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Astartes Leales luchando contra Traidores a bordo del Abismo Furioso.
La Abismo Furioso fue la nave que la Legión de los Portadores de la Palabra utilizó para intentar destruir Macragge, mundo natal de los Ultramarines, y así vengarse de la humillación sufrida más de dos siglos atrás, en Monarchia.
La nave fue creada en secreto por una rama del Adeptus Mechanicus leal al Señor de la Guerra Horus durante el inicio de la Herejía de Horus. Se construyó en el astillero clandestino de la luna de Thule y fue entregado como una ofrenda a los Portadores de la Palabra para satisfacer el plan del Primarca Lorgar de destruir a las legiones leales que servían al Emperador.
Historia[]
Después de la ceremonia de conmemoración y botadura del navío estelar, el astillero fue destruido por orden del Fabricador General Kelbor-Hal, matando a todos los trabajadores y permitiendo que la existencia de la nave continuara siendo un secreto ya que su diseño era desconocido para todo el mundo ajeno a su construcción.
El destacamento de Portadores de la Palabra al mando de la nave estaba dirigido por el capitán de la flota Zadkiel, al cual Kor Phaeron encomendó la misión de llevar la nave hasta Macragge y destruir el planeta con el fin de crear el caos entre la Legión de Ultramarines.
Durante su vuelo a través del espacio hacia su destino, la Abismo Furioso fue detectada por la fragata de combate Puño de Macragge, pero la nave Ultramarine fue utilizada como blanco para ensayar las poderosísimas armas de la Abismo Furioso y destruida por completo.
Por suerte, una señal de socorro del astrópata de la nave leal fue enviada a un puesto avanzado imperial y recibido por Lysimachus Cestus, Capitán de la la 7ª Compañía de Ultramarines, el cual esperaba a la Puño de Macragge para que le recogiera y llevara a Macragge. Cestus, al no tener noticias de la nave, hizo uso de su rango y se puso al mando de una pequeña flota compuesta por sus Ultramarines, una compañía de Lobos Espaciales (comandada por el Capitán Brynngar), otra compañía de Mil Hijos (liderada por el Sargento Mhotep) y una última compañía de Devoradores de Mundos (con el Capitán Skraal al mando). La flota lealista buscó el navío rebelde y lo encontró pero no pudieron establecer comunicación con ella ya que el Capitán Zadkiel ordenó no contestar a sus intentos de identificación. Confundidos, los lealistas siguieron intentando contactar con la nave, pero no recibieron respuesta. En vez de eso Zadkiel se puso en contacto con el comandante Mhotep de la Luna Menguante, uno de los navíos leales que seguían a Cestus, a fin de atraer su lealtad al lado del Señor de la Guerra Horus. Sin embargo Mhotep decidió advertir a sus compañeros de la traición de los Portadores de la Palabra, lo que condujo a una batalla espacial entre la escuadra lealista y la Abismo Furioso. Desgraciadamente, no había ninguna nave que fuese rival para la nave rebelde.
La Abismo Furioso destruyó numerosos buques escolta y incluso a la Luna Menguante antes de entrar en la disformidad en su camino hacia Macragge.
Una vez en el interior del Immaterium, el capitán de la Abismo Furioso lanzó una mina psíquica que provocó una tremenda alteración en las invisibles corrientes con el fin de interferir cualquier capacidad de los navegantes de otras naves que lo siguieran para viajar a través del Empíreo.
Siguiendo el rastro psíquico de la Abismo Furioso, los lealistas lograron dar con ella y tras muchas calamidades consiguieron infiltrarse en su interior. Tras abrirse camino por sus kilométricos pasadizos y sortear innumerables enemigos, los astartes lealistas lograron colocar bombas de fusión en los reactores de plasma del navío antes que consiguiera completar su funesta misión sobre Macragge. Así acabó la mayor nave jamás creada hasta entonces.
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"Sobre el casco decorado de la nave se alzaban catedrales, y sus torres se erguían ansiosas hacia las estrellas como dedos retorcidos. Su blindaje era tan poderoso que sería capaz de resistir el ataque concentrado de una batería de defensas láser."
La Abismo Furioso fue la última y mayor creación hecha en el asteroide Thule de Júpiter. La nave era tan grande como una ciudad y en la proa mostraba un mascarón con la figura de un libro envuelto en llamas forjadas en oro y plata. El buque poseía una configuración única en el Imperio en aquella época y era tan grande que incluso los Acorazados clase Emperador quedaban eclipsados bajo su sombra.
El trono de mando estaba situado en una tarima rodeado por numerosas pantallas que permitían a su comandante controlar todo el buque y dar órdenes a todo el personal del puente.
La Abismo Furioso albergaba un prototipo de cañón de plasma capaz de destruir otras naves en combate cuerpo a cuerpo. También iba equipada con cargas psíquicas capaces de desplegarse en la disformidad y alterar los sentidos de un navegante.
Fuentes[]
- Batalla por el Abismo, por Ben Counter.