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Justicar Alaric de los Caballeros Grises
Alaric es un Justicar de los Caballeros Grises. En su larga carrera ha dirigido tres campañas contra el Caos.
La Senda de San Evisser[]
Alaric ya había servido con el rango de Justicar durante dos años antes de que se asignara llevar a cabo cualquier misión de importancia. Su primera asignación como mando tuvo lugar cuando la Inquisidora Ligeia solicitó la ayuda de los Caballeros Grises. Había descubierto que el Príncipe de las Mil Caras, también conocido como Ghargatuloth, estaba intentando volver a manifestarse tras haber sido expulsado mil años atrás. El Daemon había sido expulsado en aquella ocasión por una fuerza de Caballeros Grises dirigida por el Gran Maestre Mandulis en Khorion IX, un mundo controlado por el Caos. Este descubrimiento se llevó a cabo después de que un grupo de asalto dirigido por el Inquisidor Nyxos hubiera capturado a un Inquisidor rebelde llamado Gholic Ren-Sar Valinov. Valinov tenía en su posesión un libro llamado Codicium Aeternum. Dicho libro aseguraba que el Tarot Imperial vaticinaba que el Daemon regresaría en algún punto de la Senda de San Evisser. El Juez Alaric había intervenido en el ataque en el que fue capturado Ren-Sar Valinov, pero había resultado gravemente herido; esto permitió que estuviera presente en el momento de la petición, convirtiéndolo en el líder obvio para ayudar a la Inquisidora Ligeia. Dado que la mayor parte del Capítulo había sido enviado al Ojo del Terror para luchar contra la 13ª Cruzada Negra el Gran Maestre Tencendur se vio forzado a destinar solo una pequeña fuerza de asalto para ayudar a la Inquisidora Ligeia.
Alaric dirigió una fuerza de asalto compuesta por una escuadra de Exterminadores liderada por el Justicar Tancred y dos Escuadras de Choque dirigidas por los Justicares Genhain y Santoro. El Capítulo de los Caballeros Grises les asignó al Crucero de Asalto Rubicon para poder viajar por el Imperio. Tras alcanzar la Senda, el Rubicon se dirigió directamente hacia el planeta Trepytos.
Victrix Sonora[]
La Inquisidora Ligeia llevó a Alaric hasta el Mundo Agrícola de Victrix Sonora, en donde un complejo del Administratum había caído presa de los Cultistas del Caos. Los Adeptus Arbites ya habían rodeado el complejo cuando llegaron los Caballeros Grises. Alaric decidió ayudar a los Arbites a asaltar el edificio. Tras un corto pero intenso tiroteo, los Caballeros Grises irrumpieron en el edificio para descubrir a un Hechicero del Caos protegiendo un cogitador infectado por el Caos que imprimía resmas de papel en las que se auguraba el retorno del Príncipe de las Mil Caras. También estaba rodeado de unas extrañas figuras de madera. Alaric recogió algunas de las páginas y una de las figuras con vistas a llevárselas a Ligeia para su estudio. Ordenó quemar el resto antes de que corrompiera a alguno de los valerosos Arbites.
Sophano Secundus[]
La figura de madera llevó a los Caballeros Grises hasta el Mundo Feudal de Sophano Secundus. Ligeia ordenó a los caballeros Grises quedarse en el Rubicon mientras ella conversaba con el actual arcipreste de la misión imperial en el planeta. Tras estallar una Tormenta Disforme en torno a la capital, Hadjisheim, Alaric hizo bajar a su grupo de asalto al planeta a bordo de dos cañoneras Thunderhawk para recuperar a la Inquisidora y purgar el culto de Sophano Secundus. Durante la purga, se perdieron ambas Thunderhawk debido a sabotajes, pero los Caballeros Grises lograron rescatar a la Inquisidora.
La Inquisidora Ligeia acabó por sucumbir víctima de su estudio acerca del Príncipe de las Mil Caras, dejando solo a Alaric en la tarea de descubrir cómo acabar con el Daemon. Alaric decidió que el mejor lugar para empezar era en el lugar en el que descansaba el Santo. El grupo de asalto viajó hasta el Salón del Recuerdo, en Farfallen, para conseguir información acerca de Kelkannis Evisser. Durante su investigación descubrió que Evisser jamás fue canonizado como Santo, y que procedía de un planeta corrupto.
Volcanis Ultor[]

"Yo soy el Martillo, la mano derecha del Emperador..."
Alaric descubrió al fin que el Santo estaba enterrado en Volcanis Ultor. Alaric también supo que Valinov había escapado de la prisión de la Inquisición en Mimas, y que había tomado bajo su control a las Fuerzas de Defensa Planetaria de Volcanis Ultor, haciéndose pasar por un Inquisidor y convenciendo a todo el grupo de defensa de que los Caballeros Grises eran Marines Traidores y poniendo a las fuerzas imperiales en contra de aquellos. Las fuerzas de defensa incluían miembros de la Guardia Imperial provenientes de la Infantería Pesada de Balur, del 12º Regimiento de Reconocimiento de Methalor, y del 197º Regimiento de Asalto Jhaniano, así como Hermanas de Batalla de la Orden de la Rosa Ensangrentada. Después de que Valinov tomara el control, el Rubicon apareció desde el Inmaterium y se encontró de bruces con un bloqueo imperial. La fuerza de asalto tuvo que abrirse paso peleando para que los Caballeros Grises pudieran bajar a la superficie. El Rubicon fue destruido por el Despiadado, el Llama Sagrada y el Absolución Beta. Las líneas de defensa en torno a la Colmena Superior quedaron diezmadas por los escombros que cayeron de la nave destrozada. Los Caballeros Grises usaron dicha cobertura para alcanzar una factoría en el Lago Rapax, en donde Evisser estaba enterrado. Tras una breve pero sangrienta batalla contra las hermanas, la Canonesa reconoció que los Caballeros Grises no eran enemigos y juró ayudarles a limpiar la mancha del Caos de la Senda.
El Santuario de San Evisser[]
Tras enfrentarse a un gran número de Cultistas, los Caballeros Grises y las Hermanas de Batalla tuvieron que luchar contra el corrupto San Evisser. El Justicar Tancred avanzó con la Espada de Mandulis en un intento de expulsar al Daemon antes de que lograra manifestarse por completo. Por desgracia, esto sólo sirvió para completar la manifestación del ser. Mientras la criatura del Caos comenzaba a penetrar en el Espacio Real, habló directamente a Alaric prometiendo que acabaría por doblegar al Caballero Gris, convirtiéndolo en el primero de entre los suyos en caer en las garras del Caos. Como respuesta, Alaric comenzó a repetir el Nombre Verdadero del Daemon, atándolo a Alaric y debilitándole, lo que dio tiempo a las fuerzas imperiales para reponerse, unir fuerzas y acabar de una vez por todas con el cuerpo físico del Príncipe de las Mil caras, que quedó expulsado del mundo material durante otros mil años.
Chaeroneia[]
Alaric y su escuadra fueron de nuevo requeridos por el Inquisidor Nyxos para investigar un planeta desconocido que había surgido repentinamente en el Sistema Borosis, en el Segmentum Ultima. Con solo mirar al planeta, Alaric pudo sentir la obra de las fuerzas del Caos. Mientras investigaban el planeta desde el espacio a bordo del Tribunicia, la nave exploradora Ejemplar del Adeptus Mechanicus se unió al bloqueo imperial reclamando total jurisdicción sobre el planeta. La expedición del Adeptus Mechanicus estaba bajo el mando del Archimagos Saphentis. Tras un breve intercambio de información, se concedió a Alaric el mando total sobre una fuerza de reconocimiento compuesta por su escuadra, la Interrogadora Hawkespur y un grupo representante de los intereses del Adeptus Mechanicus.
Desembarco[]
La lanzadera que transportaba al grupo de asalto fue derribada mientras intentaba aterrizar. Alaric comandó a las restantes fuerzas a través de la ciudad buscando alguna clase de enlace de datos a través del que conseguir alguna información acerca de dónde estaban y qué estaba pasando. Durante el viaje averiguó a través del Archimagos que el planeta era un Mundo Forja llamado Chaeroneia y que había estado desaparecido en la disformidad durante casi un siglo, aunque todos los datos que recogieron en el planeta indicaban que este se encontraba en realidad a finales del 42º Milenio.
El Magos Antigonus[]
Tras un enfrentamiento con miembros corruptos del Adeptus Mechanicus, Alaric y su equipo se vieron forzados a aceptar la ayuda de un extraño servidor, que posteriormente reveló ser el Magos Antigonus. Alaric descubrió que Antigonus, con la ayuda de algunos miembros de bajo nivel del Adeptus Mechanicus, había estado planeando llevar cabo una revuelta contra la corrupción que se había impuesto sobre el planeta. Alaric, Hawkespur y tanto Sapenthis como Antigonus intentaron poner sobre aviso al Inquisidor Nyxos a través de una torre de comunicaciones del planeta. El Inquisidor Nixos informó al grupo de asalto que una flota del Caos, comandada por el Forjador de Infiernos, había emergido de la disformidad para responder al mensaje de convocatoria del planeta. Los dos Magos dedujeron que el grupo se estaba enfrentando a un antiguo grupo secreto escondido del Adeptus Mechanicus desde la Herejía de Horus, el llamado Adeptus Oscuro.
Fábrica de Titanes[]
Alaric fue informado de un enorme desvío de energía procedente de los páramos ácidos del planeta, que procedía de la misma dirección que la presencia daemónica que sintió mientras estaba en órbita. Alaric convenció a Antigonus de que ayudara a su grupo de asalto a destruir lo que fuera posible del Adeptus Oscuro antes de que la flota del Caos alcanzara el planeta. Tras lograr llegar a los páramos ácidos, la escuadra de Caballeros Grises y sus aliados encontraron una gigantesca factoría de Titanes. Mientras la unidad intentaba sabotear la maquinaria fueron atacados por el Archimagos Veneratus Scraecos, un tecnohereje. Tras derrotar a las fuerza de Scraecos, los Caballeros Grises tuvieron que enfrentarse a un enorme Titán no identificado.
El Castigator[]
Alaric quedó separado del resto de los Caballeros Grises mientras intentaban abordar al Titán, y logró por su cuenta llegar hasta la cabeza del coloso, donde descubrió que la máquina había sido construida en torno a la PCE (o Plantilla de Construcción Estándar) de la "Plataforma Bípeda de Armamento Autónomo clase Castigador, creada para soporte de fuego y operaciones de asedio". Tras una breve conversación con la incorpórea inteligencia artificial que controlaba la máquina, Alaric descubrió que la PCE había quedado poseída y corrompida por un Daemon, pero había estado en estasis tanto tiempo que pensaba que él era realmente la PCE del Titán Castigator, el padre de todos los Titanes. Alaric logró convencer a la PCE de que ésta era en realidad un Daemon y, tras adoptar una forma física, el Caballero Gris pudo luchar contra ella.
Mientras luchaba contra el Daemon, el resto de los Caballeros Grises se preparó para destruir al Titán creado a partir de la PCE, negando a las fuerzas del Caos la posibilidad de apoderarse de dicho artefacto. La muerte del Daemon a manos de Alaric y la destrucción del Titán por parte de los Caballeros Grises enfureció a la flota del Caos, que en venganza destruyeron mediante bombardeo orbital la factoría de Titanes, regresando posteriormente al Ojo del Terror para presentar su informe. Esto permitió a la gravemente dañada flota imperial rescatar a Alaric, a otros dos Caballeros Grises, a Hawkespur y al Magos Antigonus.
Martillo de Daemons[]
Sarthus Majoris[]

Alaric y su escuadra fueron enviados al planeta Sarthus Majoris en un intento de evitar que un ejército daemónico conquistara el mundo. Durante la batalla, Alaric y los Caballeros Grises abandonaron su puesto para enfrentarse al Campeón del Caos que dirigía el ataque. Alaric fue derrotado y capturado junto con el Hermano Haulvarn.
Drakaasi[]
Drakaasi es un planeta encerrado en el Ojo del Terror, controlado por el Caos y dedicado a Khorne. Tras su captura, Alaric y Haulvarn fueron llevados allí, en donde se les colocaron unos collares que neutralizaron sus poderes psíquicos, incluyendo las protecciones que llevaban. Se vieron forzados a luchar en las arenas del planeta, donde Haulvarn murió con rapidez al enfrentarse contra un Daemon campeón de uno de los señores del planeta. Alaric, por contra, consiguió convertirse en un gladiador bastante popular, que aprovechó su fama para ir manipulando poco a poco a los distintos señores de la guerra para que peleasen entre sí, apelando a sus tensas rivalidades. Durante un breve tiempo enloqueció debido al intento por parte del señor de la guerra que lo capturó de que fuera poseído por Raezazel, un Daemon de Tzeentch, con vistas a convertirlo en un competidor mucho mejor. Durante dicho periodo se comportó de manera similar a como lo haría un Berserker de Khorne, disfrutando del derramamiento de sangre, hasta que recuperó el sentido. Tiempo después consiguió escapar junto con un gran número de civiles capturados usando una nave, estrellada en el planeta años antes, usando como tapadera una revuelta de esclavos. Dejó que los ciudadanos regresaran a la peregrinación que estaban realizando los viajeros originales de la nave, pero desgraciadamente murieron cuando apareció el Daemon Raezazel, que se había colado como polizón. Finalmente Alaric logró regresar al seno de la Inquisición.
Equipo[]
El Justicar Alaric está equipado con una servoarmadura Aegis con un Bólter de Asalto integrado y una Alabarda de Fuerza Némesis. Como los demás Caballeros Grises, también tiene una copia personal del Liber Daemonicum guardada en un compartimento cerrado del pectoral de su servoarmadura.
Insignium Valoris[]
Alaric tiene tal rango que puede mostrar heráldica personal sobre el escudo montado en su hombro. Añadió una estrella a su escudo heráldico en recuerdo de la Inquisidora Ligeia.
Habilidades psíquicas[]
Los poderes psíquicos del Justicar Alaric están dirigidas hacia el interior. Su escudo psíquico le permite romper la presa o el control que un Daemon pueda tener sobre su cuerpo, advirtiéndole al mismo tiempo de la proximidad de los seres del Caos. Alaric atribuye esto último a su entrenamiento como Caballero Gris y a su férreo núcleo interior de fe, que le sirve como foco de refuerzo de sus poderes.
Fuentes[]
- Caballeros Grises, por Ben Counter.
- Adeptus Oscuro, por Ben Counter.
- Martillo de Daemons, por Ben Counter.