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Los Ángeles de Venganza, o Ángeles Vengadores (Angels of Vengeance en inglés) son un Capítulo de Marines Espaciales creado a partir de la semilla genética de los Ángeles Oscuros, No Perdonados, durante la Segunda Fundación (021.M31)[1]. No hay capítulo más sombrío y resuelto que el de los Ángeles de Venganza. Su disposición a aceptar altas bajas y su obstinada negativa a retirarse, y las graves pérdidas han puesto en peligro el futuro del Capítulo en varias ocasiones. Incluso para los guerreros del Adeptus Astartes, son implacables en su persecución de los enemigos del Emperador, reservando un odio especial para aquellos que sirven a los Dioses del Caos[9a].
Historia[]
Las acciones de los Ángeles Vengadores no son tan conocidas como las de otros Capítulos de No Perdonados, puesto que huyen de la gloria y de los laureles aún más que el resto de sus hermanos. Estos Marines Espaciales se concentran en su deber únicamente. Los Ángeles de Venganza representan uno de los aspectos de los Ángeles Oscuros en particular: la devoción obsesiva por la redención del pecado ancestral. Este Capítulo es conocido por salir victorioso de batallas en las que otros hubieran sucumbido, cubiertos de sangre y magulladuras, pero victoriosos[6c].
Los Ángeles de Venganza son conocidos por el odio que sienten por cualquiera de los enemigos del Imperio, y se muestran muy proactivos al buscar y atacar a fuerzas de alienígenas, de servidores del Caos o de traidores y herejes.
Se sabe que han llegado a sufrir pérdidas severas en varias ocasiones, lo que se debe a su negativa a aceptar que están vencidos. De hecho, se cree que el futuro y la continuidad del Capítulo han sido puestos en peligro en más de una ocasión. Tras el Asedio de San Apolis habían sufrido tantas bajas que el Capítulo se vio forzado a pasar casi un siglo recuperando su almacén genético y reclutando hermanos para sus filas antes de ser capaz de prestar batalla una vez más[4].
Organización[]
Los Ángeles de Venganza rehúyen la fama y los laureles, y se concentran en sus tareas excluyendo todo lo demás. Son una organización sombría y adusta, y encarnan un aspecto particular del carácter de los Ángeles Oscuros por encima de todos los demás, una obstinada devoción a su causa que roza el fanatismo. El Capítulo suele verse envuelto en batallas que otras fuerzas tendrían pocas esperanzas de ganar, y salir ensangrentados pero victoriosos[6c].
Como la gran mayoría de los Capítulos de No Perdonados, no cumplen del todo con el Codex Astartes. La mayoría los sucesores tienen un fuerte vínculo con los Ángeles Oscuros, fruto de su culpa y misión compartida de la caza de los Caídos. Incluso después de la disolución de la Legión, los sucesores se reunían regularmente de forma clandestina, compartiendo información bélica y manteniendo algunas tradiciones. Esto se ha extendido a todos sus Capítulos Sucesores fundados desde entonces. La mayoría tienen una organización similar a la de los Ángeles Oscuros, con sus equivalentes del Ala de Muerte y Ala de Cuervo[14], Ala de Pavor y Ala de Rapaz respectivamente en los Ángeles de Venganza. Además tienen un núcleo reducido entre sus rangos que forman parte del Círculo Interior y sólo los que forman parte de este tienen un conocimiento mayor sobre los Caídos y el pasado de la Primera Legión con respeto a estos[7g][9a].
Los sucesores veneran al regresado Lion El'Jonson con igual o mayor fervor que los propios Ángeles Oscuros. Muchos han tenido el honor de ser liderados en batalla por el León en persona, una ocasión que se suele conmemorar en grandes estandartes o vidrieras de armavidrio. Menos conocido es que también se ha reunido con algunos de los miembros de los Círculos Interiores de los sucesores, aunque lo que se discutió o impartió solo lo saben ellos[9a].
Heráldica y Apariencia[]
Todas sus compañías visten servoarmaduras de color negro azabache en homenaje a la Legión original de los Ángeles Oscuros que partió de Terra al comienzo de la Gran Cruzada[6c]. Su águila pectoral es blanca (de forma muy parecida al esquema original de la I Legión antes de la Herejía de Horus), y su símbolo es un cráneo alado color hueso con una capucha roja[15]. Este símbolo también conocido como la Parca, ya era usado en la heráldica de algunos miembros de la Primera Legión desde la Gran Cruzada. Era una marca de honor a menudo asociada con los veteranos terranos de la Legión, aquellos que habían servido durante la conquista del Sistema Solar[16]. Llevan el símbolo de la especialidad de su escuadra en la hombrera derecha (los usados por los Ángeles Oscuros, que no son iguales a los del Codex Astartes) y su número de escuadra se indica con un número en Bajo Gótico. La Compañía a la que pertenecen se designa por la heráldica de la placa de la rodilla derecha.
El Ala de Pavor, 1ª Compañía, visten armaduras de color negro y los ropajes monásticos de los miembros del Círculo Interior son negros como el azabache[2][3].

Acciones notables[]
- Captura del Despedazador (Previa a las Guerras Olvidadas) - Todo empezó de forma bastante inocente. Mientras perseguían a los restos de una flota orka, elementos de los Ángeles de Venganza entraron en el Sector Gótico. Con el pretexto de buscar restos de la flota de pielverdes que se les había ordenado destruir, los Ángeles de Venganza buscaron pistas que pudieran conducirles hasta algún Caído. Este era el procedimiento habitual de todos los Capítulos No Perdonados: perseguir sus objetivos secretos mientras seguían ostensiblemente los edictos de misión transmitidos por los Señores de Terra. Un crucero de asalto de los Ángeles de Venganza no descubrió nada extraño, salvo una señal encriptada enviada desde el mundo minero de Lemnos. Una vez descodificado, el mensaje describía exactamente lo que buscaban los No Perdonados. El mundo de Lemnos estaba envuelto en una amarga guerra por los derechos mineros, una batalla de codicia, más que de ideología. Como se cumplían los diezmos imperiales, no había órdenes de intervenir, y el asunto debía dejarse en manos del gobernador planetario. Las facciones nobles rivales utilizaban ejércitos privados para imponer su propiedad sobre las vetas más ricas de riqueza mineral. De estas batallas hablaba la señal. El misterioso mensaje fue enviado en uno de los antiguos códigos de batalla utilizados por los Ángeles Oscuros y proporcionaba justo el tipo de pistas que encajaban con el modus operandi de uno de los Caídos. A corta distancia, los Bibliotecarios de los No Perdonados pueden captar las firmas psíquicas únicas de aquellos que llevan rastros de su Primarca en común. Incluso la semilla genética más emendada o contaminada de Lion El'Jonson emite una señal lo bastante potente como para detectarla. No es un método infalible, ya que estas lecturas pueden variar debido al flujo de la Disformidad o ser bloqueadas por amortiguadores psíquicos. Además, no todos los Caídos llevan la semilla genética pura de la Legión. Cuando la Primera Legión llegó a Caliban y se reunió con su Primarca, aceptó a muchos miembros de la Orden en sus filas. Aquellos lo suficientemente jóvenes como para sobrevivir a la prueba recibieron el implante completo de la semilla genética, mientras que otros, como el architraidor Luther, fueron transformados en falsos astartes. En el caso de Lemnos, los Bibliotecarios informaron de múltiples lecturas. El objetivo original, un hombre imponente conocido como el Despedazador (inglés: the Mauler), había hecho saltar las alarmas con sus hazañas de fuerza sobrehumana en batalla. Cuando un Bibliotecario de los Ángeles de Venganza lo sometió a un sondeo psíquico a distancia, aparecieron los signos reveladores de alguien portador de la semilla genética de la Legión de los Ángeles Oscuros. Los exterminadores del Ala de Pavor fueron enviados para detenerlo. Sin embargo, también se recogieron otras lecturas de los alrededores. Una de estas señales parpadeó, un fenómeno asociado a las tormentas Disformes, aunque no se informó de ninguna en ese momento. Este fue el primer encuentro registrado con las señales únicas que más tarde se asociarían con Cypher. No se sabe si él había estado allí primero y había traído a otro Caído o si estaba trabajando con el Despedazador desde el principio. El equipo de ataque tuvo éxito en la captura del Despedazador, aunque al hacerlo, sufrieron muchas bajas. Mientras los exterminadores se acercaban a la sorprendida banda de mercenarios, uno entre ellos salió disparado. En ese momento, ni el extraño con túnica, ni sus inusualmente letales disparos de pistola, ni su posterior huida y desaparición eran la marca en que se han convertido desde entonces. En aquel momento, simplemente se observó que la pérdida de tantos exterminadores de los Ángeles de Venganza parecía fuera de lugar. Los veteranos guerreros con sus impermeables armaduras rara vez caían en combate, y cuando lo hacían, era a manos de armas titánicas o de algún poderoso campeón, no un soldado sin escrúpulos de una banda de mercenarios de tercera. Como la Roca estaba en un sector contiguo, el Despedazador no tardó en ser asegurado en sus profundas mazmorras. Persuadido por los duros métodos de los Capellanes Interrogadores y las implacables sondas mentales de los Bibliotecarios, el Despedazador acabó revelando que había sido conocido por otro nombre más antiguo. Era el Hermano Sytrx, un Ángel Oscuro devuelto al redil. Antes de retractarse por fin y ser liberado de la carga de vivir, Sytrx reveló más cosas. Nombró a una docena de Caídos que había visto en el sector. Elementos de los Ángeles de Venganza, los Ángeles Oscuros y los Leones Sable siguieron estos rastros. Cada parada a lo largo de este nuevo viaje, desde las caídas de planetas hasta el abordaje de un casco abandonado flotando en medio del espacio profundo, conducía a los No Perdonados hacia nuevas pistas. En cada punto se descubría algo nuevo. A medida que cada nuevo fragmento de información era comunicado a la Roca, se revelaba poco a poco una trama mayor y más siniestra. En un principio, los No Perdonados habían comenzado su misión buscando únicamente detener a individuos. Lo que se reveló fue una corrupción extendida por seis sistemas del Sector Gótico. Entre las confabulaciones y los encuentros interplanetarios había un hilo coherente y siniestro que presentaba muchas de las características de un elaborado complot de la Legión Alfa, aunque ese grupo de traidores había sido declarado erróneamente destruido por la Inquisición[11a].
- Brigia: intento de captura de Tylus (Previa a las Guerras Olvidadas) - Entretejiendo las pistas y el entrecruzado rastro de pruebas esparcidas por el Sector Gótico se encontraba el individuo con el que los Bibliotecarios de los Ángeles Oscuros tenían una obsesión cada vez mayor: Cypher. A veces, la figura encapuchada producía la firma psíquica de un Caído, evocando la sangre de su Primarca, el León. Otras veces, sin embargo, las sondas mentales de los Bibliotecarios no podían detectar nada, salvo un breve parpadeo de esa señal, como si hubiera sido superada por algún otro ser. Las búsquedas prolongadas descubrieron algo nuevo, un vacío nulo, un vacío frío que se movía por el Immaterium como una sombra dejada atrás por Cypher. Desde entonces se ha observado muchas veces su aparente capacidad para enmascararse, pero nunca se ha determinado si procede de poderes psíquicos innatos o de algún artefacto desconocido. Hasta el momento, los Ángeles Oscuros y los Ángeles de Venganza habían logrado mucho desplegando equipos de ataque que iban desde unos pocos escuadrones hasta una compañía completa o más. Esto les permitía continuar con sus misiones secretas sin dejar de cumplir todas las obligaciones asignadas por los Altos Señores de Terra. Sin embargo, la persecución de Cypher se prolongó de años a décadas, hasta que se detuvo en seco cuando el camino condujo al densamente poblado mundo de Brigia. Se había determinado que el comandante de la fuerza de defensa planetaria, el Gran Capitán Tylius, era muy probablemente uno de sus hermanos Caídos. Sin duda había estado en contacto recientemente con Cypher. Como si le hubieran advertido de que estaba siendo perseguido, el Gran Capitán se mostró cauteloso. Permaneció dentro del sistema de fortalezas más formidable de Brigia, con todo un ejército actuando como su guardaespaldas personal. Con sus fuerzas dispersas por el Sector Gótico, Purson, el Gran Maestre Supremo de los Ángeles Oscuros, reunió a todos los No Perdonados a su alcance. En ese momento, los Ángeles de Absolución se encontraban al este galáctico y no podían enviar ayuda, sin embargo, los Ángeles de Redención y los Leones Sable respondieron a la llamada. Los Marines Espaciales descendientes de Lion El'Jonson siempre han sido conocidos por sus planes de guerra bien elaborados e impecables, y el asalto a la fortaleza mejor defendida de Brigia no fue diferente. Los oportunos asaltos con cápsulas de desembarco desplegaron rápidamente tropas y Dreadnoughts rompebúnkeres. Los ataques de lanza de las formaciones de Land Speeder mantuvieron a los enemigos en las murallas y eliminaron las torretas de cañones montados en búnkeres. Con una sincronización precisa y una precisión letal, los No Perdonados allí reunidos avanzaron a través de las defensas más externas, abriéndose camino hacia el interior. Estaban preparados para la segunda fase de la operación: un ataque final a la torre central donde se ocultaba el Gran Capitán Tylius, cuando ocurrió lo inesperado. Había dos factores que el Gran Maestre Supremo Purson no había previsto. En primer lugar, un nuevo objetivo de oportunidad apareció en el campo de batalla: Cypher. Los No Perdonados habían seguido su rastro durante tanto tiempo y se habían visto tan frustrados por su huida en cada coyuntura que todos los esfuerzos se desplazaron de la batalla y Tylius, para centrarse en la captura de Cypher. Su aparición en la línea de trincheras atrajo inmediatamente a las reservas de Exterminadores de Purson, que se teleportaron en un intento de rodear a su presa. Sin embargo, el Gran Capitán Tylius era un astuto estratega y eligió este momento para liberar a su hasta entonces insospechada fuerza de reserva. Una gran formación de Marines Espaciales del Caos se teleportó para ayudar en la defensa de su fortaleza, mientras que turbas de Cultistas fueron llamados de los centros de población cercanos. Tylius era, en efecto, un Caído, y había hecho un pacto de Caído, sumergiéndose por completo en un laberíntico plan de la Legión Alfa. Esto no se parecía en nada a las anteriores acciones encubiertas o escaramuzas en las que los No Perdonados habían participado en todo el Sector Gótico. La guerra que estalló sobre los búnkeres fortificados fue intensa, prolongada y destructiva. Cypher se movía por el campo de batalla con rapidez y seguridad. Era difícil seguirle la pista en el laberinto de trincheras y, de no ser por los Land Speeders que lo sobrevolaban, lo habrían perdido o habrían confundido en cuál de los muchos búnkeres se había metido para refugiarse temporalmente. Una y otra vez, los No Perdonados hicieron salir a su presa, en medio de la furiosa conflagración que los rodeaba. Con sus pistolas gemelas, el guerrero de la túnica se abrió paso entre los defensores de Brigia y se mantuvo justo por delante de sus perseguidores. Mientras patrones cosidos de fuego de bólter de doble enlace ardían a su alrededor, Cypher llegó a una puerta blindada que se abría a un complejo subterráneo. Usando su pistola de plasma al máximo, el escurridizo Caído atravesó el fundido plastiacero reforzado y desapareció en los túneles antes de que el escuadrón del Ala de Muerte más cercano pudiera alcanzarlo. Incluso cuando los puños sierra ensancharon el agujero de la puerta blindada para poder seguirlos, los Exterminadores del Caos lanzaron su contraataque. Pronto, los No Perdonados se vieron en apuros para seguirlos, ya que los blindados Ángeles Oscuros se enfrentaron a sus parientes traidores, intercambiando golpes titánicos. Aunque la lucha fue feroz y su presa probablemente ya había huido, los Capítulos No Perdonados no se retiraron. Notoriamente obstinados, los verdaderos Hijos del León acribillaron a las hordas de Cultistas a medida que avanzaban. Al principio, el choque de Exterminadores fue igualado, pero los No Perdonados estaban impulsados por una furia justa, y al final esto resultó ser decisivo. Finalmente, el último escuadrón de enemigos desgastados fue abatido por una única y bien colocada descarga de energía de la batería de tormenta de plasma de un Land Speeder Venganza. Sólo entonces pudieron los No Perdonados volver a la persecución de Cypher y al asalto final a la fortaleza para sacar a Tylius. Ambas aventuras resultaron ser demasiado tarde, ya que Cypher y Tylius habían logrado escapar[11a].
- Guerras Olvidadas (580.M31-632.M32) - Durante un periodo oculto de su historia, conocido como las Guerras Olvidadas, los rumores llevaron a los Ángeles Oscuros y a tres de sus Capítulos Sucesores (los Ángeles de Redención, los Ángeles de Venganza y los Leones Sable) a embarcarse en una terrible campaña de persecución en pos de varios Caídos. Las pistas les llevan a través del Segmentum Obscurus, a las profundidades del Sector Gótico, y por último al interior del propio Ojo del Terror. Visto en perspectiva, es fácil ver que los Poderes Ruinosos atrajeron deliberadamente a los Ángeles Oscuros a una trampa. Solo la irreprimible resolución de los hijos de Lion El'Jonson les permite escapar, aunque pagando un alto precio en vidas. Los Leones Sable son completamente aniquilados. Para cubrir sus pérdidas inmediatas después de dar por perdidos a sus guerreros en la Disformidad, los recursos del Mundo Capitular de los Leones Sable (el orbe de ébano de Nachwald) fueron usurpados para restaurar las fuerzas de los Ángeles de Venganza y los Ángeles de Redención). Los Ángeles Oscuros fingieron haber sufrido una explosión de plasma a bordo de La Roca para explicar la pérdida de sus registros, pues el Círculo Interior decidió destruir todas las referencias escritas al suceso. De las Guerras Olvidadas los Ángeles Oscuros no hablan, ni siquiera en los relatos apócrifos que cuentan a sus iniciados. Se han tomado muchos esfuerzos para asegurarse de que todas las referencias a esa campaña o a los Leones Sable hayan desaparecido de los archivos del Adeptus Terra. Los únicos textos conservados se encuentran ocultos en las profundidades de las mazmorras de La Roca, y solo los miembros del Círculo Interior llegan a conocer aquel heroico sacrificio que debe permanecer oculto para siempre[7b][11c]. En Brigia se estableció que los Marines Espaciales del Caos estaban profundamente involucrados con los Caídos, y no fue una verdadera sorpresa cuando las pistas que habían estado guiando a los No Perdonados a través del Sector Gótico ahora conducían hacia el más odiado de los refugios: el Ojo del Terror. Los informes sobre las acciones de los Ángeles Oscuros en Brigia ya habían llegado a Terra y las preguntas empezaron a llegar a la Roca. Incluso mientras se elaboraban respuestas para explicar por qué elementos de sus Capítulos sucesores habían aparecido tan lejos de sus misiones asignadas, los No Perdonados trazaban sus rumbos hacia las zonas prohibidas. El Ojo del Terror, la parte más temida de la galaxia, es un agujero en la realidad, una brecha abierta donde la Disformidad se derrama en el espacio real. Esa masa arremolinada no sólo alberga furiosas tormentas disformes, sino que también es un refugio relativamente seguro para muchas de las Legiones de Marines Espaciales del Caos. Era peligroso incluso rastrear la señal, pues los psíquicos que abren su mente en dirección al Ojo del Terror corren el riesgo de ser presa de los seres del más allá. Los Bibliotecarios de los Ángeles Oscuros, sin embargo, desafiaron las atenciones de los poderes más oscuros para lograr el rastreo, siguiendo el rastro hasta el más exterior de los planetas gemelos Cocytus I y II. No se trataba de planetas totalmente contaminados e inmersos en las energías caóticas, sino de cuerpos astrales que mantenían su órbita en el borde del Sector Centinela, una región del espacio que sólo ocasionalmente se veía envuelta por el Immaterium. Viajar demasiado cerca del Ojo del Terror estaba prohibido por el Imperio, pero se convocó un consejo del Círculo Interior para discutir ese mismo plan. Aquella región era notoriamente inestable y peligrosa, y para entrar en ella tendrían que sortear remolinos temporales, anomalías espaciales y tal vez flotas de combate de los Marines Espaciales del Caos. Además, una presencia Imperial rodeaba el Ojo del Terror, desde puestos de escucha y campos de minas flotantes hasta mundos fuertemente fortificados. Esto haría difícil entrar sin ser observado. Tras la acción en Brigia, ya se habían enviado varios Inquisidores para investigar la presencia de la despreciada Legión Alfa. Los Capítulos No Perdonados no podían permitirse llamar más la atención. Sin embargo, todos los sucesores (de Segunda Fundación) de los Ángeles Oscuros habían heredado la legendaria tenacidad de su Primarca, por lo que no retrocedieron ante los crecientes desafíos. Aunque de actitud reservada, se enfurecían por dentro al ver que su presa escapaba. Que su largo y tortuoso camino a través del Sector Gótico pudiera terminar sin satisfacción era insoportable. Los Ángeles Oscuros y sus sucesores estaban sedientos de responder, de llevar la lucha a su enemigo. El Gran Maestre Supremo Purson accedió a enviar un grupo especial al borde mismo del Ojo del Terror. Los No Perdonados enviaron al Crucero de Asalto Furia de Caliban de los Leones Sable a las remolinos de niebla que rodeaban Cocytus. Llevaba compañías reunidas de los Ángeles Oscuros, los Ángeles de Venganza, los Ángeles de Redención y los Leones Sable. Al principio, todo fue bien: atravesaron con éxito el guantelete de las tormentas disformes y emergieron en el espacio real para eludir todas las estaciones imperiales y aparecer al borde del Ojo del Terror. La fuerza de asalto desembarcó. Tan cerca del Ojo del Terror, todas las lecturas y escaneos a distancia estaban corruptos, y las comunicaciones se desvanecieron. Sin saber qué esperar en un mundo que tan a menudo había sido englobado dentro de la locura arremolinada del Ojo del Terror, el primer equipo de descenso fue a sondear el lugar de la última emisión de señales. Encontraron un planeta envuelto en niebla, con una superficie rocosa en gran parte estéril. Desperdigados se alzaban arcos de piedra o pilares derribados, vestigios de alguna cultura antigua. Envejecidas y desgastadas por el tiempo, las rocas también mostraban signos de la corrupción de la Disformidad, rostros lascivos o símbolos de muerte grabados en la propia piedra. Con cuidado, los No Perdonados avanzaron por el inquietante paisaje, inseguros de lo que buscaban. Sin embargo, cuando lo vieron, supieron que estaban en el camino correcto. Sobresaliendo de la niebla, estaba lo que parecía el mismo estilo de fortaleza que coronaba la propia Roca. Revestidos de yeso y adamantium, los muros y las murallas estaban repletos de armas. La gran torre lucía los inconfundibles iconos de los Ángeles Oscuros, la figura encapuchada y alada portando una espada. Tras una inspección más detallada, era obvio que la fortaleza no se había construido como tributo, sino como burla, una Torre de los Ángeles Caídos. Un sombrío rostro de calavera asomaba por la capucha, cráneos adornaban los pinchos y varias jaulas de hierro colgaban por encima de las murallas. No pocas de estas horcas albergaban restos esqueléticos dentro de destrozadas armaduras de los Ángeles Oscuros. Se solicitaron refuerzos, ya que aquí se encontraba una guarida de Caídos, si es que alguna vez existió tal cosa. Sin embargo, los Ángeles Oscuros se mostraron cautelosos, pues sólo era cuestión de tiempo que el flujo y reflujo de la Disformidad volviera a consumir por completo a Cocytus I y II en sus furiosas tormentas. Cuando se informó de que la señal distintiva de Cypher estaba en el planeta, el Gran Maestre Supremo Purson dio la orden de atacar y de enviar una segunda nave. Y así comenzaron las Guerras Olvidadas, una encarnizada batalla sobre Cocytus I que atrajo a la mitad de los Ángeles Oscuros y los Ángeles de Redención, tres compañías de los Ángeles de Venganza y todo el Capítulo de los Leones Sable. La corrupción empeoró y las tormentas se cernieron rápidamente sobre los planetas gemelos. La batalla se recrudeció mientras los No Perdonados arrasaban guarida tras guarida de Cultistas, mutantes y renegados, siempre presionando más profundamente en los continentes baldíos de ambos planetas. Cypher los había eludido dos veces. Lo que era aún más exasperante era que les había enviado mensajes, instándoles a partir y advirtiéndoles de que se dirigían a una trampa. A regañadientes, Purson tuvo que admitir que parecía que Cypher tenía razón. Dio la orden de retirada mientras las tormentas disformes se abatían sobre la región. Se resistía a abandonar las batallas, pero sabía que le quedaba poco tiempo. Sin embargo, los Leones Sable, se negaron. Desde la Segunda Fundación, se suponía que cada sucesor debía seguir siendo autónomo, pero los Ángeles Oscuros siempre habían mantenido en secreto un mayor control sobre su progenie que el establecido en los principios de la Segunda Fundación. Tantas veces su Primarca, Lion El'Jonson, se había aferrado obstinadamente a una posición o se había negado a ceder terreno, que el acto desafiante de los Leones parecía más propio de su poderoso antepasado, y por un momento Purson dudó. Llevándose consigo sólo a su guardaespaldas, el Gran Maestre Supremo se dirigió de nuevo al planeta. Ordenó a la flota, ya que ahora había seis de sus naves en órbita, que se alejara del Ojo del Terror. Se pondría en contacto con ellos cuando amainara la tormenta. Nadie lo sabía entonces, pero esa fue la última vez que alguien vería a Purson o a los Leones Sable[11b][11d].
- La Herejía Roja (290-310.M36) - Durante la Era de la Apostasía, la Plaga de la Herejía Roja estalla en el Sector Don'lorth, un presagio de las batallas posteriores que se conocerían como La Plaga de la Incredulidad. En las profundidades del Segmentum Tempestus hay un cúmulo estelar que sustenta el densamente poblado Sector Don'lorth. Es aquí donde surge el Culto de los Dioses Antiguos. Agitadores y anarquistas incitan a las colmenas a una rebelión abierta. Sacerdotes vestidos de rojo instan a los miles de millones de trabajadores a deshacerse de sus grilletes y a rechazar al Emperador, un dios cadáver. La horrible matanza de todos los agentes del Adeptus Administratum y del Adeptus Ministorum es suficiente para atraer a vastas flotas de fuerzas armadas imperiales. Buscando una forma rápida de acabar con la rebelión, el Capítulo de los Cráneos Plateados se despliega en masa en un desesperado intento de matar a los líderes detrás del culto en ascenso. La caza es desastrosa con Cápsulas de Desembarco de asalto emboscadas y múltiples Thunderhawks derribadas de camino a sus objetivos. Sólo la llegada de las fuerzas de los Ángeles Oscuros del Ala de Muerte y Ala de Cuervo, junto con la 3ª Compañía de los Ángeles de Venganza, evita una derrota segura. Sin embargo, los Cráneos Plateados observan cómo el Ala de Muerte abandona la batalla para perseguir a un misterioso Marine Espacial con túnica. Antes de que Cypher escape, un Bibliotecario de los Ángeles de la Venganza detecta a varios Caídos instalados entre la jerarquía de túnicas rojas de la Herejía Roja. Los Cráneos Plateados son dejados para salir ellos mismos de su situación. Lo hacen, pero condenan abiertamente a los Ángeles Oscuros; otra protesta formal es presentada ante los Altos Señores de Terra[11d].
- Asedio de Dominus Prime (673.M36) - Juntos con los Ángeles Oscuros ambos Capítulos desplegaron sus propias 1ª Compañías para acabar con cinco años de guerra contra un tirano sublevado[5b]. Los informes oficiales destallan que cerca de doscientos Exterminadores lograron entrar en la inexpugnable fortaleza y masacrar hasta el último traidor del interior. En realidad el número de los No Perdonados era sustancialmente mayor, y varios prisioneros fueron capturados para ser interrogados en la Roca[7c].
- Desembarco de Grymm (Año desconocido.M40) - El mundo de reclutamiento de los Ángeles Oscuros de Desembarco de Grymm cae en una guerra civil después de que la Legión Alfa y los Amos de la Noche incitaran a la rebelión. Los Ángeles de Venganza respondieron, luchando contra una oleada tras otra de renegados, sectarios y locos. Finalmente, a pesar de las bajas masivas, exterminaron a todos los seres vivos de la superficie de Desembarco de Grymm[6b][7c].
- Asedio de San Apolis (Año desconocido.M40) - Tras el asedio de San Apolis, sus pérdidas fueron tan extremas que el Capítulo se vio obligado a pasar casi un siglo reconstruyendo sus múmeros antes de poder volver a combatir[6c].
- Defensa de la Roca en las Ruinas de Caliban (Año desconocido.M41) - Mientras Annael y otros hermanos de Ala de Cuervo luchaban contra el Uroboros y la brecha que Tuchulcha había abierto en el punto nominal de Caliban amenaza con engullir la Roca que estaba siendo también atacada por la Terminus Est, aparecieron naves aliadas. Docenas de naves de combate, cruceros de ataque y escoltas se desplegaron por los cielos detrás de la flota del Caos. Se podían distinguir los símbolos de algunos de los sucesores de la Primera Legión: los Ángeles de Absolución, la Hermandad Arrepentida, los Ángeles de Redención y los Ángeles de Venganza. Sin dilación atacaron a la flota del Caos, interceptando su huida para atraparlos en fuego cruzado con la Roca. Así mismo el Ala de Rapaz (equivalente al Ala de Cuervo) participó junto al resto de 2ª Compañías de No Perdonados presentes para tratar de cerrar la brecha que se había abierto. Y cuando el Caliban del pasado estaba a punto de explotar, por petición de Azrael tomada literalmente por Tuchulcha, todas las naves presentes fueron trasladadas a salvo, por lo que los sucesores desaparecieron de los escáneres pero sin mayores daños[13].
- Invasión del Sector Stygius (Año desconocido.M4X) - Participaron con cinco compañías en la Operación Prismata, una infructuosa defensa del Sector Stygius de una invasión de las fuerzas del Dios de la Sangre Khorne[12].
- Masacre en Darkmor (Año desconocido.M4X) - Elementos de media docena de Capítulos No Perdonados descendieron sobre el mundo santuario de Darkmor, incluidas múltiples compañías de los Ángeles de Venganza, los Consagradores y los Guardianes del Pacto. Todos habían seguido los escrutinios de sus Bibliotecarios hasta el planeta, buscando a los recién materializados Caídos. Sin embargo, no tardaron en descubrir que ellos no eran los cazadores, sino los cazados. Las tormentas disformes que se habían calmado para permitir la entrada de sus ejércitos en la órbita de Darkmor recobraron fuerza. En la superficie del planeta, los No Perdonados encontraron las vastas catedrales del mundo en ruinas y a su población masacrada. En la emboscada los esperaban ejércitos de Daemons, Marines Espaciales del Caos y Renegados. Lo que siguió fue el peor incidente de pérdidas sufrido por los No Perdonados hasta el momento desde las Guerras Olvidadas. Menos de cien Marines Espaciales de un contingente original de mil lograron escapar, y sólo lo hicieron porque persiguieron a Cypher, quien, en su intento de huir, los condujo a un dispositivo secreto de teleportación[7c].
Elementos conocidos[]
Miembros[]
- Anmael: Hermano de batalla que sirvió en los Vigías de la Muerte durante la Era de las Sombras[10b].
- Scylo: Hermano de batalla de la 1ª Escuadra Táctica de la 3ª Compañía[6c].
- Shaddrach: Sargento de la 1ª Escuadra Táctica de la 3ª Compañía[6c].
- Folcalor: Gran Maestre de la 1ª Compañía[11c].
Mundos de Reclutamiento[]
- Nachwald - Tras la desaparición del Capítulo de los Leones Sable tras las Guerras Olvidadas, los recursos del mundo de reclutamiento de los Leones Sable, el orbe de ébano de Nachwald, fueron usurpados para reabastecer a los Ángeles de Venganza y los Ángeles de Redención. Los Ángeles Oscuros escenificaron una falsa explosión de plasma a bordo de la Roca para explicar su pérdida de registros, ya que el Círculo Interior había decidido destruir todos los registros relacionados con el suceso. Para ello, contaron con la gran ayuda de la distracción causada por la mayor invasión orka registrada en el Imperio y las convulsiones políticas de la Decapitación, cuando los asesinos atacaron a los Altos Señores de Terra. Sin que nadie lo supiera, también tuvieron suerte cuando los tres miembros de la investigación inquisitorial encargados en secreto de revisar las extrañas actividades de los Ángeles Oscuros se perdieron debido a diversos accidentes inexplicables[11b].
- Damnia - En una de sus persecuciones de Cypher, se descubrió el mundo mortal de Damnia que serviría como uno de sus principales mundos de reclutamiento[11c].
Reliquias[]
- Brecha de Anmael: (en inglés: Anmael's Reach) Durante la Era de las Sombras, muchos grandes héroes sirvieron en los Vigías de la Muerte y realizaron hazañas que habrían sido la base de leyendas, si hubiera habido alguien para presenciar su vigilia. Uno de esos guerreros fue Anmael, un hermano de batalla de los Ángeles de Venganza. El obstinado impulso de su Capítulo lo condujo a través de la Brecha Jericho en persecución de innumerables enemigos inhumanos. Sólo el Señor Vigía y la Cámara de Vigilancia conocen los detalles de su última misión,pero sobrevivió gracias al ornamentado bólter tormenta que sacó de las bóvedas de su Capítulo. Se dice que el arma no sufrirá a un portador menos decidido que el primero, pero su feroz espíritu de máquina refuerza a los dignos[10b].
Galería[]
Leer más[]
Lista de Ejércitos de Marines Espaciales.
Fuentes[]
- 1Mención a ser Capítulo de 2ª Fundación
- Codex: Marines Espaciales (1ª a 8ª Edición). Página 8.
- Codex: Ángeles Oscuros (4ª Edición). Página 73.
- Codex: Ángeles Oscuros (6ª Edición). Página 12.
- Codex: Ángeles Oscuros (8ª Edición). Página 11.
- Deathwatch: Rites of Battle (Juego de Rol). Página 59.
- Deathwatch: Libro de reglas (Juego de Rol). Página 37.
- Chapter Approved (2001). Página 117.
- White Dwarf Monthly N.º 327 (marzo de 2007). Página 26.
- 2Codex: Ángeles de la Muerte (2ª Edición). Página 33.
- Codex: Ángeles Oscuros
- 33ª Edición. Página 14.
- 44ª Edición. Páginas 72-4.
- 6ª Edición. Páginas 12, 165a, 235b y 76.
- 7ª Edición. Páginas: Angels of Vengeance6a, In the name of Absolution6b, Successors Chapters: Angels of Vengeance 6c.
- 8ª Edición. Páginas 11, 187a, 207b, 217c, 237d, 377e, 397f, 457g y 587h.
- 9ª Edición. Páginas 268a y 348b.
- 10ª Edición. Página 289a.
- Deathwatch: Honour the Chapter (Juego de Rol). Páginas 105-610a y 12410b.
- Dataslate: Cypher - Lord of the Fallen (6.ª Edición). Capítulos: A nemesis unveiled11a, spiralling into the eye11b, Trail of revelations11c y Everywhere and nowhere11d.
- 12Libro de Reglas de 8ª Edición. Página: 165.
- 13The Unforgiven (Novela), por Gav Thorpe. The Beginning and the End.
- 14White Dwarf Monthly N.º 233 (mayo de 1999). Página 16.
- 15Cómo pintar Marines Espaciales (2004). Página 80.
Referencia de datos complementarios:
- 16Horus Heresy Libro 9. Crusade. Página: 109.