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Anomalia Hadex Cuenca Jericho Caos Wikihammer

La Anomalía Hadex, vista desde una distancia de varios años-luz.

La Anomalía espacial Hadex, también conocida como el Agujero Rojo, es una fisura Disforme situada en la Brecha Jericho de la Franja Este.

Introducción[]

El núcleo de la Brecha Jericho está dominado por un enigmático fenómeno disforme que desafía toda clasificación. Bañando incontables mundos en un enfermizo resplandor rojo, esta lágrima nebulosa en el espacio representa mucho más que un peligro para la navegación o una obstrucción a la comunicación astropática. Es un cáncer en el tejido del tiempo y el espacio y sistemas estelares enteros se han perdido por su siniestra influencia. Los astrónomos que lo estudian y los navegantes que le temen lo conocen como la Anomalía Hadex.

Como un corazón monstruoso que palpita en el vacío, la influencia de la Anomalía Hadex se expande y retrocede arrítmicamente, absorbiendo y vomitando sistemas solares enteros a lo largo de las décadas. Mundos bañados por el resplandor carmesí de la anomalía se saturan con su esencia corruptora, mientras las estrellas languidecen bajo su resplandor estigio. Tales estrellas se vuelven orbes rojos coagulados, desprendiendo una luminiscencia color carmín que imita el de la anomalía misma.

El comportamiento errático de la anomalía ha provocado que muchos eruditos creen que puede tener una mente y una sensibilidad propia. Hay un anillo de naves que rodea la anomalía, naves fantasma que han quedado encerradas dentro de una marea de perturbaciones crónicas, congeladas para siempre en un lapso de tiempo.

Se conjetura que la Anomalía de Hadex es la fuente de un flujo de tiempo que fluye hacia la galaxia desde otra dimensión aunque cualquier esfuerzo para catalogar o estudiar completamente sus efectos han terminado en un desastre total.

Más que las fuerzas acumuladas del Stigmartus, las flotas de xenos o las partidas de guerreros de las Legiones Traidoras, la Anomalía Hadex representa un obstáculo aparentemente insuperable en el camino del Saliente Acheros. ¿Cómo pueden las fuerzas de la humanidad conocer la victoria cuando su enemigo es el espacio mismo?

Historia[]

"No vemos su luz. Más bien, percibimos un reflejo de una oscuridad suprema que precede al universo."

Del folleto anónimo Rutilus Inritus

El origen de la Anomalía Hadex está envuelto en misterios tan impenetrables como la propia anomalía. Registros apócrifos enlazan la anomalía con los ritos de sangre practicados por los señores corruptos de Verronus, un decadente mundo colmena que se cree que quedó destruido durante el violento nacimiento de la anomalía. Los astrólogos afirman que la anomalía es el resultado de una desfavorable alineación planetaria o posiblemente galáctica, una confluencia de fuerzas que destrozó el vacío.

Las explicaciones más oscuras son las que propugnan los aficionados a la disformidad a través de la Brecha Jericho y que afirman que la Anomalía Hadex es sólo un preludio de una futura calamidad que arrasará toda la Brecha.

Lo poco que saben las fuerzas de la Cruzada de Achilus de la Anomalía Hadex proviene de los diarios de Lord Capitán Emanuel Hadex, uno de los pocos comerciantes independientes en aventurarse en la Brecha Jericho durante la Era de las Sombras. Nacido en una dinastía de éxito moderado que operaba en las cercanías de Charadon, Emanuel abandonó el reino de su nacimiento durante la invasión del primer Archipirómano. Buscando un nuevo territorio para explotar, Emanuel aprovechó un descanso en las tormentas disformes que rodeaban el perdido sector Jericho para aventurarse en los mundos que contenía. Cuando la nave insignia de Emanuel, la Aletris, emergió de la disformidad, el Lord Capitán quedó asombrado por la vista y la describió "¡como una rosa suspendida en el firmamento!"

En su arrogancia, el Lord Capitán llamó a su descubrimiento la Nebulosa Hadex.

Poco después del descubrimiento de la anomalía, el diario de Lord Capitán Emanuel Hadex comienza a reflejar la locura emergente de su autor. Las cuentas diarias de la vida a bordo ceden ante conversaciones imaginadas entre el comerciante y el agujero rojo que lleva su nombre. Hadex afirmó que los fenómenos celestiales respondieron a sus pensamientos y de alguna manera comenzaron a comunicarse con él en sus sueños.

Sin embargo, a medida que la flota se acercaba a la anomalía, se hizo evidente para la tripulación de Emanuel que la Nebulosa Hadex era algo que debía temerse y evitarse. Los diarios de Emanuel Hadex y sus oficiales registran innumerables fenómenos sobrenaturales ahora comúnmente asociado con la anomalía: "saltos" impares en el tiempo, días enteros que faltaron en los registros de una nave y las señales recibidas antes incluso que fueran enviadas desde otras naves de la flota. Aún así, el Lord Capitán siguió adelante, llevando su flota cada vez más cerca del corazón de Anomalía.

La negligencia del Lord Capitán, combinada con la erosión constante de la moral causada por distorsiones del tiempo y los fantasmas de la disformidad debilitaron la disciplina y el coraje de la tripulación. Cuando el Hippeastrum, un desmantelado crucero clase Lunar al mando del teniente Argord Pym intentó dar marcha atrás durante el temerario viaje, el Lord Capitán ordenó que se giraran las macrobaterías de su nave contra el buque que huía. Los tenientes al mando del resto de la flota de Hadex, se encontró dividida entre la lealtad a un Lord Capitán enloquecido y el deseo de amotinarse y huir a un lugar seguro mientras todavía existiera una posibilidad.

El acorazado clase Oberon Messier Ascendant descubrió el Aletris abandonado en 779.M41. Fue encontrado a la deriva pero intacto en el borde exterior de un vasto círculo de embarcaciones abandonadas igualmente a la deriva orbitando la Anomalía con los momentos finales de su tripulación conservados en un cuadro de violencia congelado al vacío.  El Lord Capitán Emanuel Hadex fue hallado atrincherado dentro del puente, sentado en su trono de mando con el parpadeo rojo de la Anomalía Hadex reflejado en sus ojos congelados.

El Lord Militante Tetrarchus ha emitido un edicto que establece que la Anomalía Hadex está vedada a todos, excepto a los más altos estamentos autorizados (que  naturalmente incluyen a la Inquisición y a las naves de los Vigías de la Muerte), y su presencia se considera un peligro celeste del mayor nivel. Unas cuantas almas temerarias (y un comerciante independiente o dos) han probado suerte en rescatar o recuperar algunas de las naves del anillo de estasis que rodea la Anomalía Hadex, pero ninguna de esas expediciones ha regresado.

Una Mancha en el espacio y el tiempo[]

De todas las propiedades atribuidas a la Anomalía Hadex, su característica más desconcertante es su visibilidad. Cuando la Anomalía Hadex se manifestó por primera vez en 656.M40 fue inmediatamente visible a través del Segmentum Ultima y su aparición quedó registrada por observatorios y estaciones exploradoras tan distantes como la de Nocturne. El hecho de que la luz emitida por la Anomalía fue instantáneamente visible a través de tan vasta área, es un flagrante desafío a las leyes del el universo físico y no ha pasado desapercibido para los Magos del Culto Mechanicus.

El flujo de tiempo es inconsistente dentro del ámbito de la Anomalía. En un mundo impregnado por su resplandor, la duración del día y la noche está en constante fluir. Las sombras asoman indicios de eventos futuros mientras voces del pasado están siempre al límite de la audición.

Naves del vacío que emprenden breves saltos disformes emergen del Inmaterium meses después de su partida o días antes de que se fueran y la comunicación astropática es del todo imposible. A los navegantes todavía les va peor ya que el brillo infeccioso de la Anomalía Hadex abruma la luz del Astronomicón y provoca que solo los más agudos navegantes puedan trazar cursos precisos a lo largo del Saliente Acheros.

Caída de Kokabiel[]

Anomalía Hadex 5ª Edición ilustración

Más que cualquier corsario del Caos, crucero de batalla del Stigmartus o leviatán surgido de la disformidad, los oficiales y hombres del vacío de la Armada Imperial en el Saliente Acheros teme el peligro disforme que emerge de la Caída de Kokabiel.

Ramificándose desde el pozo principal de la Anomalía entre el planeta Vanidad y la Trinidad de Sangre, la Caída es mucho más que un peligro para la navegación. Es un vórtice que conduce al corazón agitado de la Anomalía Hadex y un refugio para un culto degenerado de navegantes rebeldes que han apartado la vista del bendito Astronomicón.

En 789.M41, el Lord Militante Tetrarchus ordenó al condecorado Comodoro Bronislave Tenermaritus la tarea de trazar una ruta disforme estable entre la zona de guerra de Cellebos y Samech, permitiendo a las fuerzas de la Cruzada hacer un ataque directo contra el planeta de tecnoherejes y paralizar las fábricas y astilleros que abastecían al esfuerzo bélico del Stigmartus. Tomando como su guía a Kokabiel Grigoris, un relativamente joven pero dotado navegante que seguía la larga tradición de servicio de su Casa a la Armada Imperial, el Comodoro partió en su nave insígnia el gran crucero clase Vengador Carga de Vigilancia.

A pesar de los mejores esfuerzos del comandante, del navegante y de la tripulación, la disformidad más allá de la Zona de Guerra Cellebos resultó casi imposible de trazar. Los remolinos de disformidad terminaban en cardúmenes inmateriales, las corrientes etéricas fluían sobre ellas mismas y las emisiones biliosas de la Anomalía Hadex oscurecía la vista de Kokabiel y sus navegantes subordinados.

Después de meses de exploración infructuosa, el Carga de Vigilancia cayó presa del Háruspex, una manada de merodeadores xenos que se cree que surgieron de la Deriva Slinnar. El Comodoro Tenermaritus pereció en la batalla que se desató, atomizado durante una valiente acción de abordaje contra el Háruspex.

El sacrificio del comodoro derrotó a la flota de xenos otorgando al Carga de Vigilancia el tiempo suficiente para atravesar un reciente descubierto pasaje disforme peligrosamente cerca de la Anomalía. El mensaje final del gran crucero, interceptado por el puesto de escucha astropático en Pyrathas, relataba un gran descubrimiento que esperaba al final del pasaje.

En los años posteriores a la desaparición del Carga de Vigilancia, el lugar de su última batalla se ganó una reputación siniestra. Las naves del vacío que atravesaban la zona se desviaban de su curso, los envíos de todos los astrópatas, excepto de los más poderosos, se desvanecían en el vacío y unas pocas embarcaciones desaparecieron por completo. Los supersticiosos hombres del vacío apodaron a esta región del espacio disforme "La Caída".

En 793.M41 una misteriosa nave de diseño imperial comenzó a atacar a las naves del vacío que atravesaban la Caída. La Guantelete de Lucía, una de las pocas naves que escapó del ataque, identificó la nave como la perdida Carga de Vigilancia, rebautizada ahora como Carga de Revelación y capitaneado por Kokabiel Grigoris.

Reconociendo rápidamente la amenaza que representaba el navegante rebelde, la Armada Imperial del Saliente Acheros intensificó las patrullas en la Caída. Lamentablemente, este movimiento solo sirvió para proporcionar a Kokabiel más presas. De la flotilla enviada desde Calist, una tercera parte cayó ante las armas del Carga de Revelación. Media docena desaparecieron más allá de la Caída en una búsqueda inútil del santuario de Kokabiel y de los buques restantes, sólo se contabilizaron tres, llegando a Khazant más de una década después tras estar perdidos por la disformidad sin navegantes.

Grigoris reclamó la Caída y todo su espacio como su dominio, requiriendo tributo a todo aquel que pasara. Las naves del vacío lo suficientemente desafortunadas como para entrar en conflicto con la Carga de Revelación deben pagar el peaje o enfrentarse a sus represalias. La naturaleza exacta de este peaje depende de los caprichos de Kokabiel y las necesidades de su nave. El combustible, las provisiones y la tripulación son el precio más común para ganar un paso seguro. En otras ocasiones, Kokabiel exige una teratona de agua de sentina, proyectiles de macrocañón gastados o algún otro subproducto de naves estelares de poco uso aparente.

Los Capitanes que se niegan a pagar la tarifa se enfrentan a la venganza. La mayoría son disparados directamente y sus naves asaltadas por locos acólitos de la Congregación Ciclópea. Los barcos de guerra capaces de defenderse de los ataques de golpe y retirada son acechados durante días, acosados ​​por la Carga de Revelación mientras entra y sale de la disformidad el tiempo suficiente para desencadenar descargas de fuego de lanza. A unos pocos se les da la ilusión de haber escapado. Sin ser alcanzados por un Kokabiel aparentemente resignado, estas naves pronto se encuentran fuera de curso, perdidos en la Caída y acercándose cada vez más al núcleo de la Anomalía Hadex.

Por orden especial del Lord Militante Tetrarchus, todos los comandantes de la Armada del Saliente Acheros tienen prohibido acceder a las demandas de Kokabiel. Aquellos que no acatan esta orden se enfrentan a ser ejecutados como traidores. Los comandantes navales tienen una elección difícil: los valientes atraviesan la Caída de Kokabiel y se arriesgan a un encuentro con el maestro de la Congregación Ciclópea y los más prudentes evitan la caída por completo y agregan varias semanas a la duración de su viaje.

Mundos demoníacos[]

Cuando se formó la Anomalía Hadex se tragó cualquier mundo que estuviera cerca de su vórtice. El poder desenfocado del Caos disforme destruyó la mayoría de los planetas atrapados en la terrible agonía de la erupción de la Anomalía. Los que no fueron destruidos se corrompieron rápidamente, retorcidos en una parodia repugnante de lo que una vez fueron. Estos planetas se convirtieron en lo que alienta las pesadillas de muchos inquisidores: mundos demoníacos.

A continuación se presentan algunos de los que se pueden encontrar en la Anomalía Hadex. Existen muchos más, pero estos son los conocido con certeza por la Cruzada:

Fuentes[]

  • Warhammer 40,000: Reglamento (5ª Edición).
  • Deathwatch: The Achilus Assault (RPG)

Por revisar:

  • Black Crusade: Core Rulebook (RPG), pg. 321.
  • Deathwatch: Core Rulebook (RPG), pg. 349.
  • Deathwatch: The Jericho Reach (RPG), pp. 6–8, 13-14, 16, 31, 36-39, 41-43, 53.
  • Deathwatch: The Outer Reach (RPG), pp. 10–12, 14-15, 51, 60, 67-68, 79, 107.
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