Andruk

El hermano Andruk sirvió en el Capítulo de los Castellanos Carmesíes durante más de seis décadas antes de responder a la llamada de los Vigías de la Muerte y tomar su Juramento Apocryphon en la Fortaleza de la Guardia Erioch. Fue una buena decisión, tanto para él como para los Vigías de la Muerte, pues los Castellanos Carmesíes parecen haber cambiado drásticamente desde entonces, convirtiéndose en algo que apenas reconocería dieciocho años más tarde cuando, después de haber cumplido su primer juramento, volvió a Vorl Secundus. Andruk nunca habló de lo que ocurrió en su primer regreso a su capítulo, pero fuese lo que fuese no tardó en regresar a la Fortaleza de la Guardia Erioch para un segundo Juramento Apocryphon.

Andruk era conocido como un individuo severo y taciturno, en desacuerdo con muchas de las actitudes de sus Hermanos de Batalla en el Equipo de Eliminación Lux Veritatis. Sin embargo, algunos sostienen que tal equilibrio de humores era necesario y representó uno de los principales componentes que hicieron tan temible al quipo. Andruk rara vez hablaba, incluso cuando se dirigían directamente a él, pero cuando lo hacía sus palabras llegaban directamente al corazón de lo que se estaba discutiendo. Su sabiduría era muy buscada, aunque nunca explicó cómo había acumulado un conocimiento a menudo muy esotérico y que parecía haber acumulado a lo largo de los años. Aunque no estaba dotado con los poderes de un psíquico, Andruk pasó tiempo con los Bibliotecarios de los Vigías de la Muerte y se sabe que proporcionó sabios consejos a los habitantes de la Torre de Cobre en varias ocasiones. Qué conocimiento pudiera tener como para que un Inquisidor le buscase es uno más de los innumerables misterios que rodean al Lux Veritatis.

Equipo[]

Bólter de Asalto.

Llaves del Castellano: Andruk llevó estas llaves estilizadas sobre una cadena durante gran parte de su última vigilia de la Larga Vigilia, aunque no las llevó durante la Intervención en Herisor. Nunca ofreció voluntariamente la función o el significado de las llaves, y dada su personalidad notoriamente taciturna, no se conoce a nadie que le hubiese preguntado. Tras su muerte, las llaves fueron tomadas de su lugar de almacenamiento en su celda personal y examinadas por los capellanes de la Fortaleza de la Guardia Erioch, quienes determinaron que eran reliquias sagradas y debían recibir todos los honores debidos. Se cree que las llaves son un símbolo de rango o algún nombramiento especializado, relacionado con las tradiciones y doctrinas del Capítulo de origen de Andruk, los Castellanos Carmesíes. Qué sentido pudiera residir en las llaves queda por determinar, pero habida cuenta que una parte de los Castellanos Carmesíes se han vuelto renegados, bien pueden referirse a un secreto verdaderamente horrible que Andruk soportó durante todo su servicio en los Vigías de la Muerte.

Fuente[]

Deathwatch: The Emperor's Chosen (Juego de Rol).