visiones mostradas por el demonio Khar'krah, que le había robado parte de él y algunos de sus poderes (entre ellos el de predecir el futuro). Entre todas las cosas que el demonio le enseñó, vio la muerte de Lion y como Cypher lloraba tras escuchar las últimas órdenes de su primarca. No sabía si eran engaños del demonio o tal vez verdad, como tantas otras cosas que le mostró.

Cuando Ezekiel volvió a la vida, se encontraba en una estación del Apothecarion salpicada de sangre, y hervía de impaciencia mientras el proyectil y los restos de su ojo eran retirados. Esperando solo el tiempo imprescindible para que Rephial le colocaran un reemplazo biónico anticuado rescatado de un humano recién fallecido, Ezekiel regresó a la refriega a tiempo para unir a la asediada 5ª Compañía y conducirlos en una gloriosa contra-carga que rompió el Waaagh! de Groblonik. Fue el mismo Ezekiel quien mató al Señor de la Guerra orko. Hasta el día de hoy, Ezekiel ha usado el mismo tosco implante biónico, negándose a reemplazarlo por un dispositivo más sofisticado. Este pertenecía al capitán Ladbon Antilov de un escuadrón de los Primogénitos de Vostroya, que Ezekiel no llegó a matar. El humano psíquico no registrado que veía el futuro estuvo a unos segundos de ser eliminado por el bibliotecario antes de que este le perdonase la vida sin que se mencione el motivo de tal decisión por parte del bibliotecario. Este artefacto era antiguo y primitivo; no se sabe a quién pertenecía antes pero el demonio que una vez había vencido a Ezekiel, lo mencionó como si el dato fuese importante antes de ser eliminado por el propio Gran Maestre en una misión posterior a Honoria (donde aún no ostentaba el título de Bibliotecario Jefe). Aunque algunos dicen que su negativa al cambiar el antiguo implante se debe a su característica austeridad, otros afirman que es una señal de respeto por los muchos camaradas que cayeron a su lado aquel día. Lo único que se puede confirmar es que lo conserva hasta el día de hoy.

Legado de Caliban[]

Arcas del Augurio[]

Los Ángeles Oscuros recibieron noticias de que en el sistema Valvire, en el mundo colmena de Cauce de Marwent, se hallaban Caídos. La Justicia Implacable se avanzó con sus potentes ladrones vocosensoriales del Ala de Cuervo y se mantuvo a la espera de la llegada de la Roca al sistema mientras la lucha contra el Contingente XII continuaba, limitándose a observar como tenían ordenado. Cuanto percibieron la llegada de la Roca con más de la mitad de la fuerza de los Ángeles Oscuros pudieron observar como la disformidad se sacudía, apareciendo ante ellos una nueva flota enemiga. Una embosca eficiente por parte de Vashtorr y sus aliados gracias a la intervención de la Miríada de Orac y la baliza de navegación del Obeliskano del Arca. El fuego sobre los Ángeles Oscuros empezó antes de que supiera lo que estaba pasando. Hubo apagones auspiciosos, visiones de pesadilla e incursiones daemónicas. Los escudos se sobrecargaron y cedieron en cadena. Hubo explosiones que acabaron con tripulaciones y municiones. La Furia de Lion cedió, la venerable Hoja Caballeresca fue destrozada por explosiones internas mientras enjambres de torpedos y rayos convergieron sobre la Roca, rechazados por el escudo de energía carmesí de la Égida de la Gorgona. El Gran Maestre Supremo Azrael acababa de superar el procedimiento del Rubicón Primaris, muriendo clínicamente dos veces en el proceso y siendo su vida salvada en la segunda ocasión por los Vigilantes en la Oscuridad. Todavía estaba convaleciente cuando llegaron al sistema Valvire, tras dejar el puesto al mando de la Roca a Belial, Gran Maestre del Ala de Muerte y a Ezekiel, Gran Maestre del Librarius.

Los Ángeles Oscuros reaccionaron con gran velocidad. No podían luchar allí. Ezekiel tampoco estaba dispuesto a arriesgar a la propia Roca contra semejante asalto. Ya había sufrido dos grandes ataques previos del Caos en los últimos años, no deseaba presidir un tercero. En su lugar, el mando de la flota fue traspasado a Sammael a bordo de la Justicia Implacable, que organizó una retirada inmediata. Al amparo de esta maniobra, la Roca se apresuró a Cauce de Marwent. Ezekiel pensaba que si lograban reunirse con las naves del Contingente XII, la Roca plantaría cara a sus perseguidores, a los que encontraría agotados y debilitados, pero la situación era grave y la huida de la Roca no estaba garantizada.

Vashtorr consiguió con la Orac Desatado y sus poderes, destrozar la Égida de la Gorgona y que el escudo de protección que protegía la Roca causase daños en la propia nave antes de caer. En el strategium central de la Roca, la conmoción y consternación dieron paso a una sombría resolución. Ezekiel y Belial dieron órdenes para redesplegar sus fuerzas en preparación para el abordaje. Habían aprendido bien las lecciones que les habían enseñado del empírico salto del Príncipe Daemon Marbas y sus huestes. Sabían que no debía esperar un asalto limitado a medios convencionales. Se cubrieron los túneles y salones más profundos, no solo a la guarnición de las estructuras superficiales que habían formado parte de la antigua Aldurukh. El Señor de la Forja y sus tecnomarines estaban volcados en reestablecer el funcionamiento de la Égida y despertó los antiguos generadores escudos de vacío de reserva mientras la Roca seguía avanzando hacia Cauce de Marwent. Pero no llegaría a tiempo a zona orbital antes de ser abordada.

Dentro del strategium de la Torre de los Ángeles, todo era calma helada y determinación de acero. El Gran Maestre Supremo Azrael se había armado todavía sin recuperarse de su intervención para enfrentar a los atacantes. Belial fue nombrado comandante estratégico general, un puesto tan ilustre como frustrante para el Gran Maestre del Ala de Muerte pues lo mantenía dentro del strategium mientras los otros líderes del capítulo y el propio Azrael acudían a la batalla. Pero el Gran Maestre no era alguien que se fuera a deshonrar con quejas sino en cumplir con su deber con su característica forma exigente de desempeñar su trabajo.

"¡Furia, hermanos! ¡Rabia justa! Dejad que sean la fuerza de vuestros brazos y el acero en vuestra fuerza mental. Hasta aquí han llegado, hijos del León, y ni un paso más. Manteneos tan firmes como la poderosa Roca, y sabed que si dais vuestras vidas en batalla este día, cumpliréis con vuestro Capítulo en vuestro sacrificio desempeñando un deber tan grande como el hecho por cualquier guerrero en nombre de una causa justa. ¡Lucha, hijos del León! ¡Luchad!"

Gran Maestre Ezekiel, exhortaciones ante la Puerta Sin Nombre

La lucha en el interior de la Roca es cruenta y el número de bajas es devastador. El Gran Maestre Ezekiel defendía la Puerta Sin Nombre junto con una fuerza sustancial de los Ángeles Oscuros pero el ataque infernal liderado por el Señor Daemon estaba pasando factura a los marines. Pero había una orden clara: nadie debía atravesar la puerta, pues tras ella se encontraban algunos de los secretos que pocos Ángeles Oscuros conocían. Por ello Ezekiel y Lazarus, como sus defensores, había recibido órdenes de Azrael de que ese punto era crítico y que sus defensores morirían de espaldas a la puerta antes que permitir tal desastre. Allí fue donde el Señor Hechicero Xorphas de la Legión Negra cayó ante la hoja de Azrael. Vashtorr por su parte utilizó sus poderes para sabotear el armamento de los marines y causar fallos y detonaciones, complicando la defensa de una puerta tras la que deseaba pasar. Pero los Ángeles Oscuros seguían luchando sin vacilar. Ezekiel, de pie sobre un montículo de escombros y daemon al siguiente, desvaneciéndolos en ráfagas de llamas sulfurosas. Su intervención irritó a Vashtorr que se volvió hacia el Gran Maestre dispuesto a usar sus poderes contra el bibliotecario, pero antes de poder hacerlo el fuego de bólter cayó sobre él. Azrael había llegado hasta el líder enemigo disparando la Furia del León, lo que llevó la batalla a unas nuevas cotas de salvajismo. Ezekiel seguía luchando en medio de una marea de enemigos, dando hachazos y lanzando rayos de poder mientras exhortaba a sus guerreros a luchar.

La batalla dio un gran giro con una nueva llegada de una fuerza del Caos, una que no estaba allí para ayudar al Arquífice sino para frustrar sus planes. Be'lakor, junto con marines de la Legión Alfa y Portadores de la Palabra irrumpieron en la batalle entre Azrael y Vashtorr. Las nuevas huestes del Caos cargaron contra las fuerzas del Arquífice y los Ángeles Oscuros aprovecharon para reorganizarse y seguir protegiendo la Puerta Sin Nombre. Be'lakor, cuando Vashtorr intentaba colarse a la desesperada por la puerta usando sus poderes, lo convocó a la superficie de la Roca para enfrentarse a él. La batalla entre ellos fue cruenta y frustró los planes de Vashtorr por completo con la llegada del Contingente XII del grupo de batalla Hefesto, y así la expulsión de los asaltantes empezó a cobrar fuerza. Be'lakor solo había buscado frustrar los planes de Vashtorr y una vez conseguido su objetivo, reunió a sus fuerzas y se retiró, no sin sufrir un último ataque de Vashtorr que rasgó su caparazón mortal. El ataque no había cumplido con su objetivo y el Arquífice se retiró, salvando a algunas tropas para no volver con las manos vacías ante su aliado.



Tras el ataque, los astartes caóticos capturados fueron interrogados y así el Capítulo obtuvo información sobre donde encontrar a Vashtorr aunque eran conscientes de estar siendo invitados a una trampa. Las fuerzas de No Perdonados fueron convocadas y así otros capítulos sucesores se unieron a la Roca. Los preparativos se pusieron en marcha antes de dirigirse a su destino, preparados hasta donde podían para la trampa que los esperaba en las Estrellas Somnium, en el remoto sistema Idolatros. En medio de los planteamientos sobre las fuerzas y el proceder, Ezekiel ofreció otra sugerencia. Aunque los bibliotecarios de los No Perdonados estaban especializados en la Interromancia, algunos entre ellos tenían talento para la adivinación y la videncia. Podían intentar desentrañar lo que los esperaba en el sistema Idolatros. El riesgo de usar esos poderes rodeados por las feroces tempestades del Imperium Nihilus suponía un gran riesgo, pero no una mayor que el que ya corrían con cada salto que daban para llegar a su destino. Azrael y el consejo de Maestres dieron permiso para que se llevara a cabo y poder obtener más información para atajar posibles trucos de Vashtorr.

Ezekiel y los bibliotecarios tuvieron cierto éxito en sus esfuerzos adivinatorios, pero habían pagado un precio por el conocimiento obtenido. El codiciario Thesyk de los Consagradores había muerto por un trauma empíreo y muchos otros estaban heridos sin que su recuperación pudiera ser asegurada. El concilio oracular habían obtenido visiones útiles. Ezekiel afirmó que Vashtorr efectivamente los aguardaba en el sistema Idolatros y que había preparado una trampa diabólica que involucraba la propia estrella del sistema o que tendría su origen en ella. Por la interpretación del espejo de la visión, los bibliotecarios dedujeron que el daemon aprovecharía la naturaleza de los No Perdonados contra ellos, volviendo algo de su cultura o dogma contra ellos. Una afirmación que hizo temer lo peor a los miembros del Círculo Interior.

Y cuando se adentraron en el sistema Idolatros, se les reveló una cruel verdad: el mundo al que se acercaban no era otro que Caliban de algún modo que resultaba incomprensible cuando este había sido destruido en tiempos de la Herejía de Horus. Aquello era una profanación extrema, un golpe al alma misma de cada Capítulo de No Perdonados, algo que debía ser purgado. Así descendieron sobre la superficie de Rocainfame, y como era su honor y derecho, Azrael y los más destacados de los Ángeles Oscuros, entre ellos Ezekiel, fueron los que golpearon lo que parecía el mayor emplazamiento de poder infernal: el Palacio Forjadisforme. Allí se encontraron con Angron, el Primarca Daemon, contra quien lucharon juntos a los Ángeles Sangrientos de Dante que había traído algo muy preciado para los Ángeles Oscuros. Su primarca estaba vivo y había acudido allí, una noticia que sacudió a todos los No Perdonados. Una visión que llenó de fuerza sus corazones cuando Lion El'Jonson apareció acompañado de unos Alzados para combatir al mismo Angron.

Las batallas por la superficie fueron cruentas y el León se deshizo de la manifestación corpórea de su hermano. Belial había sido retirado del combate casi sin vida por las heridas infligidas por el hacha Aplastavértebras de Angron. Dante al borde de la muerte y demasiadas bajas de los No Perdonados y Angeles Sangrientos. El planeta estaba a punto de colapsar y debía hacerse una extracción antes de que fuese demasiado tarde, debían ir a los puntos acordados para ser evacuados. Ezekiel dirigió a los bibliotecarios supervivientes para que desataran sus poderes contra los daemon, devolviendo a muchos a la disformidad despojados de sus formas corpóreas pero la retirada estaba siendo un imposible para algunos grupos, entre ellos el de Azrael y Dante. Para que tuvieran éxito, Sammael y el Ala de Cuervo se desviaron pero hizo falta algo más: los alzados que habían llegado con el Señor de la Primera. Los marines en armaduras negras se sacrificaron para dales tiempo al resto de No Perdonados y los Ángeles Sangrientos para abandonar el lugar y continuar luchando junto al primarca Lion retornado a la galaxia.

Actualidad[]

Tras el regreso del primarca Lion El'Jonson a la Roca, ha habido algunos cambios en el capítulo. Está prohibido por edicto del Círculo Interior que nadie sepa lo que sucede entre el primarca y un Caído cuando este acude a una celda donde está siendo interrogado. Todos deben salir de la sala y a veces, tras largas horas, el León emerge con sombría tristeza para ordenarles que continúen con su trabajo, en otras se abre la puerta para revelar una sala vacía. Azrael y Ezekiel, así como un puñado de los pertenecientes al Círculo Interior del capítulo, han sido informados de ciertos secretos al respecto, pero incluso ellos albergan sospechas sobre la veracidad de lo que creen saber.

Son pocos los que cuentan con acceso a la guarida secreta del León en la Roca, y su ubicación es conocida solo por los miembros de más alto rango del Círculo Interior. Pero incluso ellos deben completar el enigmático Rito de la Puerta velada antes de que se les revele este santuario, y solo pueden entrar por invitación explícita del primarca. Un lugar más allá del Portal del Pesar Penumbral y la Cámara de los Pasajes, tras los cuales solo se permitía el paso a los Supremos Grandes Maestres. Es aquí, un lugar donde abundan restos de vegetación y muchos Vigilantes en la Oscuridad, donde Lion celebra sus verdaderos consejos. Aquí se reúne con Azrael, Ezekiel y otros en condiciones de igualdad como jamás se les será permitido. A veces mientras esperan para reunirse con el primarca, estos miembros del Círculo Interior oyen a Lion hablar con otros, unos misteriosos contertulianos a los que no pueden ver por ninguna parte cuando entran. Aunque son tenidos en cuenta por el primarca, Lion El'Jonson tiene un concilio propio para ciertos asuntos secretos.

Obligaciones[]

Como todos los Bibliotecarios de los Ángeles Oscuros, Ezekiel forma parte del Ala de Muerte y sirve como guardián de las mazmorras excavadas en las profundidades de la Roca. Como Gran Maestre del Librarius, es el Guardián de las Llaves. Con los privilegios asociados a este título puede abrir todos los portales de la Roca salvo unos pocos. Nunca se le ha hablado de esos lugares pero mientras camina por los corredores puede sentir las áreas ocultas a su mirada psíquica por tecnologías antiguas y esotéricas.

Otro deber vital que ostenta como Gran Maestre, es su papel como custodio del Libro de la Salvación. El interior del cual contiene los nombres de todos los Caídos, escritos con su propia sangre, que los Ángeles Oscuros han logrado devolver a la Gracia del Emperador ya sea por el arrepentimiento de su alma o la absolución de su cuerpo, hecho que lo convierte en un objeto de gran importancia para el Capítulo. Aunque la mayoría de los Ángeles Oscuros no entienden el significado de este voluminoso libro, todos ellos morirían para proteger esta reliquia. Guarda este libro como símbolo de su posición, un tomo tan reverenciado que nunca se separará de Ezekiel mientras este respire.

Soporta una terrible carga, puesto que es el único conocedor de los secretos más oscuros y siniestros del Capítulo, que se cuenta entre los más aislados y esquivos de todos. La fuerza de voluntad que tiene es legendaria además de ser uno de los consejeros más cercanos a Azrael y parte más interna del Círculo Interior de este.

Poderes[]

Ezekiel Art

Ezekiel utiliza el gran poder de que dispone para ayudar a los Capellanes Interrogadores en su espeluznante misión invadiendo las mentes de los Caídos y mermando su resistencia mental. Sus poderosas habilidades han conducido a muchos enemigos a la locura al susurrarles dudas y confusiones directamente al cerebro. Esta habilidad también la aplica en el campo de batalla, donde reduce a cenizas y agujerea las mentes de sus enemigos y alimenta su miedo llenándolas de imágenes de perdición y derrota que acaban por corroer la voluntad de hasta los guerreros más decididos. Además es legendario su poder para adivinar los movimientos de los enemigos permitiendo tanto a él como a sus hermanos adelantarse al avance de estos. Además posee la capacidad de ver en las corrientes del futuro, lo que es una gran ventaja para el capítulo.

Considerado severo e intransigente incluso por los otros Ángeles Oscuros, Ezekiel tiene la misteriosa habilidad de leer las intenciones de cualquier individuo, y la más valiente de las almas se siente inquieta ante su penetrante mirada. Para algunos, esto lo causa su ojo biónico, a pesar de que los Marines Espaciales están acostumbrados a heridas horripilantes; para otros, es el gran silencio a su alrededor, pues Ezekiel rara vez habla fuera de los solemnes rituales del Círculo Interior o durante los crueles interrogatorios a los Caídos. De todos modos, para la mayoría, es el porte de su propia persona. Su ojo derecho revela la mirada de alguien que ha escudriñado muchas almas y ha encontrado carencias. Este rasgo es vital para evaluar la valía de los candidatos al Círculo Interior. Uno de cada tres rechaza cortésmente el ascenso, sabiendo que Ezekiel sondeará su mente tanto como sea necesario para asegurar su valía. Persisten historias sobre quienes no cumplieron con los rigurosos estándares del Gran Maestre del Librarius, o cuya mente no fue lo suficiente fuerte para resistir el interrogatorio psíquico. Se dice que desaparecieron o acabaron en celdas oscuras pero nadie lo confirma ni lo niega. Sea cual sea la verdad, estos cuentos hacen que solo los más puros se consideren dignos de ingresar. El hecho de que ningún miembro ha traicionado al Circulo Interior y que sus misiones secretas no hayan fracasado, es una demostración de su habilidad para elegir a los candidatos para pasar la inducción.

Equipo[]

En batalla, Ezekiel siempre porta la ancestral servoarmadura Escudo de los Secretos y empuña una pistola bolter conocida como Liberadora, con la que ha dado la Paz del Emperador a muchos Caídos que nunca se arrepintieron. Pero el arma más poderosa de su arsenal es la Azote de Traidores, una espada de energía envuelta en leyendas que solo el Círculo Interior conoce, pero que hace honor a su nombre. Y tanto dentro como fuera de la batalla siempre porta consigo el Libro de la Salvación, el cual nunca se separará de él hasta que muera, momento en el cual pasará a su sucesor.

Conflictos de Canon[]

(En construcción. Disculpen las molestias.)

Miniatura[]

Galería[]

Fuentes[]

  • Codex: Ángeles de la Muerte (2.ª Edición). Páginas 41 y 80-1.
  • Codex: Ángeles Oscuros (3.ª Edición). Páginas 16 y 20-1.
  • Codex: Ángeles Oscuros (4.ª Edición), Páginas 40-1.
  • Codex: Ángeles Oscuros (6.ª Edición), Páginas 54.
  • Codex: Ángeles Oscuros (8.ª Edición), Páginas 29 y 82.
  • Codex: Ángeles Oscuros (9.ª Edición), Páginas 3 y 56.
  • Codex: Ángeles Oscuros (10.ª Edición), Páginas 10-1, 13, 16 y 71.
  • Warlords of the Dark Millennium - Ezekiel (6.ª Edición). Páginas 3-4, 6-10 y 21-30.
  • Arcas del Augurio 3: Vashtorr (9.ª Edición). Páginas 12, 15, 18 y 21-3.
  • Arcas del Augurio 5: El León (9.ª Edición). Páginas 14-6, 21, 25 y 38.
  • Suplemento La Ira del Rey Forjaalmas (9.ª Edición). Páginas 3, 7 y 9.
  • Index Astartes I. Página 60.
  • Citadel Catalogue 1995-1996. Página 42.
  • White Dwarf Monthly N.º 227 (noviembre de 1998). Página 83.
  • The Eye of Ezekiel (Novela), por C.Z. Dunn.
  • Azrael (Novela), por Gav Thorpe.
  • Master of Sanctity (Novela), por Gav Thorpe.
  • Unforgiven (Novela), por Gav Thorpe.
  • Pandorax (Novela), por C.Z. Dunn. Capítulos 9 y 16.
  • Lazarus: Enmity's Edge (Novela), por Gary Kloster. Página 69.
  • A Hunt in the Dark (Relato Corto), por Gav Thorpe.
  • Accept No Failure (Audio Drama), por Gav Thorpe.
  • Holder of the Keys (Audio Drama), por Gav Thorpe.
  • Deathwatch. The Last Guardian (Audio Drama), por C.Z. Dunn. Mencionado.
Advertisement