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Veredicto del Certamen de Relatos Wikihammer + Voz de Horus ¡Léelos aquí!

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Abaddon el Saqueador 13ª Cruzada Negra

Abaddon el Saqueador, Señor de la Guerra del Caos y de la Legión Negra.

El Imperio se enfrenta al desafío más grande en diez milenios. El Archi Hereje, Abaddon el Saqueador, había forjado una temible alianza de legiones de Marines Espaciales del Caos, desviados, traidores, asquerosos Mutantes y daemons para lanzarse contra el Imperio. El destino de la Humanidad descansa en las batallas desesperadas que se habían producido alrededor del Ojo del Terror y del mundo fortaleza de Cadia, hogar de los regimientos famosos Cadianos de la Guardia Imperial. Los sirvientes leales del Emperador han resistido las Cruzadas Negras de Abaddon en el pasado, pero siempre a un terrible coste.

La Decimotercera Cruzada Negra comenzó en el 999.M41, y dio lugar a la mayor movilización de fuerzas militares tanto del Imperio como del Caos desde la Herejía de Horus. Fue el trasfondo de la campaña mundial de Warhammer 40,000 Ojo del Terror, que resultó en una victoria menor para el Caos y dio una cabeza de puente en la Puerta de Cadia a Abaddon el Saqueador, aunque su flota sufrió graves pérdidas.

Aunque la superficie está controlada en su mayor parte por las fuerzas del Caos, los cielos sobre Cadia están casi por completo bajo el control del Almirante Quarren y las Flotas de Batalla Solar y Gótica completas, además de elementos de varios Capítulos de Marines Espaciales, dejando un final abierto mientras la batalla continúa. La superioridad espacial y aérea da una ventaja significativa a las fuerzas imperiales, que pueden desplegar tropas frescas y bombardear al ejército de Abaddon.

Antecedentes[]

La Maldición de los Descreídos[]

Caos flota caotica aproximacion a Cadia warhammer 40000

Flota caótica aproximándose a Cadia

Al acercarse el final del M41, las primeras señales de que la largo tiempo temida Decimotercera Cruzada Negra de Abaddon el Saqueador era inminente aparecieron en forma de numerosos avistamientos de Pecios Espaciales emergiendo de la Disformidad alrededor del Sector Cadia. Aunque algunos fueron abordados por los Marines Espaciales y otros destruidos por las defensas orbitales, aquellos que atravesaron las defensas imperiales golpearon mundos estratégicamente importantes y bases navales por todo el Sector, diezmando a las fuerza navales de la región. Fue entonces cuando la temida nave de Nurgle Garra de Plaga hizo su aparición en la periferia del Sistema Urthwart, extendiendo aún más la pestilencia allá donde iba. El afamado Almirante Quarren lanzó una caza en pos de la nave, pero pronto se encontró con algo mucho más terrible. Emboscado en la Nube de Polvo de Frenerax, Quarren descubrió horrorizado que la Flota del Caos iba dirigida por la Terminus Est, la nave insignia de Typhus de la Guardia de la Muerte, Heraldo de Nurgle. La flota de Quarren apenas logró escapar de la trampa y sobrevivir. La Batalla de Frenerax había sido un costoso desastre, pero aún había cosas peores por llegar.

Operando ahora con impunidad, la Flota de Plaga de Typhus extendió la pestilencia por el Sector, y el Officio Medicae no pudo hacer nada para detenerla. Al tiempo que la plaga, conocida como la Maldición de los Descreídos, se extendía irremediablemente por varios mundos imperiales de los Sectores de Belis Corona y Agripinaa, los cultos que predicaban que el Imperio había olvidado las enseñanzas del Emperador empezaron a proliferar. Estos cultos dictaminaron que la plaga era un castigo a los corruptos por su perversidad, que solo podría encontrarse la cura mediante las llamas y la purgación del dolor y que ellos serían quienes proveyesen ambas. En el Tramo de Malin y en Lelithar, el gobierno imperial se disolvió con el avance de la plaga, puesto que las autoridades no fueron capaces de contener a zelotes enloquecidos y vociferantes demagogos que arengaban a las masas, las enfurecían y las incitaban a cometer actos de vandalismo, destrucción y automutilación. Los símbolos imperiales eran atacados abiertamente y, durante unas semanas, la muchedumbre reemplazó el gobierno del Administratum en varios planetas.

Tales muestras de celo y derramamiento de sangre tuvieron su eco en la Disformidad confiriendo al volátil Inmaterium una nueva y violenta vida. Los cauces de la Tormenta Disforme Baphomael se expandieron hasta envolver los límites del Sistema Cadia y los Astrópatas destacados en Kasr Partox informaron de haber sufrido visiones en las que vastas llanuras se extendían ante ellos llenas de cadáveres mutilados y en las que, en el horizonte, los planetas y las lunas ardían en llamas. Estos incidentes crecieron en número y se hicieron cada vez más presentes en todo el sector hasta que se manifestaron en su forma más horripilante en el mundo de Belisar, en la Cámara del Coro de los Astrópatas, en lo más alto del capitel de la Colmena Teriax. Durante una rutinaria sesión espiritual, el Adepto Mayor de Astrópatas comenzó a convulsionarse mientras su piel adquiría brillo debido a la energía psíquica acumulada en el interior de su cuerpo. Automáticamente, se pusieron en marcha los amortiguadores de Disformidad y los escudos de nulificación, pero ya era demasiado tarde, puesto que las incontrolables energías habían entrado como una explosión en el Espacio Real a través del psíquico y los nueve niveles superiores del capitel de la Colmena se vaporizaron debido a la explosión que esta energía produjo.

Sistema de cadia wikihammer

Sistema de Cadia

Los signos eran inconfundibles y todo señalaba que iba a suceder una calamidad de terribles consecuencias. Sucesivas lecturas del Tarot Imperial auguraban terribles hechos y por todo el Segmentum Obscurus empezaron a desarrollarse situaciones de horrenda naturaleza. Muchos de estos augurios resultaron ser falsos, pero los rumores y las habladurías pasaron de boca en boca y el miedo y la paranoia envolvieron poblaciones enteras y las sumieron en el pánico y la histeria. Miembros de la Clerecía Frateris (Confesores, Predicadores y Cardenales) fueron destacados desde el Sínodo Ministra en Ophelia VII para proporcionar calma y guía espiritual y autoritaria, pero el pánico estaba tan extendido que sus voces pasaron desapercibidas y no fueron escuchadas. Cuando el miedo atenazaba los corazones de los ciudadanos imperiales (sumergidos ya en un mar de sangre y otros sucesos horribles), unos incursores desconocidos atacaron el Mundo Agrícola de Dentor. La tripulación de una Fragata cargada con maquinaria agrícola descubrió este hecho; encontró poblaciones enteras pasadas a cuchillo y el horizonte en llamas. No se había producido saqueo alguno, por lo que resultaba imposible determinar las razones de este ataque. No se podía hacer nada y el informe de este suceso fue enterrado entre otros miles que llegaban a las manos de las autoridades del Segmentum.

En Cadia, los adeptos dedicados a estudiar la función de los megalitos descubrieron que algo estaba sucediendo. Los megalitos, que habían permanecido inertes hasta entonces, empezaron a resonar con una vibración casi imperceptible. Se enviaron equipos para investigar este hecho y lo que descubrieron fue cuanto menos inquietante: se estaban produciendo fracturas microscópicas en las hasta entonces impenetrables superficies de los megalitos, que resonaban con una amplitud de onda parecida a la de un campo Gellar (el invisible campo de energía que protege a las naves que viajan a través de la Disformidad). Parecía que los megalitos estaban intentando contener el poder de la Tormenta Disforme Baphomael y que, en el proceso, se estaban autodestruyendo.

También conocida como la Segunda Plaga del Descreimiento (Second Plague of Unbelief en inglés). A través de los mundos de la Puerta de Cadia, los cultistas, los reincidentes y aquéllos descontentos de toda índole se habían alzado contra el gobierno del Adeptus Terra. Los Mundos Colmena sobrepoblados tan apartados como el Sector Scarus y el Sector Cadiano habían entrado en erupción de forma violenta, aparentemente sin motivo alguno; incluso en los niveles más elevados del Mundo Colmena Tabor y en la base naval de Belis Corona se ha probado que se habían infiltrado cultos al Caos. Demagogos carismáticos habían incitado manifestaciones frenéticas para combatir la opresión implacable y demoledora propia del Imperio y centenares de miles han acatado sus delitos sedicionistas.

Asesinatos y envenamientos proclamaban nuevas eras de anarquía en zonas de conflicto claves, incluso flotas enteras de suministros se habían desvanecido misteriosamente. Nemesis Tessera, St. Josmane's Hope y Lelithar estaban todos arrasados por la insurrección.

Sin embargo, a través de todo el sistema comenzaría el contragolpe de aquéllos aún fieles al Imperio. En las calles aterrorizadas de Thracian Primaris, un solo hombre había conseguido unificar a los desesperados ciudadanos contra las maldades del Caos.

Desintegración[]

Siguieron llegando a la comandancia del Segmentum más y más informes de incursiones brutales que tenían muchos puntos en común con la matanza de Dentor. Asentamientos aislados de los Sistemas Sarlax y Amistel sucumbieron ante los ataques de los extraños incursores, que llevaban a cabo agresiones cada vez más sangrientas y crueles. Los capitanes de navío decidieron patrullar por determinadas zonas del espacio de la zona este del Sector Agripinaa, pero su capacidad de actuación era pequeña y sus patrullas no servían de mucho.

El 31º Escuadrón de Destructores (conocido como los Portadores de la Muerte), que operaba en Demios Binario, fue destruido al sufrir una emboscada cuando pretendía dar caza a los culpables de una de estas incursiones, en este caso en unas instalaciones de investigación imperiales cercanas al Tramo de Malin.

Fotografías de satélite tomadas por los equipos de salvamento recogían imágenes borrosas de lo que parecían naves de los Marines Espaciales, que hubiesen sufrido algún tipo de extraña mutación, atacando a Destructores imperiales de clase Cobra. Otras imágenes mostraban abordadores vestidos de azul y oro que tomaban los barcos y aniquilaban a sus tripulaciones. Como las agresiones siguieron produciéndose, la armada se vio obligada a retirarse a puerto y los estrategas tácticos descubrieron un mismo patrón en todos los ataques, que mostraba que existía un avance inexorable desde los Subsectores exteriores hacia Cadia.

Cypher wikihammer

Cypher, el Ángel Caído y autoproclamado Voz del Emperador

Conforme la armada del Sector Agripinaa se retiraba a sus bases, más y más desastres les acontecían a las fuerzas imperiales. En Lelithar, una poderosa figura emergió entre los dementados cultos y los fanáticos y se proclamó a sí mismo Voz del Emperador. Con su labia extraordinariamente convincente, hizo sublevarse a poblaciones enteras con la única ayuda de sus apasionados discursos y los fanáticos se hicieron con el control de aquellas instalaciones que aún permanecían en manos del Imperio, como espaciopuertos y bases militares fortificadas. Flotas completas de naves y almacenes enteros de armamento y munición fueron tomados por los seguidores de la Voz al tiempo que se lanzaban a la conquista de las estrellas. Sus emisarios viajaron por todo el Sector y crearon cultos de la Voz en Yayor, Amistel, Albitern e incluso en el Mundo Penal de Bar-el. Los cultos de la Voz eran tan destructivos que consiguieron devolver algo de luz y vida a un Imperio herido. Los predicadores y los misioneros del Misionarus Galaxia destacados en estos planetas intentaron oponerse al poder que estaba adquiriendo este culto. La fe imperial resurgió como un fénix de sus cenizas y se disputaron múltiples batallas entre los seguidores de la Voz y los píos sirvientes del Emperador. Lejos de desaparecer la fe en estos Sectores, hubo un resurgir de los votos religiosos. Se enviaron asesinos y equipos de ejecución a acabar con la vida del líder de este culto, pero ninguno tuvo éxito. La comunicación enviada por un asesino Vindicare antes de morir es la única pista que se tiene sobre la identidad de la Voz del Emperador: una figura encapuchada que porta una espada y dos pistolas repujadas de forma exquisita.

Traición en Cadia[]

Chaos vs Cadia

Las Tropas de Choque de Cadia luchando contra la Legión Negra de Abaddon el Saqueador.

A pesar de la situación de seguridad en deterioro y el conflicto interno en los territorios imperiales adyacentes al Ojo del Terror, Cadia continuaba siendo un faro de estabilidad. Pero para contrarrestar la creciente frecuencia y potencia de los ataques del Caos alrededor del Sector Cadia, el Alto Mando de Cadia ordenó que todos los Regimientos de Tropas de Choque de Cadia debían acudir a la propia Cadia. Como resultado, cientos de terrenos de desembarco extra fueron preparados en los campos de Kasr Tyrok para recibir a los refuerzos. Millones de hombres ya habían sido desembarcados cuando el Regimiento Catafractos de Volscan, considerados por muchos los soldados más duros del Sector, llegó a Cadia. En honor a la reputación del Regimiento Volscani, el propio Alto Mando de Cadia se reunió en los Campos de Tyrok para dar personalmente la bienvenida a los recién llegados. Sin embargo, esto fue una decisión desastrosa para Cadia, pues los Volscani pronto revelaron sus verdaderas lealtades.

Cambiando sus estandartes de Cadia y el Imperio por los del Caos, las fuerzas Volscani abrieron fuego sobre la reunión de cadianos de los Campos de Tyrok, aniquilando a la mayor parte del Alto Mando en un terrible golpe. Sólo un habilidoso contraataque del Lord Castellano Ursarkar E. Creed, lograría tomar el control de las fuerzas cadianas en retirada, evitando así consecuencias mayores. Ahora instalado como Gobernador de Cadia debido a la muerte del anterior titular del cargo, Creed ordenó a las fuerzas cadianas atrincherarse mientras enviaba solicitudes de ayuda por todo el Imperio. En cuestión de días, llegaron al Sector grandes efectivos de Lobos Espaciales y de otros muchos Capítulos de Marines Espaciales para unirse al combate. Se empezaron a reclutar tropas en los Sectores vecinos al tiempo que el Administratum reaccionaba ante la amenaza con una rapidez nada habitual en una organización tan mastodóntica como ésta. Las fuerzas imperiales también comenzaron a movilizarse, pero pasarían varias semanas (o meses) antes de que pudiera organizarse un contingente con la fuerza necesaria. Además, el Capitán Urquarn, comandante del Gloria de Abridal (un Crucero Clase Gótica), rellenó un informe sobre una Fortaleza-Monasterio que se acercaba flotando en una especie de meteorito. Este informe no había sido confirmado y, puesto que la tripulación del navío sufría fatiga después de tantas jornadas de servicio, fue considerado el resultado de las alucinaciones de los cansados soldados.

Nave del caos revientaplanetas warhammer

La Revientaplanetas abre fuego sobre Urthwart

Por si esto fuera poco, los escuadrones Cobra que patrullaban los límites del Ojo del Terror dieron aviso del avistamiento de varias naves Eldars, aunque la armada fue incapaz de ponerse en contacto con los alienígenas porque la velocidad de sus navíos y su carácter esquivo lo impedía. La comandancia de la flota se asustó al conocer estos informes, pero los Eldars demostraron enseguida no estar interesados en el combate y no se produjeron incidentes entre ambas flotas. Se realizaron apresuradas investigaciones sobre los mundos que los Eldars estaban abandonando y éstas revelaron que estaban dejando atrás unos artefactos que los Astrópatas describieron como portales a la Telaraña que habían sido sellados recientemente y de manera permanente. Por qué los Eldars estaban sellando y abandonando sus preciosos portales era una incógnita más entre el millar que se habían creado en los últimos meses y que no podían resolverse por falta de medios.

Ojo del terror nave wikihammer

Mientras las fuerzas de Cadia se preparaban para el inevitable ataque, los Sistemas Tabor y Ulthor fueron atacados, aunque esta vez las Fragatas de la Armada Imperial estaban posicionadas para contraatacar. Tres escuadrones de Destructores Cobra, junto con el Crucero Clase Lunar Goliat, persiguieron a los atacantes hasta los Estratos de Faberius, donde se desató una terrible batalla contra el Sangreoscura, un Crucero clase Styx. Este enfrentamiento le costó a la Armada Imperial gran parte del escuadrón de Cobras y el propio Goliat resultó seriamente dañado, pero, finalmente, los atacantes habían sido identificados. El Sangreoscura era un navío codificado como perteneciente al líder de los Amos de la Noche Tarraq Sangreoscura, uno de los más terribles asesinos en una Legión llena de los más sádicos carniceros. Antes de que pudieran llegar refuerzos imperiales, se detectó en los radares la presencia de una flota del Caos que se acercaba a gran velocidad y los navíos imperiales supervivientes se vieron forzados a replegarse y refugiarse en el puerto de Aurent.

Como parte de la vigilancia constante establecida alrededor del Ojo del Terror, unidades de Kasrkin especialmente entrenadas fueron enviadas a la vorágine, puesto que el almirantazgo estaba desesperado por saber dónde tendría lugar el primer gran ataque. Las profecías astropáticas señalaban hacia el Mundo de Plaga de Urthwart, donde parecía que se estuviese reuniendo una masiva fuerza de ataque. Urthwart era un mundo tomado por el Caos, su población estaba esclavizada y era sacrificada a los Dioses Oscuros. Los Kasrkin no encontraron vida en Urthwart, tan solo muerte y Zombies de Plaga consumidos por la Maldición de los Descreídos. Pero, cuando los Kasrkin empezaban a prepararse para la retirada, una frenética comunicación desde las naves en órbita informó de que una gran flota avanzaba sobre Urthwart desde el Ojo del Terror. Los Kasrkin se apresuraron a volver a sus transportes, pero ya era demasiado tarde; las naves imperiales o habían sido destruidas o habían tenido que poner rumbo a Cadia y huir. No había escapatoria y los cadianos fueron abandonados en Urthwart mientras una monstruosa y gargantuesca nave oscurecía el cielo: el Revientaplanetas.

Abandonados a su suerte, los Kasrkin no pudieron hacer nada cuando el increíble poder del Revientaplanetas fue liberado en un rayo de energía que alcanzó el planeta y atravesó su corteza. La tierra se partió en pedazos y el núcleo explotó diseminando trozos de Urthwart por todo el Sistema. La destrucción de Urthwart resonó en la Disformidad dispersando las tormentas invasoras y todo telépata a un millar de años luz sintió su muerte. Al mismo tiempo que Urthwart era destruido, una flota del Caos de miles de naves de guerra y transportes surgió de las profundidades del Ojo del Terror rumbo a Cadia. Los infestados Garra de Plaga y Terminus Est, junto con una masiva flota de navíos de la plaga, emergieron en el Sistema Subiaco Diablo y comenzaron a sembrar la plaga por todo el Sector. Con la flota del Caos, y escoltadas por los Acorazados Muerte Impía y Fortaleza de la Agonía, hicieron su aparición las dos Fortalezas Negras de Abaddon. Aunque antaño sirviesen a los intereses imperiales a modo de bases navales, ahora se habían convertido en retorcidas y mutantes catedrales, dedicadas a la sangre y a la muerte.

Patrullas navales, avisadas por los Astrópatas supervivientes de Belisar, cayeron sobre la marea de corruptos navíos mientras pedían ayuda desesperadamente a los Sectores vecinos. La prohibición de tránsito entre Sectores aún estaba vigente y los capitanes de navío perdieron horas preciosas luchando contra la burocracia del Officio Medicae, que intentaba evitar que las naves abandonasen la cuarentena y volviesen al servicio. Las naves que lograron burlar la burocracia se reunieron en el Sistema Ormantep bajo el mando del Almirante Pulaski, dispuestas a combatir y a morir si con ello conseguían dar a Cadia el tiempo suficiente para reaccionar. A diferencia de lo que sucedía habitualmente en las batallas navales, sus enemigos no maniobraron buscando posiciones estratégicas ventajosas. Era obvio que la flota del Caos únicamente pretendía seguir adelante, por lo que intentó cortar como un cuchillo a la flota imperial. La batalla tuvo lugar en el Cinturón de Ilthirium, un asteroide rico en mineral y usufructuado por Ormantep.

Aunque la flota leal al Emperador era ampliamente superada en número, combatió según los estándares de la Armada Imperial: coraje, honor y tenacidad. Docenas y docenas de naves sucumbieron ante las primeras andanadas de torpedos y los continuos ataques de los bombarderos Condenación, pero el resto de la flota siguió combatiendo. Minutos después, la batalla empezaba a volverse desesperada y las naves comenzaron a abordarse. La flota Leal estaba ralentizando tanto el avance de la flota del Caos, que parte de esta se vio obligada a separarse y poner rumbo al Sector Agripinaa. Durante largas horas, ambas flotas se asestaron tremendos golpes una a la otra, aunque toda esperanza pareció perdida cuando el buque insignia del Almirante Pulaski, el Honor y Deber, fue destruido por una explosión de plasma. Los defensores habían empezado a encomendar sus almas al Emperador cuando varios navíos del Caos que habían estado guardando posiciones de bloqueo fueron destruidos por los efectivos de la Flota de Batalla Agripinaa, que acababa de llegar y los había cogido desprevenidos. Dirigidos por el Almirante Quarren, los refuerzos imperiales recién llegados abrieron un camino para que la maltrecha flota imperial pudiese huir a Demios Binario.

Aunque Quarren había salvado a los supervivientes de la flota imperial, con ello también había dejado desprotegido el Sector Agripinaa, que ahora podía ser atacado con facilidad por la flota del Caos. Los Sistemas del Sector Agripinaa apenas tenían defensas para protegerse de los corruptos seguidores del Dios de la Plaga. Pronto los mundos del Sector Agripinaa y del Subsector Belis Corona fueron atacados y sumidos en el horror y la guerra. En Amistel Mayor, Marines de Plaga de Nurgle diezmaron las defensas locales antes de que la Guardia del Pantano de Drook pudiera desembarcar en el planeta y ayudar a sus indefensos habitantes. La plaga segó miles de vidas y los campos verdes del planeta se convirtieron en cementerios al aire libre donde se amontonaban los cadáveres. El Coronel Pertaj orquestó una magnífica defensa, con un inteligente sistema de trincheras que confundiría al enemigo y le llevaría a caer en trampas mortales. Pero el Coronel no vivió lo suficiente para ver la eficacia de su plan, puesto que la plaga acabó con él antes del primer gran enfrentamiento de la guerra. Marines Espaciales del Capítulo de los Grifos Aullantes intentaron romper el bloqueo del Caos escoltando a las Fragatas de la Legio Astorum, con la idea de hacerse cargo de las defensas antes de que se produjeran los primeros ataques. Solo los Marines Espaciales con su santificada servoarmadura y los Titanes eran capaces de sobrevivir a la toxina que había sido extendida por todos los campos de batalla. Aun así, la típica rapidez de las tropas del Adeptus Astartes se vio comprometida por el virus y los Marines Espaciales tuvieron que entregarse a una guerra de desgaste en las trincheras. Ambos bandos combatían de manera obstinada, cada uno de ellos negándose a entregarle el mundo al otro.

En Lelithar, el mundo originario de la Voz, los soldados de la Guardia Imperial de los Dragones de Jouran y los Titanes de la Legio Ignatum desembarcaron en Gorgosa y pusieron bajo asedio el palacio gubernamental, cuartel general de la Voz. Este asedio trajo consigo millones de muertos en la capital, puesto que la población nativa se alzó contra los soldados de la Guardia Imperial. El asedio continúa hoy día con el apoyo del Capítulo de los Espectros de la Muerte, pero sigue sin tener un final claro.

Mientras tanto los Hijos del Emperador, dirigidos por Lucius el Sempiterno, masacraron a los habitantes de Belisar, mientras los Amos de la Noche avanzaban sobre el Sector Scarus extendiendo el miedo y el terror entre el populacho imperial. Células de la Legión Alfa se revelaron por el Segmentum Obscurus, retrasando gravemente a los refuerzos Astartes con largos conflictos. Tras los Marines Traidores vinieron las terroríficas hordas del Caos: traidores, mutantes, cultistas y Daemons, así como las Legiones Titánicas Traidoras del Mechanicum Oscuro. Pronto, todo planeta en mil años luz alrededor del Ojo del Terror se vio envuelto en el conflicto.

La plaga reptaba por la superficie de cada uno de los planetas y caían tantos soldados víctimas de la plaga como de las armas enemigas. En el espacio, el Almirante Quarren dirigió la flota imperial hasta Cadia y la dispuso de forma estratégica junto a tres Fortalezas Estelares clase Ramilies. La flota del Caos avanzaba hacia Cadia y solo se detuvo para que las Fortalezas Negras pudieran reducir Demios Binario a polvo. Los navíos del Caos no tardaron en superar las defensas de Solar Mariatus, el planeta más alejado del Sistema Cadiano, y cayeron sobre su superficie cientos de Cápsulas de Desembarco llenas de Catafractos de Volscan traidores, que no tardaron en arrebatar al 23º de Cadia las valiosas refinerías de mineral del planeta.

Las fuerzas traidoras establecieron aquí una base de operaciones desde la que podrían coordinar los ataques que se lanzasen contra el sistema. Esperanza de San Josmane no tardó en caer, puesto que los presos de este planeta se sublevaron contra sus vigilantes en cuanto supieron que los Transgresores, una partida de guerra de Marines Espaciales del Caos, atacaba el planeta. Se produjeron encarnizados combates en todo el continente prisión y muchos de los celadores guardaban una bala para ellos porque sabían lo que suponía caer en manos de este enemigo. Aunque los prisioneros recibieron a los Transgresores como libertadores, no tardaron en darse cuenta de su equivocación, puesto que a los pocos que dejaron con vida los esclavizaron. El Sistema Cadiano se llenó de navíos enemigos, algunos de los cuales eran eliminados por naves Eldars que desaparecían tan misteriosamente como habían aparecido. Aun así, el grueso de la flota del Caos seguía avanzando hacia Cadia.

El Almirante Quarren había hecho lo que había podido, pero la enorme flota del Caos no podía ser detenida y, tras tres días de duro combate, la mayoría de las naves de su flota habían sido destruidas. Las pocas naves que habían podido escapar se dirigieron al Mundo Forja de Kantrael con la esperanza de poder ser reparadas y rearmadas a tiempo de volver para enfrentarse al Caos. Solo una de las Fortalezas Estelares clase Ramilies cayó ante el enemigo; las otras dos lograron autodestruirse sobrecargando sus reactores antes de ser capturadas. Ahora que el espacio alrededor de Cadia estaba asegurado, comenzaron los bombardeos orbitales y, una a una, las baterías defensivas fueron silenciadas. Cientos de barcazas de transporte tomaron posición en órbita y soltaron su corrupta carga en forma de deformes Cápsulas de Desembarco que se abrieron paso a través de la atmósfera del planeta.

La invasión de Cadia había comenzado.

La Batalla por Cadia[]

Leal vs

El Imperio lucha contra las fuerzas del Caos

Abaddon comenzó su invasión con un duro bombardeo orbital, tan poderoso que atemorizó incluso a las duras Tropas de Choque de Cadia. Con el bombardeo vinieron legiones de Marines Espaciales del Caos, Perdidos y Condenados, Daemons y Titanes del Caos, que inundaron el Mundo Fortaleza en números nunca vistos. Los ejércitos cadianos lucharon valiente y testarudamente, sin embargo, y fueron apoyados por la legendaria 13ª Compañía de los Lobos Espaciales.

Mientras tanto, el Imperio recibió ayuda inesperada de los xenos. Los Eldars del Mundo Astronave Ulthwé aparecieron para luchar contra el Caos , dirigidos por el Vidente Eldrad Ulthran en persona. Interviniendo en las desesperadas batallas entre la Armada Imperial y el Caos, las naves Eldars lograron a menudo dar la vuelta a la batalla, mientras en el mundo de Belis Corona los Guardianes Negros consiguieron liberar a las asediadas fuerzas imperiales. El Vidente Eldrad Ulthran desapareció tras un intento de capturar una Fortaleza Negra. No toda la actividad Eldar estaba encaminada a ayudar al Imperio, no obstante, pues muchos Mundos Ancestrales en torno al Ojo del Terror fueron atacados por las fuerzas del Caos y los inmortales Señores Fénix dirigieron la defensa Eldar en el Sistema Belial IV, intentando destruir una catedral oscura levantada por los Portadores de la Palabra. Los Eldars también lucharían contra Ahriman de los Mil Hijos después de que el Hechicero lograse penetrar en la Telaraña para buscar la misteriosa Biblioteca Negra.

En otro lugar, ejércitos Necrones aparecieron en casi todos los frentes del Sistema Thracian Primaris del Sector Scarus, sorprendentemente atacando sólo a las fuerzas del Caos. No toda la actividad xenos fue beneficiosa, no obstante, pues los Drukhari sacaron provecho de la anarquía y asaltaron los mundos del Sector Cadia, tomando esclavos hasta del mundo natal de los Manos de Hierro, Medusa. Los Capítulos de los Despojadores y los Ángeles Oscuros se vieron obligados a dejar el conflicto principal y rechazar varias Kábalas de Drukhari.

Mientras las fuerzas de Cadia lograban frenar a los ejércitos del Caos en un sangriento desgaste mutuo, la Armada Imperial recibió refuerzos de Cypra Mundi y lanzó un contraataque para devolver a las fuerzas de Abaddon al interior de la Puerta de Cadia. Aprovechando estos recursos, el Almirante Quarren consiguió derrotar a flotas del Caos mucho mayores que la suya, permitiendo que una oleada de refuerzos imperiales penetrase en el bloqueo del Caos sobre los Sectores Cadia y Scelus. En el Sistema Belis Corona, la Flota de Batalla Gótica al completo entró en la lucha. La Armada Imperial estaba jugándosela con esta venganza por todo el Sector, y si fallaba, toda la Flota de Batalla Obscurus estaría tan debilitada que no tendría esperanzas de repeler la invasión de Abaddon.

Mientras los refuerzos de la Armada Imperial aumentaban la potencia de la Flota de Batalla Cadia, Abaddon reveló el siguiente paso de su plan. La Legión Traidora de los Portadores de la Palabra, dirigida por el Apóstol Oscuro Erebus, realizó terribles rituales en el planeta que habían capturado, desatando Tormentas Disformes y hordas de Daemons por Sectores apartados alrededor del Ojo del Terror tales como Scelus y Caliban. Aislados de la ayuda, estos Sectores fueron arrasados por los poderes del Caos. Sin embargo, las fuerzas imperiales no se rindieron, y un contraataque dirigido por Creed y el Capítulo de los Cicatrices Blancas fue lanzado sobre y desde Cadia, chocando contra las fuerzas del Caos por todo el Sector en un movimiento sorpresa. Tras resistir durante muchas semanas largas de testaruda resistencia, los defensores de la Puerta de Cadia fueron reforzados aún más cuando docenas de Capítulos de Marines Espaciales llegaron por fin a la zona. Entre ellos estaban los Ángeles Sangrientos, que atacaron a la mayor horda de Devoradores de Mundos jamás vista por los defensores en Kasr Partox, mientras que los Ángeles Oscuros y los Lobos Espaciales lograron dejar a un lado sus diferencias y rivalidades pasadas para enfrentarse a Typhus en Macharia y Korolis.

Otros refuerzos fueron los Templarios Negros y los Puños Imperiales. El Lord Inquisidor Torquemada Coteaz también apareció entre los refuerzos, dirigiendo fuerzas de ataque de los Caballeros Grises contra los Daemons del Sector Agripinaa, así como en Kasr Holn y Xersia. Con tantos de los legendarios Marines Espaciales llegando al fin, el Imperio finalmente pudo ver una verdadera oportunidad de dar la vuelta a la 13ª Cruzada Negra de Abaddon.

Caos 13 cruzada negra (2)

Hordas del Caos durante la 13ª Cruzada Negra

Sin embargo, los rituales de Erebus alcanzaron su clímax poco después de la llegada de los refuerzos Astartes. Mediante el sacrificio de un millón de inocentes, toda la región en torno al Ojo del Terror fue atacada por una Tormenta Disforme tan intensa que hasta el viaje intrasistema se hizo imposible y la zona quedó aislada de más refuerzos imperiales. Aprovechando la situación, Typhus desató toda la fuerza de la Guardia de la Muerte sobre el Sector Agripinaa, que ahora estaba reducido a ruinas. Sin embargo, el suceso más atemorizador para el Imperio fue el lento avance del Revientaplanetas sobre la propia Cadia mientras la guerra entraba en sus fases finales. Los problemas del Imperio empeoraron aún más si cabe a causa de las invasiones xenos. Un ramal de la Flota Enjambre Leviathan empezó a cebarse con el Segmentum Obscurus y atacó Belis Corona, mientras los ejércitos Orkos arrasaban el Sector Scarus en lo que se conoció como la Kruzada Verde.

En los últimos momentos del M41, Cadia aún permanecía en manos imperiales. Sin embargo, el planeta estaba solo y bajo asedio de grandes ejércitos del Caos, sus lunas reducidas a desiertos yermos y las líneas defensivas Vilklas y Andur destrozadas. El Alto Mando de Cadia se vio obligado a trasladarse al otro extremo del planeta mientras las fuerzas imperiales tomaban posiciones en torno a Kasr Gallan, esperando el ataque final de las Fuerzas del Caos. El otro frente vital de la guerra, el Sector Agripinaa, aún seguía bajo control imperial, pero estaba siendo atacado fuertemente por el Caos y su población amenazaba con morir de hambre tras la pérdida de los Mundos Agrícolas de Yayor, Ulthor y Dentor. La Armada Imperial buscó rectificar esto luchando para mantener puentes espaciales en torno a la Puerta de Cadia, en acciones que hicieron al Almirante Quarren ser vitoreado como un héroe. Mientras tanto, los Ángeles Oscuros continuan una ferviente defensa de las ruinas de su antiguo mundo natal de Caliban, e incluso se rumorea que han capturado a la elusiva Voz del Emperador.

Consecuencias: El Principio del Fin[]

Caos 13 cruzada negra

El avance del Caos

La oscuridad se ha cernido sobre cientos de planetas y, para los defensores de la Puerta de Cadia, la luz pura del día ahora parece tan solo un recuerdo lejano. Aunque las fuerzas del Saqueador no han podido provocar la caída de Cadia, han asaltado los planetas de los hombres en lo que se ha convertido en la agresión de mayor magnitud que los hombres han recibido en mucho tiempo. Abaddon y su concilio de tres han superado estratégicamente a las fuerzas del Imperio en casi cada ataque. Los campos de batalla están sembrados de los cuerpos inertes de millones de guerreros y todavía hay millones de ellos que resisten el asedio de un enemigo que no conoce la piedad y cuyo único objetivo es la destrucción absoluta de todos los que se interponen en su camino.

La Decimotercera Cruzada Negra ha provocado la ruptura del último reducto imperial en la Puerta de Cadia. Se ha desatado la tempestad más furiosa surgida nunca del Ojo del Terror, que ha devorado a los planetas perdidos en manos del Caos. El Imperio no ha logrado mantener la vigilancia sobre el Ojo y solo permanece abierto un pequeño canal por el que acceden las naves imperiales que llevan ayuda a las desesperadas tropas de Cadia.

Al término de la Decimotercera Cruzada Negra, Cadia aún resiste, pero resiste en solitario, como una baliza que se apaga lanzando sus últimos destellos en la creciente oscuridad de la noche. La guerra se ha extendido prácticamente en la totalidad de Segmentum Obscurus y ya se ha desvanecido toda esperanza de poder repeler al invasor. El Imperio debe consolidar su dominio sobre los planetas que aún mantiene y prepararse para librar una guerra que no acabará hasta que no se extinga la vida del último de los combatientes. Mientras Cadia resista, existe esperanza para la Humanidad, pero Abaddon el Saqueador ha logrado lo que no había podido conseguir las doce ocasiones anteriores en un período de más de diez mil años. Sus fuerzas han logrado abrir una brecha en la Puerta de Cadia y nadie parece capaz de detener el avance imparable de la marea del Caos que se ha desatado sobre el Imperio del Hombre.

Cadia[]

Los fríos páramos de Cadia han quedado reducidos a una superficie baldía, llena de cráteres y devastada por los torpedos orbitales, la artillería pesada y el poder devastador de los Titanes. Las líneas defensivas de Vilklas y Andur han caído bajo la presión inexorable de millones de cultistas enloquecidos, traidores y mutantes. El Alto Mando de Cadia se ha visto obligado a desplazarse a Kasr Gallan en el lugar más distante del Mar de Caducades. Aunque la Armada Imperial mantiene el control del inter-sistema en las rutas espaciales, el Caos gobierna los cielos de Cadia desde que las defensas orbitales cayeron en los primeros días de la Cruzada Negra. Los defensores de Cadia están desplegados alrededor de Kasr Gallan y a través de los Desiertos del Caos y se niegan a retroceder un solo paso. Han recibido la siguiente orden: "¡Resistid en Cadia o condenad al Imperio de la Humanidad a las garras del Caos para toda la eternidad!"

Scarus[]

La fuerza impararable de la Kruzada Verde se ha extendido al Sector Scarus y, en la actualidad, los Orkos dominan Lethe Once y Mordax. Los Mundos Forja de Mordax están infestados con muchoz guerreroz pertenecientes al clan Kráneo de Muerte. Se trata de una perspectiva horrible para los devotos del Dios Máquina, que conocen a la perfección los grados de blasfemia contra el Omnissiah a los que estos xenos bárbaricos pueden llegar. Solo Thracian Primaris resiste con firmeza la Kruzada Verde, ya que contó primero con la ayuda de una Cruzada de Templarios Negros y, más tarde, con la aguerrida defensa emprendida por el Capítulo Astartes de los Salamandras. La situación en Scarus es muy delicada y nadie sabe cuándo va a terminar la infestación extendida en toda la región.

Belis Corona[]

El Imperio ha resistido durante mucho tiempo en Belis Corona, ya que ha sufrido los peores excesos de la Flota Enjambre Leviathan y las plagas terribles desatadas por la Guardia de la Muerte en las Colmenas. Subiaco Diablo presenció cómo la Orden del Armiño Blanco resistió el ataque y cómo un grupo de Hermanas de Batalla acudió en su ayuda comandadas por la famosa Canonesa Astra.

Agripinaa[]

El corazón industrial de la Puerta de Cadia está en ruinas. Aunque la Armada Imperial controla su espacio, muchos mundos del Sector han sido conducidos a la anarquía y la destrucción. Agripinaa puede resistir, pero, sin la ayuda de los Mundos Agrícolas de Yayor, Ulthor y Dentor, su población puede perecer debido al hambre y, sin los materiales vitales suministrados por los Mundos Colmena de Albitern, Amistel y Tabor, sus potentes forjas pueden caer en un silencio sepulcral. Typhus, el Heraldo de Nurgle, está consolidando su dominio del Sistema Ulthor, como si se tratase de la capital del imperio de la plaga naciente. Es evidente que la corrupción del Caos se encuentra en boga y ampliamente extendida por el Sector Agripinaa.

La Telaraña[]

Los Eldars han sellado la Telaraña para poder frenar a los invasores y han expulsado a los Marines Espaciales Traidores de la Legión de los Mil Hijos y a los Drukhari al reino de las sombras de Commorragh. Por ahora, los lugares ocultos de los Eldars y sus más terribles secretos están a salvo de las "razas menores". Las zonas de guerra que solo son accesibles a través de la Telaraña están en manos de los Eldars, incluido el Mundo Ancestral de Belial IV, que una vez fue considerado la joya de la corona del imperio en expansión de esta raza.

Las rutas espaciales[]

Aunque Cadia está siendo asediada, la Armada Imperial sigue controlando el espacio y ayuda a las fuerzas asediadas en la superficie del planeta. La única duda es si el rápido redespliegue de casi la totalidad de la Flota de Batalla Gótica, junto a una buena cantidad de naves pertenecientes a la Flota de Batalla Solar, dejará a la Armada Imperial demasiado reducida e incapaz de mantener el nivel de operaciones necesario para mantener la línea defensiva de la Puerta de Cadia.

Caliban[]

Los Ángeles Oscuros no solo han resistido el ataque en las ruinas de Caliban, su planeta natal original, sino que se han enfrentado a un gran número de los "Caídos", que el Capítulo y sus Sucesores cazan sin proceder a otras consideraciones. Circulan rumores de que los Ángeles Oscuros capturaron a la propia Voz del Emperador, solo para que este misterioso hereje escapara de su prisión y se encaminara a la Torre de los Ángeles. Otros rumores apuntan a que Ursarkar E. Creed mantiene un profundo resentimiento hacia el Capítulo, cuya presencia hubiera sido vital en la defensa de las fases más desesperadas de la guerra de Cadia mientras el Capítulo concentraba sus efectivos en Caliban.

El Imperio T'au[]

Si hay que escoger una raza que haya salido ganando con la destrucción de la Decimotercera Cruzada Negra, esa es la T'au. Los colectivistas xenos han expandido su territorio y buscan establecerse en al menos uno o dos mundos clave reclamados por el Imperio. Con las fuerzas del Emperador entregadas a la defensa del Segmentum Obscurus, los T'au consolidan su control sobre los planetas recién ganados.

Fuentes[]

  • Codex: Ojo del Terror (3ª Edición).
  • White Dwarf 286 y 287 (Edición inglesa).
  • Eye of Terror Weekly Summary. Newsletter#1.
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